100 Cims - Sant Patllarí

100 CIMS - SANT PATLLARÍ (Pujarnol - Pla de l'Estany)

Para llegar hasta nuestro destino y punto de partida, tenemos que ir hasta Pujarnol (Girona). Cuando pasemos el punto kilométrico 6 de la GIV-5247, a unos 450 metros aproximadamente, a nuestra izquierda, veremos una pequeña señal para ir a Pujarnol. Un pequeño camino de tierra nos lleva a una gran esplanada donde podemos dejar el coche. A la vuelta me encontré una cadena en el camino de entrada, por suerte se podía quitar y saqué el coche sin problemas. Justo cuando dejamos la carretera y giramos para tomar el camino de tierra, hay espacio suficiente en la cuneta para dejar el coche y no molestar a nadie.

Una vez preparados, volvemos hacia la carretera. Entre las cañas y un poco oculto, hay un cartel, Porqueres Camins a Peu. Aquí tenemos el itinerario que vamos a realizar. Salimos a la carretera y caminamos por ella durante unos 600 metros. La GIV-5247 tiene poquito tráfico, pero aún así, tenemos que ir por nuestro lado izquierdo y bien atentos por si acaso. Pasamos junto a una granja de donde salen dos perrazos a saludarnos, menos mal que eran amistosos, y un poquito más adelante vemos una camino de tierra que sale a nuestra izquierda, con un cartel indicando Sant Patllarí, y un poste de madera con la indicación Porqueres Camins a Peu Itinerari 3. Dejamos la carretera y seguimos por esta pista de tierra.

Un poquito más arriba del inicio de esta pista de tierra, tenemos una zona estupenda donde dejar el coche, quizás mucho mejor que donde lo dejamos nosotros. Eso ya cada uno que elija el mejor sitio que le parezca. A lo lejos y medio escondida entre los árboles, podemos ver el Puig. Mientras vamos subiendo, vemos unos ponis en unos campos que hay a la derecha del camino.

Dejamos el Puig detrás nuestro y continuamos el camino, ancho y en muy buen estado. Además, hoy llevamos a otro acompañante en la ruta. Al aparcar en Pujarnol, aparecieron dos perretes, y uno de ellos no se ha despegado de nosotros, así que hoy seremos uno más en la ruta jejeje. Como el collar que lleva solo tiene un numéro de teléfono, lo vamos a llamar ... Firulais. De momento, llevamos poco más de 1,5 kilómetros y la ruta es una delicia, la subida es constante, pero el desnivel positivo es muy poco, por lo que se sube sin problemas.

Cuando llevemos 1,7 kilómetros aproximadamente, a nuestra derecha veremos el camino de acceso a Les Comes, nosotros no tenemos que ir hacia allí, así que seguimos por el camino principal. Después de pasar Les Comes, un poquito más adelante, llegamos a otro desvío. A nuestra izquierda hay un camino que nos lleva a Can Camós. Nosotros, nuevamente seguiremos por la pista principal. Justo en el cruce, hay un poste con un cartel señalizando Sant Patllarí por la pista donde estamos. A la izquierda, escondidos entrela vegetación, dos burros que están en los campos de Can Camós nos miran al pasar. A nuestra derecha, a lo lejos, podemos ver la Torre de Pujarnol.

A unos 400 metros después de pasar Can Camós, veremos un estrecho sendero que sube por nuestra izquierda, tenemos que ir por él y dejar la pista ancha por la que hemos ido subiendo hasta ahora. Además de un poste con una flecha amarilla indicando este sendero, también hay un rudimentario pero efectivo cartel, atado en el tronco de una encina, indicando el camino hacia El Mirador. El sendero se vuelve mucho más irregular que la pista por donde hemos subido hasta el momento. Curvas bastante seguidas, piedras, raíces por el camino, piedras sueltas ... ¡mola!

Pasamos junto a una puerta metálica con dos señales, es la parte trasera de Can Camós. Nosotros seguiremos subiendo por el sendero, que pasa a la derecha de Can Camós. Ahora el sendero nos lleva por una zona de bosque empedrada y totalmente tapada por la vegetación. A unos 500 metros después de pasar la puerta metálica de Can Camós, a nuestra derecha, vemos un caminito que sube hacia El Mirador, así que vamos a ver que vistas tenemos desde allí. Desde el mirador, podemos ver Banyoles y un poquito del Estany de Banyoles, los árboles casi lo tapan por completo, que lástima.

