Camino de Santiago en bici. Etapa 02 Bolea - Arrés

El Camino de Santiago en bicicleta es un modo de realizarlo poco conocido ya que la inmensa mayoría de personas prefieren hacerlo andando, lo cual exige menos equipamiento y supone menor riesgo que la bicicleta cargada con alforjas.

En algunas partes el recorrido no puede realizarse por el trazado oficial, por lo que conviene portar un GPS con la ruta cargada y estar bien informados de las alternativas más adecuadas.

DESCRIPCION DE LA RUTA:

La salida por la mañana es de lo más tranquila, en el albergue tomé un té y unas galletas que llevaba para no esperar al bar que abre a eso de las 9,30 h.
El camino hasta Aniés tiene poco desnivel aunque es algo pedregoso.

A partir de Aniés la cosa se complica mucho. El motivo es que el camino continúa siendo pedregoso y la bici padece de fuertes vibraciones, por si fuera poco tenemos fuertes subidas y bajadas al atravesar numerosos barrancos secos que se descuelgan de las montañas próximas (Sierra de Loarre).
Al llegar a Loarre compruebo que los bares abren tarde por lo que me quedo sin desayunar. Es muy pronto y hasta las 10 como mínimo no se puede tomar un solo café.

El camino que continúa hasta Sarsamarcuello sigue siendo un atropello, amenizado con un tramo de senda que obliga a bajar unos minutos de la bici (WP05 al WP06).

Llegaremos a Sarsamarcuello donde el Camino se convierte en un sendero muy bestia, pregunté a un vecino y me indicó que subiera por otra calle hacia una fuente con lavaderos. Es un bonito lugar para pasar un rato a la sombra, pero nada adecuado para continuar con la bici.
Localicé un camino alternativo que da rodeo pero es mucho mejor.

Finalmente tomaremos la pista que sube hacia el Castillo de Marcuello, subida suave pero constante. No se puede decir que sea demasiado dura pero sí hubo que hacer ajustes en la potencia de la bicicleta eléctrica ya que no daba el rendimiento adecuado.

Una vez en el collado junto a la ermita de San Miguel (ruinas) podremos contemplar toda la Hoya de Huesca a nuestros pies, unas vistas impresionantes. Estamos a 1000 m. de altitud y se puede decir que acabamos de coronar el primer puerto del Camino.

Continuamos el camino dirección Norte, pasamos un segundo colladito (Collado de San Román) e iniciamos un brutal descenso, 7 km. que nos costarán 30 minutos muy intensos por las fuertes pendientes y mucha pero que mucha piedra suelta, además de surcos que hizo el agua. Los frenos echan fuego y cuesta creer que la bicicleta no se rompa con tantos traqueteos.

Finalmente llegamos a la Foz de Escalete, no ha terminado el descenso pero sí nos obligamos a parar a descansar y hacer fotos en esta Foz tan bonita y espectacular.

Continuamos el camino que sigue bajando por terreno duro y polvoriento, en el WP14 tomé la alternativa de la derecha ya que por la izquierda estaba una máquina motoniveladora trabajando en el arreglo de caminos. Al principio es bonito por dentro del bosque pero luego toca cruzar la vía del tren (Canfranero) para acceder al puente sobre el río Gállego, y ahora sí, por fin llegaremos al Bar Carmen en el barrio de La Estación de Yeste.

Buen descanso y merecido bocadillo o lo que surja, que todavía queda mucha pero que mucha etapa.

Obtuve una importante información en este bar, coincidente con la información de Wattsup que me dió el alberguista de Bolea respecto al Camino de Santiago en bicicleta. Para ascender a Ena no debemos continuar el Camino de Santiago, sino continuar por carretera ya que el Camino Oficial tiene 4 km. de sendero que para bicicletas resulta impracticable.

