De Murcia por la carretera de Mazarrón hasta la RM2 y vuelta

Ruta por carretera desde Murcia hasta el cruce de la carretera de Mazarrón con la autovía RM2 (Alhama-Fuente Álamo-Cartagena)

Salgo del Jardín de Salitre o de la Pólvora, en Murcia. Este parque está ubicado en los terrenos de la antigua fábrica de la pólvora, y además de dos edificios de aquella época, destinados ahora a dependencias municipales y al Museo Taurino, cuenta con paseos, parterres con variadas especies arbóreas, un lago con una isla, juegos infantiles, un laberinto hecho con setos, un jardín de estilo musulmán, una fuente, una terraza/cafetería, una antigua chimenea industrial, y hasta un parking subterráneo.

Para ir en dirección oeste, tomo, junto al Malecón, en la margen derecha del río, la Vía Amable 1.

Por el Camino de Funes me dirijo hacia la Era Alta, luego a San Ginés, para llegar al Polígono Industrial Oeste, de Alcantarilla.

Parada en Decathlon para comprar equipo de ciclismo.

Continúo hacia Sangonera la Verde. A las afueras de esta localidad tomo la carretera de Mazarrón.

Se pasa por varias pequeñas poblaciones, alguna aldea o caserío: Molino de la Vereda, El Cañarico, Casas Nuevas de la Costera y Los Ventorrillos.

Finalmente decido dar la vuelta en el cruce de esta carretera con la RM2 autovía que une Alhama de Murcia con Cartagena, donde ya se acaba la Sierra de Carrascoy que ha ido acompañándonos a nuestra izquierda unos cuantos kilómetros.

Es un itinerario muy llano, sin dificultad, pero prácticamente íntegro por carretera. Y la de Mazarrón tiene tráfico.
Para los “carreteros” es común hacer esta ruta y disfrutarán del entrenamiento y el paseo.
Para los que no somos “carreteros” no la recomiendo, pues aunque se recorre un buen tramo paralelo a Carrascoy de bellas vistas, y se pasan varios pueblos, me parece un poco monótona y algo peligrosa por el tráfico.

En general los conductores de turismos y camiones están bastante concienciados con el respeto al ciclista, y algunas señales avisan de que en esta ruta es fácil encontrárselos. Pero es suficiente con que un conductor se despiste o haga caso omiso a las recomendaciones de adelantamiento de ciclistas, para que nos llevemos un susto, como poco.