Picos de Europa. Espinama-Puertos de Áliva-Sotres-Bejes-Potes-Turieno. 17-JUL-2022

Entre Asturias y Cantabria discurre esta ruta variada, con pistas y carreteras. Grandes subidas y descensos prolongados, vastos panoramas, prados ríos y arboledas. No es una ruta circular.
Salimos de Espinama por una empinada pista que sube en dirección Norte hacia los Puertos de Áliva. La subida tiene tramos de mucha pendiente en los primeros kilómetros, algunos de cemento estriado y otros de tierra bien prensada. A los tres kilómetros se llega a un paraje llamado Los Invernales de Igüedri, con una fuente y abrevadero, ideal para llenar el bidón de agua fresca. Siguiendo la subida, a 500 metros hay una Portilla del Boquejón, con un paso canadiense en mal estado. Seiscientos metros más arriba llegamos a otra fuente con abrevadero, la de los Asturianos. A su derecha sale un desvío a Mogrovejo, pero continuamos la pista que sube al Norte. Estamos en el Parque Nacional de los Picos de Europa, en la zona de Cantabria de los Puertos de Áliva, y poco después de un kilómetro llegamos a un cruce: la pista a la izquierda indica el Refugio de Áliva; nosotros continuamos por la pista derecha, a Sotres. Dos kilómetros de subida quedan para llegar al punto más alto de la ruta. Las praderas de los Puertos con el ganado pastando a su antojo son la estampa del viaje. Siete kilómetros y medio desde el comienzo. Ahora la pista baja entre los prados y durante otros 7,5 km descendemos por terrenos variados. Dejamos Cantabria para entrar en Asturias, continuando por la pista amplia que tiene un tramo bastante pendiente y muy pedregoso un poco antes de llegar a Las Vegas del Toro o de Sotres, una aldea de pocas casas. En el kilómetro 15 de nuestra ruta, en los Invernales de Cabao, termina la bajada y comienza el ascenso por una pista que enseguida llega a la carretera de Sotres. Una subida de cinco kilómetros que pasa por el curioso pueblo de Sotres, colgado en una ladera en la Sierra de la Caballar. Pueblo fotogénico y turístico. Luego sigue el ascenso para llegar al Collado de la Caballar, con una escultura que conmemora el final de una etapa de la Vuelta. Después seguimos en leve ascenso por la carretera hasta el kilómetro 20 de esta ruta. A la derecha de la carretera, ya en terreno de Cantabria, hay una pista, a Vau los Lobos. Por ella vamos durante 8 km, en leve descenso y llaneando, atravesando el extraordinario hayedo de Valdediezma. La fuente anunciada no tiene agua en este verano sofocante.
Más adelante comienza un descenso de diez kilómetros hasta la carretera del desfiladero de la Hermida. El descenso se inicia en la pista, con tramos cementados y asfaltados de pendientes considerables, hasta el pueblo de Bejes que se ve allá abajo, muy abajo, frente al pueblo de La Quintana. Pasado el pueblo sigue una carretera con gravilla reciente que continúa bajando. Hay que tirar de frenos con mucho cuidado para no deslizarse en las curvas. Se llega así al pueblo de la Hermida en el desfiladero de ese nombre, a orillas del río que lo ha labrado, el Deva. La carretera es la N-621 que se dirige al Sur hacia Potes. Por ella vamos en falso llano, asfixiante por el exceso de calor veraniego, durante 20 km hasta Potes y después a Turieno, fin de la ruta.