Probando nuevas rutas a Orio por la margen izquierda del Oria.

En la búsqueda de nuevos caminos por la margen izda del río Oria, esta vez en lugar de ir de Santu-Enea a la ermita de San Esteban, continúo por la ctra de la dcha hasta dar con la Erroizpe Erreka.
Tomo a la izda la pista de tierra ,algo embarrada pero ciclable, que asciende paralela a la regata hasta terminar ,para mi sorpresa, en la presa Erroizpe (a la que llegan varios manantiales), que abastece parcialmente al casco de Usúrbil, después de pasar por los depósitos de San Esteban (el resto viene ya tratada de la potabilizadora del Añarbe).
Había varios operarios trabajando en la presa, me dicen que acababan de construir una escollera para evitar desprendimientos de tierra a la regata y ahora estaban sustituyendo la vieja tubería de uralita por otra de polietileno.
Retrocedo por la misma pista para luego por ctra ascender por el barrio de San Esteban hasta el caserío más alejado en el que acaba la carretera: Lartzandieta.
Continúo ascendiendo por la pista del gasoducto, ahora a pie pero solo unos centenares de metros pues lleva bastante barro y tiene su buena pendiente.
Después de disfrutar de sus maravillosas vistas, retorno hacia el caserío, encontrándome sobre el terreno con cantidad de calabazas de todos los tamaños, formas y colores.
Saliendo de su granja saludo al que resulta ser el propietario del caserío (Koldo) que me dice que hice bien en darme la vuelta pues es una pista siempre con mucho barro.
Me invita a ver su pequeña granja en la que me encuentro con miles de polluelos, separados en dos parcelas independientes: los más chiquitines de solo un día y, al lado, los de una semana.
Resulta ser una persona muy activa y deportista también (ahora menos con plena dedicación al caserío) pues además de haber corrido varios triatlones (airoman) tiene sus andanzas de txirrindulari en solitario por el Himalaya hindú. Interesante!!!
Después de agradecerle por todas sus atenciones ,incluido el obsequio de la calabaza, me despido feliz de él y de su madre.
Al iniciar el descenso empieza a lloviznar, así que acelero el ritmo de vuelta a casa.