GVL AITANA encadenada /clásica/ Tudons- Arbre- Forata- Partegat- Paso del Contador

Sella 8:30a.m. No hace frío. Tampoco veo a nadie a mi alrededor. ¡Qué extraño!? He olvidado algunas cosas, nada indispensable. Es así como inicio la ruta por la carretera del Puerto de Tudons. 5kms/200m+ al cruce con el Valle de Tagarina. Lo tomo y más arriba nuevo cruce para tomar la carreterilla que se empina y venga a subir dirección las antenas. Algunas paredes interesantes y ya bien alto desaparece la brea y la pendiente se suaviza. Un bonito mirador y un poste que cierra el paso. Del otro lado nace un sendero entre pinos que avanza a un nuevo cruce. Se puede ir arriba o abajo, y ambas decisiones pueden llevar a perderte. Le tiro arriba y hay que caminar, pues el pedrerío es importante y el desnivel le anda a la par en importancia. No tengo prisa...
Se llega a una plana que bordeo y la senda sigue arriba y nuevo cruce, y a izquierdas la pista estupenda que acaba por meterme en un mas-hotel rural. No visito el imponente Pou de Neu y sigo mi camino por pista bien sentada que lleva directa al Port de Tudons.
Sopla viento pero no llega a ser molesto. Al bajar dirección Alcoleja enseguida a derechas una buena cuesta alquitranada y ya estoy en la cara Norte de la Aitana. El termómetro baja a 8ºC y los pies se resienten jeje. Las vistas increíbles desde lo alto de gran parte de la comarca del Comtat y todas las montañas.¡El tesoro alicantino!!
Llego a la Font de l'Arbre, alguna foto y ya encaro las duras cuestas que llevan a la Font de la Forata. Xino xano voy salvando las paredes y así llego a la deseada fuente, cota más alta de la ruta, agua y mandarinas. Echo el rato junto a unas senderistas tan simpáticas que podría casarme con ellas😍con todas😱
Ya en faena por el Sender Botànic del Passet de la Rabosa, más conocido entre los ciclistas como la Senda de los Gatitos, por la de zarzas que hay y lo estrecho, que sales siempre en carne viva... A ratos camino y a ratos también. Algún trecho montado, los menos. Igual voy eclipsado de tanta belleza. Echo fotos a diestro y siniestro. Sin duda es pura magia lo que respiro. ¡Impacta!! Poco a poco bajando el celestial sendero, ido del mundo...
Cuando se acaba la senda se cruza un riachuelo sobre unas tablas y se sale a camino que baja empinado, y a derechas hay una caseta apoyada en una colosal piedra y delante tiene un Pou de Neu. Lo han vallado y puesto una puerta, y, justo cuando llego, su dueño (de la caseta, el terreno y la valla y puerta) que la está cerrando. Lo saludo y comenzamos a hablar.
Tiene algún año más que yo, pero parece mucho más mayor. Su cara irradia felicidad y habla por los codos. Del presente de su casa y de las cosas que pasaban hace ya muchos años, cuando éramos jóvenes y recorríamos la Aitana arriba y abajo, por sus runares y demás alegrías. Viaja en bici eléctrica y lleva alforjas, donde mete cosas necesarias para su caseta.
Iniciamos la bajada juntos y en el desvío en la Font de Partegat seguimos dirección la Font del Molí de Benimantell. Al tiempo se para para hinchar una rueda y nos despedimos.
Ahora voy escuchando música con los cascos. No sé ni qué hora es, y lo que me queda de carrera, de veces que lo he hecho, que podría poner el piloto automático. Ahí voy tan tranquilo ya por la antigua área de acampada y más allá el circuito tan fabuloso de sendas que acaban metiéndome en la pista, al principio alquitranada, que sube al temido Paso del Contador. Encaro el mito tarareando canciones buenísimas. Sin prisas y sin referentes de otros ciclistas, a mi manera, de tranqui... Se va endureciendo la pendiente hasta la traca final ya en la parte alta. Una vez arriba la satisfacción y las fotos.
En la bajada me paro en el primer cruce a izquierdas que hay: la entrada en una senda que lleva a Sirventa y que hace mucho que no tomo. El primer tramo es bastante heavy, y más con la Grizl. Luego se suaviza el susto y es toda una gozada, de normal con pendiente negativa y unas vistas del Barranc de l'Arc que quitan el hipo! Se llega a una enorme casa, y, tras girar bruscamente a derechas, por pista la rápida bajada que me acabará devolviendo al camino principal. Ahora sí, sólo queda dejarme caer hasta el pueblo de Sella, donde voy directo a El Casino a reponer fuerzas con su excelente cocina y mejor trato.