GRAN CANARIA 3/ Guayadeque- Marteles- PICO DE LAS NIEVES- Roque Nublo- Tirajana- La Fortaleza

Una jornada mayúscula por el interior grancanario dando cuenta de la cumbre de la isla, el Pico de las Nieves, con sus casi 2000m+, y visitando un buen puñado de parajes de lo más impresionantes.
La salida de Arinaga rumbo al muy fotogénico pueblo de Agüimes. Mucho tráfico por Vecindario y luego una pequeña tachuela y de visita por el casco histórico del bello pueblo. Se enlaza enseguida con la carretera que se adentra en el monumental Barranco de Guayadeque y que apenas lleva tráfico.
El avance tendido y los alisios que igual soplan en todas direcciones. Más arriba se cierra y mucho el barranco, haciendo acto de presencia el 'frescalor' jeje. Ahora el viento entra por la cola y eso se agradece, acabando por meterme en la Montaña de las Tierras, un pequeño poblado de casas-cueva lleno de historia y hoy fin del asfalto con algunos bares-cueva donde se arremolinan los turistas.
Aquí comienzan las hostilidades por una rampa cementada que se empina sin fin. Alguna parada para respirar y echar alguna foto y algún tramo en que la cosa se relaja algo. Luego se acaba el alquitrán y un buen trecho de pista en general en no muy buen estado y con tramos muy empinados. El avance muy trabado hasta salir, más adelante, a una carreterilla que da servicio a algunas casas-cueva.
Con cerca de 1500m+ en las piernas gano por fin la carretera que sube a la cumbre. Estoy en la cara Norte de la isla y el viento sopla fuerte y las nubes se han apoderado de todo. Voy sin comida y sin apenas agua, me pongo toda la ropa que llevo y venga arriba, ahora más tendido, hasta llegar a la Caldera de los Marteles. Hay un puesto de venta de productos típicos y me inflo a comer higos y miel.
Más animado afronto la parte final de la subida al mítico Pico de las Nieves, al principio con cuestas importantes y luego más llevadero hasta llegar al cruce y sencillo hasta lo más alto.
El viento me vuela a mi y a todos los ciclistas que hay. Las nubes veloces dejan paso a instantes mágicos en los que aparecen, imponentes, el Teide y Roque Nublo envueltos en las nubes.
Pelado de frío la bajada dirección San Bartolomé de Tirajana. Paradas obligadas en los Llanos de la Pez y en Roque Nublo. También en el cruce de caminos de Ayacata, un lugar como tantos otros en la isla, mágico. Pasada La Plata se gana el collado de Cruz Grande para entrar en la parte alta de Tirajana. En un suspiro entro en el Pueblo de San Bartolomé, donde me uno a Pro, que hoy tenía curro y ha subido a 'rescatarme' en sentido contrario.
En el bar La Cueva caen una fabada y un potaje, y las papas arrugás y el queso de cabra que no falte, que nos saben a gloria bendita. Luego, ya en marcha, sigo la rueda de Pro, que me mete por una pista alquitranada con una pendiente de vértigo y nos adentramos en El Tunte, un lugar exuberante lleno de palmeras y casas típicas. Llegamos a Rosiana y más abajo a Santa Lucía, y pasado este pueblo tomamos un desvío a derechas para ir a buscar La Fortaleza, un peñon espectacular horadado por todas partes. Las fotos y deshacemos camino y, ya de vuelta a asfalto, toca pelear con el incesante viento, que nos zarandea cada vez más conforme vamos dejando el abrazo de las montañas, hasta entrar en Vecindario y más abajo al punto de partida en Arinaga.