Quintueles-Covadonga (por Cordal Peón, La Campa,...)

Una alternativa al “clásico” Camín a Covadonga, por aquello de variar un poco. Ruta realizada con bici de gravel. Discurre por carreteras con poco tráfico y pistas de grava. No presenta dificultades técnicas.
Salimos de Quintueles en el cruce de la N-632 con la VV-1. En apenas 3 km enlazamos con el Camín señalizado por “Garrapiello”. En el Alto del Curbiello las señales te invitan a bajar por el viejo camino real que sale a mano izquierda pasadas las casas, pero en el primer tramo la senda presenta cierta dificultad por lo que optamos continuar por carretera.
Una vez abajo y pasado el río España cogemos la carretera de la derecha (VV-8). Pronto veremos el desvío a la derecha que indican las señales del Camín, pero como sabemos que tiene tramos malos y de empujar continuamos por la carretera para afrontar un prestoso puertín, que aunque solo tiene 4,2 km presenta una pendiente media del 8,4 % de la que casi no baja hasta llegar arriba, así que piano piano.
En el Alto de La Cruz abandonamos el Camín a Covadonga “clásico” cogiendo la pista que sube a la derecha y por la recorreremos el Cordal de Peón. Al Alto de Fumarea (AS-331) no llegamos por muy poco, ya que hacemos un giro de 180º para seguir subiendo por la nueva pista rumbo al Alto de La Campa, al que llegamos en rápido descenso. Cruzamos la carretera (AS-267) y cogemos la AS-357 que comienza con una cerrada curva de izquierda. Sobre 150 m salimos de frente por un camino de grava en subida. Será casualidad, pero cada vez que llegamos a un “alto” seguimos subiendo. Eso sí, vamos a disfrutar de unas amplias vistas, si el tiempo lo permite. A Pandenes llegamos tras 18 km de pistas solo interrumpidas por los 2 km de asfalto de la bajada al Alto La Campa y algún tramo puntual de hormigón.
Enlazando carreterinas sin tráfico llegamos al guapo y turístico pueblo de Torazo, que nos coincide a mitad de ruta y donde tendremos la posibilidad de hacer un avituallamiento, cosa que primero puede ser difícil.
En Vallobal retornamos al Camín a Covadonga. En Soto de Dueñas cogemos el Camín de la Reina que con una buena señalización e intercalando bonitos tramos de camino nos lleva a Cangas de Onís.
En esta ocasión al llegar a La Vega de Los Caseros cruzamos la carretera a Cangas de Onís (N-625) para continuar por el camino que “por detrás” nos lleva hasta la carretera AS-262 que finalmente nos conduce a la Basílica de Covadonga.
Aunque es una ruta fácil, tiene sus cuestinas y sus kilómetros y nos puede sorprender.