Montes Obarenes desde la ermita de La Esclavitud

Los montes Obarenes abarcan desde las hoces del Ebro en Sobrón hasta las Conchas de Haro, aproximadamente unos 30 kms. La ruta que hemos hecho se desarrolla por la zona este de esta cordillera.

Salimos del área recreativa de la Virgen de la Esclavitud, donde dejamos el coche y nos dirigimos hacia San Felices donde se suele celebrar la famosa batalla del vino, para acercarnos después al monasterio de Herrera, un convento de clausura habitado por monjes de la orden camaldulense.
Luego llegamos a Villalba de Rioja y pasando por la charca de incendios subimos al mirador Balcón de la Rioja donde hay un refugio muy bien conservado y desde donde se disfruta de una amplia panorámica de la llanura de Haro y sus alrededores, incluso se ve con total claridad le ermita donde hemos dejado el coche.
De aquí nos trasladamos hacia Miranda de Ebro pasando por las peñas de San Juan del Monte y posteriormente dirigirnos hasta cerca de la localidad de Orón donde rodamos paralelos a las vías del tren hasta cerca de Cellorigo, y cruzando la carretera LR-209 junto al monasterio de San Miguel del Monte subimos a Peñalrayo, cumbre situada a 956 mts. que cae en picado sobre la llanura riojana. Una plataforma con vistas a los viñedos y los pueblos riojanos de los valles del Oja y Tirón, entre los que destacan Sajazarra con su castillo medieval, Cellorigo enclavado bajo una inmensa peña caliza, Casalarreina, Haro...pueblos emblemáticos llenos de historia y como no de tradición enológica.
En este monte se encuentra también un monumento en recuerdo a Félix Rodríguez de la Fuente.
Bajamos pasando bajo la impresionante pared de esta cumbre y llegamos a Galbárruli, y tomamos rumbo a las peñas de Gembre, dos hermanas gigantes que vigilan el valle, y ya, pasando por la finca El Ternero, una isla burgalesa que pertenece a Miranda de Ebro, rodeada por la comunidad riojana, nos acercamos hasta el punto de inicio.

Con la satisfacción de esta magnifica ruta y de haberla compartido con buenos amigos, nos toca dar cuenta de un buen bocata mientras comentamos los avatares de la misma y diseñamos próximas salidas. Para ello tenemos a nuestra disposición las magníficas instalaciones de este área recreativa.

Quiero destacar que ha sido una vuelta preciosa que no deja indiferentes ni siquiera a los lugareños, porque nos acerca a numerosos rincones con encanto seguramente desconocidos. Eso sí, hay que ir con el zoom puesto en el GPS, porque en cualquier momento se deja un camino para girar a la derecha y de pronto a la izquierda, y según estás bajando vuelves a subir, siempre buscando el camino o sendero más disfrutón, con toboganes y trialeras, subidas cortas pero intensas, bajadas largas y rápidas. Y vuelta a girar de repente para coger otro sendero que pasa casi inadvertido... y en todo momento acompañados de un paisaje y un entorno realmente impresionante.

La ruta la calificó de difícil por la distancia y desnivel, a pesar de hacerla con bici eléctrica. También lo digo porque yo no soy muy habilidoso en las zonas trialeras. En este sentido cada uno debe hacer su propia valoración. Habrá a quien le parezca incluso light. Lo que es seguro es que vas a gozarla.