10.- Tarazona - Talamantes

A la sombra del Moncayo.
Nos despedimos de la catedral de Tarazona para seguir el Camino de la Veracruz hasta Talamantes.
Vamos compartiendo itinerario con el “Caminos del Alma Veruela”, GR 91. 1, GR 260 “Vuelta al Moncayo” y varios PR (pequeños recorridos).
Con la presencia permanente de nubes que ocultan al Moncayo vamos cambiando de ambientes: desde campos de cereal amarillentos a colinas desarboladas reverdecidas por las abundantes lluvias primaverales; desde bosquetes de chaparros y encinas a los quejigos cuando nos acercamos al Parque Natural del Moncayo.
Pasamos Vera del Moncayo y a los 15 minutos dejamos nuestra actividad caminera para empaparnos de misticismo monacal visitando el monasterio de Santa María de Veruela: una maravilla.
En Alcalá del Moncayo tuvimos otra mala aventura: pretendíamos acortar camino sin pasar por el pueblo y los mapas nos llevaron 50 m por un camino inexistente comido de zarzas.
Los últimos 8 km nos llevan a Talamantes por un camino rural asfaltado que sería insufrible caminarlo a pleno sol estival; a nosotros nos pareció tan bonito a 17 grados, con cielo encapotado y viendo señales de tráfico que avisan de peligro por nieve.
Días después, y ya en casa, me falto tiempo para descargar y leer con avidez y emoción “Cartas desde mi celda” de Gustavo Adolfo Becquer, un texto romántico y vibrante relatando su estancia en el monasterio de Veruela esperando que los aires del Moncayo le alargaran la vida y relatando su viaje, en diligencia de Tudela a Tarazona ( nosotros caminando), la visita a la Plaza del Mercado y en caballería por los pueblos que nosotros veíamos a lo lejos en el Somontano a la derecha de nuestra marcha y que afianzaban su romanticismo: los carboneros de Litago, las leñadoras furtivas de Alcon y la doble historia de Trasmoz con su impresionante mítico castillo y sus historias de brujería.