Seguí pues la carretera desde el km. 36 hasta el 25, algo mas de 11 km.
Desviamos por la carretera local por la que accederemos a Ena, en total 17,7 km. de comodísimo asfalto desde el Barrio de la Estación.

Ena es una localidad muy hermosa pese a su escasa entidad. Muchas casas rehabilitadas y una paz desconocida.
El albergue estaba cerrado pero un señor amablemente me lo abrió y pude recargar la bicicleta dentro, además de darme una ducha y comer algo. Todo un lujo a estas alturas.

Es conveniente dejar una propina en la hucha que dejan al efecto. El Ayuntamiento cuida de este albergue de manera ejemplar y es todo un lujo para el Caminante. Aunque en Ena no hay bar, sí dejan algún alimento de emergencia y se puede cocinar dentro, algo de pasta o similar.

Desde Ena el Camino continúa hacia el Nordeste, dejamos atrás el asfalto y tomamos un camino forestal que asciende a Botaya sin ningún lujo. De nuevo la bicicleta padece los rigores de los caminos con escasa conservación, y las piernas comienzan a desfallecer ante las constantes cuestas que sin tener demasiada pendiente, parecen interminables.

En Botaya hay un bonito albergue (cerrado salvo reserva) y las casas o la Iglesia son muy antiguas y bonitas. Destaca en el muro sur de la iglesia parroquial la que debió de ser portada original de la iglesia románica, enmarcada por un grueso bocel de medio punto con un bonito tímpano de composición única en el románico altoaragonés, mostrando las figuras de los doce Apóstoles.

A tenor de lo que vamos observando y encontrando, podemos hacernos a la idea que en adelante la parte cultural del Camino va a ser más que protagonista.

Desde Botaya tomaremos la carretera que asciende al Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña, es una subida fuerte aunque con la comodidad del asfalto.

En la parte alta se enlaza con la A-1603 donde la pendiente es suave, sin embargo me quedé sin batería en este punto pòr lo cual los últimos metros antes del monasterio resultaron muy duros.

Una vez situados en la gran esplanada frente al Monasterio, sorprende el cambio de ambiente pues aquí llegan autocares de turistas que se extrañan al ver que otros llegan en bicicleta y con alforjas incluidas.

Iniciaremos en este punto un fuerte descenso por carretera, podemos parar en el Monasterio Viejo y luego proseguimos el fuerte descenso hasta Santa Cruz de La Serós, lugar en el que amablemente me permitieron recargar la bicicleta eléctrica pues de lo contrario no podría seguir.
En el bar donde paré (Casa Anaya) sirven algunos platos de quesos de la zona, que con un refresco y a falta de otra cosa, sirvieron de comida aunque dieran ya las cinco de la tarde. Por supuesto les estuve agradecido aunque en este pueblo la restauración ya de por sí es muy cara.

Con la batería a mitad de carga pude continuar la aventura: seguimos por carretera dirección a Santa Cilia de Jaca durante 3,9 km. Antes de llegar a la carretera N-240, encontraremos el enlace con el Camino de Santiago que viene de Jaca, de esta manera habremos evitado el tramo que pasa por la localidad de Binacua y que en el bar me desaconsejaron por completo por su mal estado.

De Santa cilia proseguimos utilizando el camino o sendero que discurre paralelo a la carretera N-240. Es relativamente llano, en poco tiempo llegaremos a Puente La Reina de Jaca.

Nos queda un último arreón, 4,7 km. de carretera estrecha hasta Arrés. Esta localidad se sitúa en un gran promontorio cuyo acceso, pese a ser asfalto, es tremendamente exigente. Los últimos 500 m. son de una pendiente casi extrema, por poco termino sin batería de nuevo.

En Arrés hay albergue municipal para peregrinos. Para cenar se puede ir al Hostal El Granero del Conde, situado a escasos metros y donde os servirán una cena variada que a estas horas ya ni sabía si me apetecía, por los duros avatares que ha deparado esta maratoniana jornada de 13 horas a la intemperie.