GR6. Válor-Mecina Alfahar-Mairena-Laroles-Puerto Ragua-La Calahorra-Cogollos de Guadix

En esta tercera etapa alpujarreña con salida en Válor, abandonamos la ladera sur del Parque Nacional de Sierra Nevada en el pueblo blanco de Laroles, para después de superar los 1000 m de desnivel del puerto de la Ragua (2000 m), llegar a pernoctar al sur de la comarca de Guadix, concretamente en Cogollos de Guadix, y al día siguiente regresar al punto de partida de este increíble tour: la capital granadina.
Nos detenemos en Mairena, considerado el balcón de la Alpujarra, pues desde el mirador de su ermita se disfrutan unas vistas privilegiadas sobre el conjunto del valle de Ugíjar y la almeriense Sierra de Gádor.
Para ascender al mirador hay que superar un duro repecho de más del 20%, pero merece la pena por la bella panorámica que ofrece.
Se trata además de uno de los pueblos más blancos y mejor cuidados de los alrededores, en cuyo conjunto urbano destaca la silueta de su iglesia. En los alrededores se encuentra la legendaria Piedra de los Tiempos, una roca a la que antiguamente se le atribuían poderes benéficos sobre las cosechas.
En Laroles, último pueblo alpujarreño, reponemos fuerzas antes de acometer el desnivel de los 1000 m del puerto de la Ragua en una tarde de calor agobiante.
Tras el descenso del puerto desde el que se ven al fondo enormes parques solares y eólicos, llegamos a la población de “La Calahorra” cuyo castillo que domina sobre la ciudad, está perfectamente conservado y es una obra destacada del renacimiento italiano que data de 1509.
En sus sótanos aún se conservan los calabozos donde pernoctaban los presos moriscos que se trasladaban a la cancillería granadina.
Declarado Monumento Nacional, está en manos privadas y su interior se puede visitar contactando con el encargado que los propietarios tienen en el pueblo.
Tras atravesar Lanteira y Jerez del Marquesado, llegamos a Cogollos de Guadix, población por la que pasa el Camino mozárabe.
El hiperactivo y amable Paco, dueño del rte “Los mellizos” nos gestionó a precio muy económico alojamiento en una formidable casa rural cercana a su restaurante, en cuya bajera guardamos las bicis y cargamos las baterías.
Tras la correspondiente ducha en este bello paraje rural, cenamos muy bien, con un excelente vino blanco de la zona, atendidos por Paco y a un precio muy muy razonable.
Paco tiene una muy buena bici eléctrica, con la que según nos dijo, ha bajado sus buenos kilos.
Nos aconsejó junto al amable “butanero” (repartidor de butano de la comarca), para el día siguiente una ruta parcialmente por pista de tierra que pasa por una finca de toros antes de llegar a la Peza, zona de buenos vinos tintos y blancos (Muñana).
Ha sido la única excepción a las tranquilas carreteras por las que ha transcurrido nuestra vuelta completa al Parque Nacional de Sierra Nevada, con inicio y final en Granada.
Agradecer sobremanera a Paco que se desvivió en detalles con estos dos ciclistas ya setentones, que siguen con buena salud y ánimos para continuar disfrutando con sus inseparables eléctricas por la amplia y variada geografía española.