Guadalupe - Vuelta por el corazón del Geoparque Villuercas Ibores entre castaños y robles
near Guadalupe, Extremadura (España)
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Itinerary description
Ruta por el corazón del Geoparque Mundial Villuercas-Ibores-Jara saliendo de la Puebla de Guadalupe con su impresionante Monasterio. Una de las joyas de la Provincia de Cáceres.
Empezamos la ruta en Guadalupe. Después de pasar por el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, sacando las primeras fotos del día, vamos en dura subida por las empinadas calles del pueblo, para coger el Real Camino, que pasa en paralelo debajo a la EX118.
Ganando altura se abren unas vistas matinales preciosas sobre el pueblo con su monasterio y el valle del Río Guadalupejo. En el km 2, dejamos el camino, y continuamos por un tramo la subida por la comarcal 437 que nos llevaría hasta el Pico Villuercas, con 1.595m el punto más alto de la comarca. Llegaremos ahí, pero más tarde y desde el otro lado de la sierra.
Hacemos 6 km de subida por la carretera (sin tráfico), entrando en calor. Pasamos por el Collado de la Arena, y dejamos el asfalto en el Collado del Pozo de la Nieve (km 10 - 1247m), haber salvado ya 600m de desnivel desde Guadalupe.
Ahora bajamos por un camino hacia el valle del Río del Horcajo, al principio pedregoso y algo técnico, que después se convierte en una pista que se sumerge en los bosques de robles y castaños, un espectáculo en otoño.
En el km 13 dejamos la cómoda pista, donde empieza el antiguo Camino de Guadalupe, que, cruzando la Sierra de las Acebadillas, conecta Navezuelas con Guadalupe, llamado también Ruta de Alfonso Onceno.
Los próximos casi 2 km son de empujabike en un terreno muy técnico (por lo menos para un mortal normal). Pero recompensa el ambiente. Primero pasamos por una viejos robledales muy viejos, con formas y figuras que podrían haber salido de la mitología, luego subiendo se nos abren unas vistas espectaculares sobre el valle del Río Viejas y toda la Sierra de Villuercas.
Llegamos al Collado de los Ajos (1.220m). Desde aquí siguen casi dos kilómetros prácticamente en horizontal por la marcada senda, pero con la vegetación intentando cerrarse en algunos tramos. Llegamos al Collado de la Paridera (1.212m).
Desde aquí bajamos por un camino ciclable, pero técnico. Con una buena suspensión un disfrute. Primero por bosques de robles y luego por los cultivos de castaños. Siempre con vistas a la Sierra de la Ortijuela y el pueblo de Navezuelas.
Pasamos por el pueblo de Navezuelas (km 19) donde pintaron varias casas de fantasía. Alguien habrá ganado el concurso.
Aquí empieza la segunda parte de la ruta y la subida al Pico Villuercas con algo más de 600 m de desnivel. Primero tocan 3 km por la comarcal subiendo el valle. En el km22 nos desviamos hacia la cumbre por una pista de hormigón y bien empinada, ganando rápidamente altura.
Al lado en cada serpentina tenemos la Pedrera de Almonte, un área de 20 hectáreas de bloques de cuarcitos, a cuyo fondo nace el Rio Almonte, un importante afluente del Tajo.
En el km 28 llegamos al punto más alto de este día, el Pico Villuercas con 1.595m, y unas vistas 360º espectaculares. En realidad es el helipuerto de las instalaciones militares con sus antenas ahí arriba.
La idea inicial para bajar y así volver a Guadalupe (donde un buen cabrito ya nos espera) era de bajar por el Valle de la Celada que baja desde el Collado del Llano de S. Cristóbal. Tristemente toda esta amplia ladera del Pico Villuercas es de la finca privada La Quebrada, y ahora esta vallada y cerrada a candado y 2 m de valla por todos lados.
Así que sin tener que pasar por finca privada la mejor opción es bajar hasta el Collado del Pozo de la Nieve, donde podemos apreciar un ejemplar grande de estas antiguas “fabricas” de hielo. Este pozo de nieve fue construido y explotado por los monjes del Monasterio.
Un km más abajo (donde por la mañana también subimos) nos desviamos al GR 117, que entre robledales nos lleva hacia Guadalupe. Vale la pena pasar por el bonito Humilladero del siglo XV, lugar donde los peregrinos de Castilla vieron por primera vez al Monasterio, arrodillándose humildemente ante la cercanía de la Virgen de Guadalupe.
Bajamos otra vez por una parte del bonito Camino Real y entramos al pueblo por el oeste.
Un buen vino local y un delicioso cabrito al horno nos devuelven las fuerzas pare luego rendir homenaje a la Virgen dentro de la basílica.
