UN TRANQUILO PASEO EN BICICLETA POR LA HUERTA MURCIANA.

Una de nuestras principales riquezas es la huerta, una huerta que está deseosa de que la descubran, una huerta trabajada por manos laboriosas, encallecidas y rostros agrietados por el sol; una huerta rica y próspera con ese elemento que nos hace diferentes, nuestra gente. Esa gente que trabaja a diario la huerta para que podamos disfrutar de esas verduras, frutales, cítricos, etc., no olvidemos que la huerta comienza por ahí, con el trabajo de nuestros agricultores.

Desde cualquier punto de la propia ciudad de Murcia se puede iniciar un fácil recorrido y adentrarnos rápidamente en un entorno de paisaje huertano. Un pequeño viaje en bicicleta por distintos puntos y lugares de nuestra huerta murciana, disfrutando de ella, recreándonos en sus paisajes, de los aromas a floración y del ambiente que nos ofrecen los caminos, carriles, veredas, senderos, etc.
Este bonito recorrido de algo más de 26 kilómetros, tiene como hilo conductor la huerta, con algún pequeño tramo de sendas y pistas de tierra, sin olvidar el río Segura y su fácil ciclar por su mota.
Un conjunto de carriles, caminos, etc., que adentrándose por la huerta más próxima al casco urbano, se convierten en un bonito recorrido huertano.
En este caso el itinerario se inicia próximo a una gran superficie de la Avda. Juan Carlos I, para ir en busca del Cabezo de Torres, a través de la Avda. Reino de Murcia hasta la rotonda de los Cubos, para seguir una pequeña senda asfaltada que se la conoce como el Carril Antoñejos y que nos llevará hasta las estribaciones de esta localidad murciana.
Circundamos por su vertiente sur esta localidad del Cabezo de Torres y proseguimos en dirección Monteagudo por el camino Acequia del Caracol, aunque antes de alcanzar esta localidad perteneciente al municipio de Murcia, hacemos una pasada el parque natural de los Polvorines de Monteagudo.

En esta área recreativa podemos encontrar además de numerosas pistas y sendas, un bello espacio natural que surge como un oasis en medio de la huerta monteagudeña, cuajado de pinos y con la infraestructura necesaria para que los vecinos de la pedanía puedan cocinar y celebrar comidas.
Tras un breve recorrido por algunos caminos de este parque natural, callejeamos un poco para continuar en dirección a la localidad de La Cueva.
En esta localidad perteneciente Monteagudo, visitamos la ermita de Ntra. Sra. Del Rosario y justo a su espalda, nos llama la atención una solitaria montaña fragmentada.
Se trata de una antigua cantara que se utilizó para sacar las piedras de los cimientos de las casas que se levantarón entonces por la huerta y cuyos muros se levantaban con ladrillos de barro, conocidos por aquí como “atobas”.
Esta cantera estuvo activa hasta el año 1968, a sus pies se encuentra el Merancho del Norte, un azarbe que recoge las aguas sobrantes de los riegos de los bancales de la zona.
Dejamos esta localidad de La Cueva y comenzamos el regreso por el carril de las Palmeras, desde el, tenemos unas preciosas vistas de la ermita y de la cantera.
Continuamos por el carril senda de la Portada, una tranquila y larga recta que nos dá paso a la Avda. de Murcia.

Rápidamente dejamos esta avenida y continuamos por la calle del Aire, con el fin de ir a encontrarnos con la mota del río Segura.
Continuamos por el carril de Manresa, donde podemos observar unos campos perfectamente alineados y preparados para su regadío tradicional.
Siguiendo por el carril de los Navarros alcanzamos la proximidad del río Segura, columna vertebral de la huerta murciana, a partir de ahora continuamos por un estrecho, hermoso y solitario carril de la Torre, que casi sigue paralelo a la acequia de Benetucer. Poco después alcanzamos la mota del río y continuamos por ella en dirección al casco urbano de Murcia.
Tras alcanzar la Fica, descendemos una pequeña rampa que nos da acceso a un hermoso paseo fluvial a lo largo del paso del río Segura por el casco urbano.
Proseguimos sin dejar la mota del río hasta llegar a un punto donde encontramos una salida y seguimos por el carril de los Chornos, que sin dejarlo nos llevará hasta al carretera de la Ñora, pasando antes por la bonita parroquia de La Sagrada Familia.
A partir de aquí continuamos por una sucesión de carriles pertenecientes a la Albatalía y que nos llevará hasta el carril Palmeras, donde encontramos un puente elevado que cruza la autovía A-30 y por el alcanzamos el jardín de Bendamé Menor, dando por finalizada esta bonita y tranquila ruta.