06.Celucos- Camijanes

Tramo por los pueblos y paisajes abiertos del bajo del Nansa que permite observar diversos tipos de obras hidráulicas y formas de aprovechamiento de la energía fluvial.
Principales objetivos de la visita:
* Celucos: fuente–lavadero junto al arroyo. En el barrio de la Molina queda un molino transformado en fábrica de electricidad. Integrados en el mismo núcleo, restos transformados de los barracones que se utilizaron para alojar a los reclusos que trabajaron en la construcción del canal y casa cuartel para sus vigilantes.
* Puente de la Herrería, construido en 1755, consta de un gran arco principal y tres menores (hoy cegados). Pequeño humilladero en su culminación.
* Rábago: casa de estilo francés construida hacia 1900. En la misma finca subsiste un molino.
* Puente el Arrudo: construcción de piedra de tres ojos.
* Cades. Ferrería: permite conocer el proceso de fabricación del hierro y observar las máquinas hidráulicas del siglo XVIII. Junto a ella, casona de los Rubín de Celis (s. XVIII) y panera sobre seis pies, la mejor conservada de la región (no visitables).
Iglesia de S. Juan Bautista (ábisde gótico, espadaña barroca).
* Otero: ruinas de la iglesia de San con canecillos románicos.
* Cabanzón: Torre medieval rodeada por un muro defensivo; uno de los mejores ejemplos de este tipo de Cantabria. Buen conjunto de arquitectura civil.
* Puente de Tortorio, de un solo ojo y sin pretil, construido en 1761.
* Camijanes: núcleo con caserío disperso por distintos barrios. Edificios civiles de interés. Retablo barroco popular en la iglesia.

Descripción:
Primer tramo (de Celucos a CA-281: 1,9 km). Por carretera de escaso tráfico a través de un entorno variado con alternancia de praderías y arbolado. Paso bajo los tubos de la central de Celis (400 m ida y vuelta desde el puente) y cruce del Nansa por el vistoso puente de la Herrería.
Segundo tramo (por la CA-281 hasta Puente el Arrudo, 3,8 km). Desaparecido el antiguo camino histórico, hay que andar por la carretera. En gran parte del recorrido existe una acera bien delimitada aunque entre la presa de Palombera y Rábago sólo se dispone de un exiguo arcén. Buenas vistas hacia el embalse y presa de Palombera y hacia las montañas de la margen opuesta. La senda cruza parte del caserío de Rábago que contiene varios elementos de interés, antes de proseguir hasta Puente el Arrudo bordeando el Nansa y su bosque de ribera.
Tercer tramo (Puente el Arrudo-Cabanzón: 4,8 km). Casi todo el recorrido por carreteras locales o buenas pistas. Se llega a Cades a través de una amplia llanura aluvial ocupada por mieses. Luego la senda asciende hasta el barrio de Otero que domina un área ondulada ocupada por prados rodeadas de árboles o setos. Algunas buenas panorámicas hacia el valle.
En el área de Cabanzón el paisaje, más transformado, ofrece amplias vistas hacia Sur: Sierra de la Collada con sus extensos eucaliptales y estribaciones calcáreas de Arria, Peñarrubia y Picos de Europa.
Cuarto tramo (Cabanzón–Camijanes: 2,6 km). Los primeros 600 m se hacen por una pista cementada en dirección al Nansa a través de un eucaliptal. El resto por carreteras locales. Cruce del río por el puente del Tortorio que permite observar el estrechamiento que experimenta el valle a partir de este punto. En la margen opuesta un denso encinar, que se va bordeando hasta las cercanías de Camijanes, recubre la ladera.
Dificultades/Advertencias:
No presenta ningún problema técnico.
Buena parte del recorrido se hace por carreteras. Ello puede resultar incómodo en las de carácter local aunque el riesgo es moderado ya que hay poco tráfico. Sin embargo, 3,5 km transcurren por la CA-281 que en algunos sectores carece de acera. En este tramo es preciso caminar en fila prestando la máxima atención ya que los vehículos pasan a muy escasa distancia generando una situación de peligro constante.
Dadas sus características, esta etapa es apta para ser realizada íntegramente en coche.