En resumen, es una ruta técnicamente muy variada, algo de asfalto, caminos y hasta empujabike, pero en un entorno natural precioso y bastante solitario. No hace falta mencionar que Guadalupe es una joya.
¡A pedalear y explorar!
Empezamos la ruta en Guadalupe. Después de pasar por el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, sacando las primeras fotos del día, vamos en dura subida por las empinadas calles del pueblo, para coger el Real Camino, que pasa en paralelo debajo a la EX118.
Ganando altura se abren unas vistas matinales preciosas sobre el pueblo con su monasterio y el valle del Río Guadalupejo. En el km 2, dejamos el camino, y continuamos por un tramo la subida por la comarcal 437 que nos llevaría hasta el Pico Villuercas, con 1.595m el punto más alto de la comarca. Llegaremos ahí, pero más tarde y desde el otro lado de la sierra.
Hacemos 6 km de subida por la carretera (sin tráfico), entrando en calor. Pasamos por el Collado de la Arena, y dejamos el asfalto en el Collado del Pozo de la Nieve (km 10 - 1247m), haber salvado ya 600m de desnivel desde Guadalupe.
Ahora bajamos por un camino hacia el valle del Río del Horcajo, al principio pedregoso y algo técnico, que después se convierte en una pista que se sumerge en los bosques de robles y castaños, un espectáculo en otoño.
En el km 13 dejamos la cómoda pista, donde empieza el antiguo Camino de Guadalupe, que, cruzando la Sierra de las Acebadillas, conecta Navezuelas con Guadalupe, llamado también Ruta de Alfonso Onceno.
Los próximos casi 2 km son de empujabike en un terreno muy técnico (por lo menos para un mortal normal). Pero recompensa el ambiente. Primero pasamos por una viejos robledales muy viejos, con formas y figuras que podrían haber salido de la mitología, luego subiendo se nos abren unas vistas espectaculares sobre el valle del Río Viejas y toda la Sierra de Villuercas.
Llegamos al Collado de los Ajos (1.220m). Desde aquí siguen casi dos kilómetros prácticamente en horizontal por la marcada senda, pero con la vegetación intentando cerrarse en algunos tramos. Llegamos al Collado de la Paridera (1.212m).
Desde aquí bajamos por un camino ciclable, pero técnico. Con una buena suspensión un disfrute. Primero por bosques de robles y luego por los cultivos de castaños. Siempre con vistas a la Sierra de la Ortijuela y el pueblo de Navezuelas.
Pasamos por el pueblo de Navezuelas (km 19) donde pintaron varias casas de fantasía. Alguien habrá ganado el concurso.
Aquí empieza la segunda parte de la ruta y la subida al Pico Villuercas con algo más de 600 m de desnivel. Primero tocan 3 km por la comarcal subiendo el valle. En el km22 nos desviamos hacia la cumbre por una pista de hormigón y bien empinada, ganando rápidamente altura.
Al lado en cada serpentina tenemos la Pedrera de Almonte, un área de 20 hectáreas de bloques de cuarcitos, a cuyo fondo nace el Rio Almonte, un importante afluente del Tajo.
En el km 28 llegamos al punto más alto de este día, el Pico Villuercas con 1.595m, y unas vistas 360º espectaculares. En realidad es el helipuerto de las instalaciones militares con sus antenas ahí arriba.
La idea inicial para bajar y así volver a Guadalupe (donde un buen cabrito ya nos espera) era de bajar por el Valle de la Celada que baja desde el Collado del Llano de S. Cristóbal. Tristemente toda esta amplia ladera del Pico Villuercas es de la finca privada La Quebrada, y ahora esta vallada y cerrada a candado y 2 m de valla por todos lados.
Así que sin tener que pasar por finca privada la mejor opción es bajar hasta el Collado del Pozo de la Nieve, donde podemos apreciar un ejemplar grande de estas antiguas “fabricas” de hielo. Este pozo de nieve fue construido y explotado por los monjes del Monasterio.
Un km más abajo (donde por la mañana también subimos) nos desviamos al GR 117, que entre robledales nos lleva hacia Guadalupe. Vale la pena pasar por el bonito Humilladero del siglo XV, lugar donde los peregrinos de Castilla vieron por primera vez al Monasterio, arrodillándose humildemente ante la cercanía de la Virgen de Guadalupe.
Bajamos otra vez por una parte del bonito Camino Real y entramos al pueblo por el oeste.
Un buen vino local y un delicioso cabrito al horno nos devuelven las fuerzas pare luego rendir homenaje a la Virgen dentro de la basílica.
En resumen, es una ruta técnicamente muy variada, algo de asfalto, caminos y hasta empujabike, pero en un entorno natural precioso y bastante solitario. No hace falta mencionar que Guadalupe es una joya.
¡A pedalear y explorar!
Waypoints
Waypoint
3,314 ft
Desviación
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