Hendaya- col Kurleku-Ascain-Sare-lago Sempere-San Juan de Luz-Sokoa-Chemin des Crêtes-Hendaya

En otro día de bonanza meteorológica, de 10-15 grados y viento sur, inicio otra etapa por Iparralde con el grupo de los habituales: Higinio, Jos, Josean...al que hay que añadir la nueva incorporación de Patxi, con su flamante eléctrica que ha estrenado hace unos días.
Su corta experiencia con ella es como la de los cuatro restantes: IMPRESIONANTE!!!
Esta vez de la estación del topo de Hendaya nos dirigimos a Behobie por el bidegorri que discurre junto a la desembocadura del Bidasoa; para evitar la carretera nacional, cogemos en Behobie dirección Biriatou para enseguida tomar el desvío hacia el pequeño col de Kurleku,“carreterrilla”que entre caseríos y sin coches, transcurre cercana a la autopista.
Al llegar al cruce de desvío al monte Calvario de Urrugne, el amigo baztanés buen conocedor del entorno y sus “historietas” nos sugiere algo que el resto “más bien” no quisimos entender.
Pues teníamos aún reciente la aventura, difícil de olvidar, con las “máquinas en mano” tanto en el ascenso como descenso del referido monte, eso si algo más llevadero -menos mal- gracias a la curiosa historia que nos contó sobre una romería celebrada en el Calvario a finales del siglo XVI, relacionada con una pobre esclava mulata que una familia irundarra trajo de Portugal y la tenía adoptada en su casa.
Tras una breve parada en Ascain para contemplar su típico frontón y el restaurante de la saga de pelotaris Ladutxe, continuamos por el puerto de San Ignacio camino a Sare, con sus casas de bella arquitectura al pie de la cima de Larun.
Luego pasando Saint Pée-sur-Nivelle llegamos al lago de Senpere, donde con sus bellas vistas, montamos el único control de avituallamiento de etapa.
Jos nos sorprende a todos al sacar en un “pispás” de su maletín una botella de tinto crianza navarro con su sacacorchos, que acompañó a los excelentes bocatas de tortilla de patata.
El vino buenísimo, a pesar de que tuviéramos que catarlo “a morro” por olvido de los vasos pero...bueno.
Ya de regreso pasado Saint Pée, cogemos una carretera secundaria que nos acerca a San Juan de Luz. Tras rápida parada para disfrutar del bello paisaje marítimo de Sokoa, al final de esta preciosa población cogemos una carretera local que nos llevará al “Chemín des Crêtes”, en la que tendremos que ascender un durillo y continuado repecho hasta la cima pero que queda compensado con nueva “paradiña” para gozar de las extraordinarias vistas del litoral.
Reanudamos la marcha para atravesar ya en Hendaya la línea de playa y el puerto deportivo, cuando alguien me llama por mi nombre.
Es el amigo Manolo “el medio francés o más bien entero, jeje “que iba paseando con Thérèse y que me reconoció a pesar de mi disfraz txirrindulari.
Tras los correspondientes saludos y fotos de rigor, los despido para seguir a la caza de los fugados, que sin esperarme habían metido “la primera” para no perder el topo, unos en Hendaya, otros en Ficoba, sin previo aviso y sin saber nada unos de los otros.
UN VERDADERO CAOS!!!
Uno no puede dejarlos un minuto, se desmadran a la primera.
En resumen, otra etapa por Iparralde de puro disfrute por nuevas carreteras con menos coches que vamos conociendo y todos encantados de la experiencia de visitar bonitas poblaciones por bellos caminos de paisajes con caserones y palacetes impresionantes.
Hasta Patxi “novatillo” aún en el mundo de los “dopaos eléctricos” acabó súper feliz.
Agradecer a JOS las magníficas fotos que sacó con su OLYMPUS y que he añadido al reportaje fotográfico.