Vuelta al embalse del Portillo entre cortijos y buitres

Vuelta escénica y entera por el Embalse de Portillo en la preciosa Sierra de Castril, pasando por los antiguos cortijos de la zona.

Ruta corta de 23 km y 800 metros de desnivel, en gran parte pistera, de dificultad fácil a moderada, con excepción de un kilómetro (km3 a km4), de dificultad técnica más elevada, que pasa por sendas antiguas y divertidas entre los cortijos de la ladera oriental del embalse.
Este tramo se podría evitar fácilmente, pasando en el km 3 por el cortijo Martín, pero sería una pena. Es paisajística- y técnicamente la guinda de la ruta. debido a este tramo califiqué la ruta como “difícil”.

Punto de salida: Castril de la Peña
El nombre de Castril viene del arabe Al Qastal (castillo).

Salimos desde el precioso pueblo blanco de Castril, por la Vereda de Pozo Alcón rumbo a Puentezuela.
Por unas rampas bastante duras dejamos las ultimas casas del pueblo atrás y siempre en subido se nos abren unas vistas bonitas al embalse y el muro de la presa, que ya dejamos abajo.
En 1.5 km nos tragamos casi 200 m de desnivel, pero siempre por buen firme. Frio ya no tendremos. 😊

Desde la cortijada de Puentezuela se abren las vistas sobre cultivos de olivos, almendros y frutales, tierra cultivada desde tiempos de dominio musulman.

Recuperándonos en ligera bajada nos dirigimos hacia el Cortijo del Perdigón que dejamos a nuestra derecha, bajando aun más ya por la ladera del embalse, el ruido del agua de varias acequias que caen aquí hacia el embalse nos acompañan y en verano darán frescor.

En el km 2,7 llegamos a una preciosa cortijada, construida sobre un acantilado encima del embalse. Un punto estratégico, que nos abre vistas magnificas sobre el embalse y valle adentro.
Vale la pena dar algunas vueltas andando, descubriendo siempre nuevas vistas.

Seguimos, y en km 3 bajamos por una curva aguda, donde la pista luego se transforma en una vieja senda, que conectaba los cortijos entre bancales de olivos agarrándose e esta ladera empinada que seguiremos durante el próximo km.
Es la parte más técnica de la ruta, pero en un ambiente inmejorable.
Viaja la imaginación de como tiene que haber sido la vida de estas gentes que cultivaban los bancales y vivían por aquí.

*Opción: Se podría evitar este tramo, siguiendo el camino horizontal en la curva aguada, donde pasaríamos opcionalmente por el Cortijo Martín. Técnicamente más fácil (y mucho menos interesante).*

En el km 3,5 nos encontramos con otro cortijo, pegado a un bancal de la ladera. Aquí hay una fuente con agua cristalina y fresca.

Seguimos la senda y pasamos por una ruina de otro cortijo, que tenía el lujo de un bancal plano y de tamaño considerable con pinos y frutales delante.

A partir de aquí mejora la senda y se convierte paulatinamente otra vez en pista que luego sube con algunas rampas duras ganando otra vez altura. Pasando por otros cortijos derrumbados llegamos al final a la pista principal que lleva al Nacimiento del Río Castril.

Paramos en el mirador (km5), siempre con vistas panorámicas sobre este embalse, que durante todo el año lleva mucha agua dado a la gran cantidad que llega de esta sierra cárstica, hasta en los meses más calurosos de verano.

Seguimos por el buen firme de la pista en bajada, dejando a la derecha el Cortijo de las Tabernillas.

En el km 7 llegamos al área recreativa al lado del Río Castril. Un lugar muy fresquito y agradable en verano.

Llegados al km 8 dejamos la pista que lleva a Cortijillos (donde se come divinamente, opción recomendable!) y al Nacimiento, y por una pista buena empezamos la subida hacia Los Madroñales. Ganamos altura, y a nuestra derecha se nos abren buenas vistas hacia la impresionante Cerrada del Buitre, .. y efectivamente el nombre no engaña, estos majestuosos animales planean por el cielo.

Seguimos siempre la pista, debajo del Cornital. No hay perdida.
Bonitas vistas hacia el Puntal del Risco al otro lado del valle, rocoso guardián en la entrada hacia el corazón de la sierra.
En el km 12 y en la mitad de la ruta llegamos al punto más alto del día con 1200m.

Desde aquí nos espera otra buena bajada rodando El Cerrón, cono montañoso se levanta en la orilla del embalse. Siempre por buena pista pasamos por varios cortijos en ruinas, viendo arriba los picos del Tornajuelo y del Pico del Buitre. Mientras el embalse siempre nos muestra otras de sus muchas caras.

En el km 18 finalmente termina la pista en la carretera de Campo Cebas a Castril. Disfrutamos 2 km de curvas divertidas en bajada por el asfalto. Es como ir en moto, siempre el embalse delante. Pasamos por el muro de la presa y entramos al pueblo, donde ya nos espera una cerveza fresca, y bien merecida….
¡A pedalear!