Mágico Valle del Angorrilla e Impresionante Estrecho del Hocino. Anthercas

Accedemos desde Riopar por la CM-412 hacia Salobre y Reolid, aparcando junto a la Casa y Molino de Prado Grande (38°33'5.69"N 2°30'2.78"W).

Partimos hacia la aldea de Zapateros, la pista va tomando altura a partir del Embalse de Zapateros, remansa las aguas de los Arroyos de las Crucetas y las Yeguas. Un zorrico se nos cruza en el camino poco antes de pasar junto a los operarios dedicados a labores de silvicultura y de hacer un alto en el Collado (1505 m) comprendido entre el Cerro del Judio y la Almenarilla; con vistas del Pico Almenara (1796 m); entramos en un precioso pinar bajo el Portillo de Los Perros.

Iniciamos el descenso pasando junto a un abrevadero; con 12,3 km, ante la Piedra del Grito (1675 m), dejamos la pista junto al barranco por una trialera con terreno muy roto y pedregoso en su primera parte y matorralero en la segunda, desciende vertiginosa convirtiéndose en pista al maravilloso Valle del Río Angorrilla.

Pedaleamos raudos por el encinar, dejando atrás varios cortijos en distinto estado de conservación; el valle se ensancha en el Cortijo de Andrés y su nave ganadera, donde vadeamos el Arroyo de las Torcas; dejamos en curva las ruinas del Cortijo de la Blanca; por la pista (Cañá la Verea), seguimos a la derecha sin cruzar el puente de la vereda (Km 19) sobre el Angorrilla, bajo el restaurado Cortijo del Turrero.


En el cruce con la pista a Vianos, seguimos pedaleando paralelos al Angorrilla, el valle se abre para mostrarnos las cercanas ruinas del Cortijo de Rebolloso. Llegando a El Batan vemos el largo acueducto del precioso Molino de Angorrilla (privado). Desde los Cortijos de Aguamala, el olivar toma presencia hasta la carretera (CM- 412) de Reolid a Salobre; seguimos por la derecha cruzando Reolid; a su salida tomamos un sendero en desuso atajando a la carretera de entrada al Balneario de Benito y El Acebuche.



Entre los Cerros del Hocino y La Cabezada, la carretera se introduce a la altura del Cortijo del Hocino, en el estrecho que porta su nombre siguiendo el curso del Río Salobre. Vemos varias cabras montesas en las paredes de enfrente, sobre los cuchillos que conforman el desfiladero. La carretera está cortada al tráfico pero no paso de las bicis,


Cruzamos la población de salobre saliendo por el Cortijo de los Alpargateros, pedaleamos paralelos al Río de las Crucetas (al unirse al Río Ojuelo más abajo, pasa a llamarse Río Salobre) y su pequeño pero profundo cañón; vemos enfrente las instalaciones abandonadas de albergue y campamento, desde la pista irregular y poco transitada que da servicio a los cultivos. Dejamos el asfalto por la derecha, cruzando el puente y remontamos varios repechos entrando en un olivar; seguimos en descenso desde el cruce de pistas a las Parideras, cruzando entre nogales de vuelta y por asfalto a la salida.

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