100 Cims - Montcau

Montcau - Matadepera

Desde el parking caminaremos unos 400 metros hasta llegar a la Caseta de la Mata, donde encontraremos unos lavabos públicos antes de empezar la ruta. Desde aquí empezaremos a subir y en unos 300 metros estaremos en un cruce, el Coll d'Estell. Seguiremos rectos, dejando de lado el camino que veremos a nuestra derecha, que es el de vuelta. Hay que estar atentos ya que a los pocos metros y a la izquierda del camino está el sendero para subir al Montcau, veremos un cartel indicador y que el camino está acotado con cuerdas, para proteger la flora y la fauna de la zona, ya que es una ruta muy transitada y así se evita que el paso de las personas se note tanto.

La subida desde aquí al Montcau es un poquitín pronunciada, tendremos que superar 120 metros de desnivel en 700 metros. Para el que no esté acostumbrado lo pasará un poquitín mal, pero esta es toda la subida de la ruta.

Las vistas mientras subimos son magníficas; delante nuestro el Montcau, que cada vez está mas cerca; a la derecha Montserrat, impresionante si lo pillamos en un día despejado; a la izquierda el Pic del Vent; y detrás La Mola con el Monasterio de Sant Llorenç del Munt arriba del todo, recomiento llevar prismáticos.

El tramo final para subir hasta la cima del Montcau es un poco complicado ya que nos tendremos que agarrar a las piedras para llegar hasta arriba. Ya en la cumbre es bastante probable que el viento sea bastante molesto, así que foto rápida, apuntamos nuestros nombres en el libro, disfrutamos de las vista lo que el viento nos permita y ... a bajar.

Para bajar al camino iremos por el mismo sitio por donde hemos subido, y tendremos que destrepar con mucho cuidado, vale más arrastar el culo y agarrarnos a las piedras que están más salidas que lamentar una caída del quince. Es mejor ir haciendo eses que bajar en linea recta.

Ya en el camino otra vez, iremos dirección a La Mola, el camino vuelve a estar delimitado con cuerdas y el descenso en suave y sin complicaciones ni destrepes de ningún tipo. Son unos 500 metros aprox. hasta llegar al Coll d'Eres. A medida que vayamos bajando abandonaremos el paisaje pelado para adentrarnos en zona boscosa.

El Coll d'Eres es una gran encrucijada de caminos, y a la vez un lugar ideal para hacer un pequeño tentempié. Teniendo el monumento a Jacint Verdaguer delante nuestro, si seguimos rectos iremos hasta La Mola, a la derecha volveremos a la Caseta de la Mata y por la izquierda, llegaremos a la Cova Simanya Gran.

Como nuestro próximo destino es la Cova Simanya, bajaremos por el camino de la izquierda unos 200 metros y cuando nos crucemos con un torrente, el Canal del Llor, lo atravesaremos y seguiremos por un sendero hacia la izquierda, hay que estar atentos, ya que es fácil pasarse de largo.

Este sendero hasta la Cova Simanya Gran está bastante vestido de vegetación al principio, pero luego se abre y se despeja totalmente. Si vamos con niños hay que tener cuidado en un tramo que es un poco inclinado y con bastante caída hacia la derecha, mejor ir pegaditos a la pared cuando lo veamos mal.

En pocos minutos llegaremos a la Cova Simanya Gran, hay un poste indicativo, pero si miramos a la izquierda la veremos, es muy evidente. Si la queremos visitar tendremos que grimpar para acceder a la entrada y como no, imprescindible llevar un buen frontal o linterna que ilumine bien. Una vez dentro, cuidado con la cabeza, ya que hay galerías que son bajitas y tendremos que ir agachados para no darnos un buen golpe. Sobre todo respetemos la naturaleza y no queramos dejar ningún recuerdo de nuestra visita a esta cavidad.

Cuando salgamos de la cueva, destrepamos hasta el camino y volvemos por el mismo sitio que hemso bajado hasta el Coll d'Eres, la subida es un poco acentuada, pero es el último esfuerzo que haremos, así que adelante!!!

En el Coll d'Eres de nuevo iremos por el camino que va al Coll d'Estenalles. En pocos metros dejaremos la sombra de los árboles y volveremos a un camino totalmente pelado de vegetación. La vuelta es tranquila y plana, un poquitín larga ya que son casi dos kilómetros, pero repito que son muy cómodos. Además podremos disfrutar de las vistas a La Mola y si nos giramos veremos pequeñas siluetas intentado llegar al Montcau, que cada vez se hace más pequeño.

Ya en La Caseta de la Mata, podemos ir al lavabo antes de subir al coche o tomar otro pequeño refrigerio en la parte con bancos previo a nuestro regreso a casa.

Una ruta fácil pero que hay que tomársela con calma para no pasarlo mal en la subida y poder disfrutar de las vista. Recomendable para todas las edades.