Continuamos subiendo por el sendero hasta que, a unos 300 metros del mirador, salimos nuevamente a pista ancha por donde subíamos al principio. Aquí tenemos una bifurcación, nosotros iremos por la izquierda, subiendo dirección Sant Patllarí. Si no nos hubiésemos desviado para subir por el sendero que va al mirador y hubiésemos seguido por la pista ancha, habríamos acabado en este punto. Pasamos por otra bifurcación, ahora iremos por la derecha, de nuevo siguiendo por la pista ancha. Un poste con flechas azules y amarillas nos servirá de referencia.

La pista nuevamente es muy ancha y en perfecto estado, mientras vamos subiendo nos cruzamos con varios ciclistas que hacen la misma ruta que nosotros pero en mountain bike. La subida en esta parte de la ruta se nota algo más que en el resto, pero tampoco es demasiado fuerte, se sube bien y de forma cómoda. Terminamos la subida, y vamos por un pequeño caminito a nuestra derecha que nos lleva directos al Cim.

Junto a Sant Patllarí hay un pequeño cartel bastante marraneado por incívicos, donde podemos conocer un poquito sus características y historia. Junto a la ermita de Sant Patllarí, hay un pequeño refugio libre. Nosotros entramos un momento a dar un vistazo. En la parte baja hay una barbacoa donde encender fuego y poder comer, y en la parte de arriba los dormitorios. Esto eran las antiguas estancias del ermitaño que habitaba en la ermita. Sant Patllarí (646 m.).

Una vez que acabamos de ver Sant Patllarí, tenemos que seguir por un caminito hasta dar con el sendero de bajada. Aquí nos liamos un poco y tuvimos que ir un poco en plan jabalí. Dejamos Sant Patllarí detrás nuestro y luego hemos de girar hacia nuestra izquierda hasta salir al camino, no fueron más de 20 metros lo que tardamos en dar con el buen camino. Ya hemos terminado toda la subida de la ruta, así que ahora toca bajar todo el desnivel positivo que hemos hecho, pero a diferencia de la subida, que ha sido casi toda por pista de tierra, la bajada será por un estrecho y serpenteante sendero, con alguna que otra desgrimpada.

Después de un entretenido primer tramo de bajada, salimos a un camino ancho, por el que seguiremos rectos. Me llamó mucho la atención en este tramo, que hay curvas en las que hay variantes para ciclistas y senderistas, indicadas con sus señales de madera, vaya lujazo. Avanzamos hasta salir al Coll Tallat, aquí iremos por la derecha. El tramo por el que vamos ahora es super chulo, el camino va por en medio de un bosque de encinas muy jóvenes. De vez en cuando tenemos alguna que otra pequeña subidita, pero muy poquita cosa.

Vemos un cartel indicando otro mirador, así que nos desviamos unos metros para ir hasta allí. Si desde el primer mirador solo podíamos ver un poquito de Banyoles y el Estany ... desde este vemos mucho menos, los árboles y la vegetación están tan asalvajados que nos tapan las vistas. Aún así, alcanzamos a ver un trozo de la carretera y de la Torre de Pujarnol.

Ahora el camino nos lleva a una zona del bosque donde hay unas formaciones rocosas muy curiosas. Enormes bloques a ambos lados del camino cubiertos totalmente de musgo. Después del tramo de formaciones rocosas, el camino vuelve a bajar. En los árboles hay señales con la flecha amarilla para indicarnos el camino, aunque éste es muy evidente y no lleva a confusión.

Un cartel nos indica el Pi Gros, así que vamos a verlo. A la izquierda del camino este pedazo de pino. De vuelta al camino, bajamos hasta salir a un claro donde giraremos a la izquierda para llegar a la carretera. Una vez en la GIV-5247 giraremos hacia nuestra izquierda para regresar al inicio de la ruta. Es un tramo de unos 900 metros, aproximadamente. Como pasan ciclistas y algún que otro coche cogemos a Firulais y lo ato con Barbie para que no lo atropellen. Pero Firulais es mucho más listo de lo que nos pensamos y consigue desatarse poco antes de llegar a Pujarnol, y se vuelve a su casa después de hacernos de guía durante toda esta ruta.

Una ruta sencilla, sin ninguna dificultad técnica, asumible para todas las edades. Sólo tenemos que estar atentos en los cruces para tomar la dirección correcta. Si os animáis a hacer esta ruta y os entráis con nuestro amigo Firulais, hacedle unos cuantos mimos de parte nuestra, y si dudáis en algún cruce, él os indicará el camino correcto.

Distancia: 7 kilómetros 200 metros
Desnivel: 250 metros
Duración: 2 horas 30 minutos