Gondomar y Vilaza. Del Campo da Feira al Pazo de O Barreiro
near Verdeal, Galicia (España)
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Waypoints
Camino viejo de Vilaza
Tramo que desde las inmediaciones del Puente de Rosas, pasando por Secas, salía en dirección a O Portelo, en Vilaza. De este camino, conservado en gran parte del trazado, salían dos variantes desde Secas: una en dirección al puente de O Bravo y otra en dirección oeste a enlazar con el que desde el crucero de Mañufe sube por el pazo de Fontán. Este, conocido como Matavacas, era profundo y fue cortado en 1943 con la explanación del campo de fútbol de As Gaiandas
Parroquial de Santa María.
Esta parroquia, que fue coto en el siglo XII y posee numerosos y muy importantes pazos, no tiene gran arquitectura religiosa. La parroquial es una edificación de traza humilde, tanto a nivel de planta como en los alzados. La planta es un rectángulo con orientación naciente-poniente a la que se le adosó, en la fachada septentrional, la sacristía. La capilla mayor, también rectangular, tiene superior altura que la nave y cubierta a cuatro aguas apoyada en una cornisa perimetral de distinta moldura al resto de la edificación. Esto pudiera ser consecuencia de las distintas etapas constructivas y reconstrucciones sufridas. Se sabe que la iglesia actual fue reconstruida sobre otra anterior, más pequeña, en el XIX, siendo la fachada occidental, trazada en un esquemático cruce de estilos barroco y neoclásico, de 1821. Esta fachada es casi igual a la de Santa María de Chaín, levantada en 1860. Sobre la puerta de la rectoral se conserva el dintel de la anterior datada en 1749, casualmente el mismo año en que se construyó la portada de acceso al pazo de Piñeiro, en Peitieiros.
Calvario de A Carballeira
Sin duda, es el calvario más importante de los pocos que existen en el Val de Miñor y el segundo, entre los datados, más antiguo de Galicia. Aunque generalmente se mplazaban en una zona alta y se correspondían con la última estación de un Vía Crucis en este caso no es así. Se sitúa al margen izquierdo del camino que desde la parroquial subía a Pampillón, en lo que fue una antigua carballeira. Acondicionado en 1996, el monumento, datado en 1668 en uno de los pedestales (BENTo LVIS ME HCo A SV COSTA 1668), está formado por tres piezas. Las dos posteriores más sencillas y menos ornamentadas, con inscripciones muy erosionadas, comparten simbología con la central. Esta, la principal, consta de todas las partes exigidas para la definición más completa de crucero. En la cara frontal de la base otra inscripción: CARITAS/SE PINTO Y ALAMBRO A/DEVOCION DE VICENTE/MOREIRA. SIENDO CURA D. DO/MINGO FERNANDEZ. AÑO/ DE 1904. Sobre esta, en el chaflán: OMNIBUS. En el fuste diversas referencias en relieve a la pasión de Cristo y en la cruz, sobre un original capitel, un Cristo vivo y muy plano en el anverso, con los pies paralelos y apoyados y con las manos clavadas; en el reverso, una cruz en bajo relieve que abarca la totalidad de los palos de la que da soporte al Cristo. En ambas caras, más simbología de la Pasión. En todo el monumento no se conserva resto alguno de policromía. Total, un monumento que pertenece a los cruceiros de la élite formada por la centuria de 1600, solo 22 años más nuevo que el Cruceiro da Vila, en Gondomar
Presa y cruceiro do Barreiro
Presa. Abasteció de aguas de regadío a las tierras del pazo de Barreiro. El doble aprovechamiento de la superficie en dos planos, el inferior para el agua embolsada y el superior para emparrado de viña armada sobre dos soportes pétreos que arrancan del interior de la presa, nos da idea del valor que en tiempos tuvo la tierra para el campesinado. Es un curioso ejemplar de pieza constitutiva del ciclo del agua en la vida campesina. Crucero. Sencilla cruz alta asentada directamente sobre el muro que delimitó la finca del pazo respecto del camino. Preside una encrucijada y ante ella, como sucedía tantas veces cuando los difuntos salían desde las correspondientes casas en dirección al cementerio, paraban las comitivas fúnebres para recibir un responso.
Pazo de O Barreiro
Aunque se ha publicado que su fundación podía proceder de finales del XVII o principios del XVIII, parece ser que fue el clérigo D. Francisco de Arines Troncoso Bugarín, nacido en 1728, quien lo construyó. Sobre él instituyó un mayorazgo D. Remigio Ramón de Arines, señor del Pazo de Pampillón . Es un edificio con planta en forma de L transformado por los muchos añadidos y reformas. En una esquina del patio, próxima a la portada principal y con acceso desde el patio y desde el camino exterior se sitúa la capilla, fundada en 1752 bajo la advocación de San Luis y San José. El Pazo, que posee diversas edificaciones adjetivas, ocupa la parte más alta de una gran superficie de terreno aterrazado y mantiene unas composiciones en los alzados muy propias del barroco, con zócalos, esquinales, recercados de huecos, cornisas y columnas resueltas en granito visto y el resto de paños ciegos encalados. La casa, en deficiente estado de conservación, conserva dos blasones con las armas de los Arines, Troncoso, Ceta, Soutomaior, Acuña y otros.
Molinos de Moreira
A muy poca distancia del grupo anterior y en tiempos formando parte del mismo paisaje, próximos al puente del actual camino asfaltado, existen restos de otros dos de los denominados de “herdeiros”.
La fuente de O Capitán
Fuente de tipo “cabaliño”, de buena labra, con lavadero y abrevadero para animales mandada construir en granito del país, bajo viña en parra, por el comandante retirado de los ejércitos de Isabel II y defensor de la restauración de los Borbones durante el sexenio revolucionario José Salgueiro Fernández. Se levantó en el año 1867, frente a la casa en la que nació, en A Rochela.
Fundas de Sarmiento
En el monte O Picoto se mantienen los topónimos “fundas” y “covas” que sustituyen al medieval “grovam” citado en un documento del siglo XII. Los tres son indicio de transformaciones artificiales en la topografía del lugar. Estos pronunciados cortes en la tierra, a los pies de A Mourisca, son vestigios conservados de una mina romana a cielo abierto en busca de oro, que según el investigador Gustavo Pascual Hermida pudo estar en activo hasta el Bajo Medievo.
Camino de O Bravo
Pasando por el citado barrio y cruzando el río de Vilaza comunicaba desde hace siglos, y todavía lo hace, los de As Gaiandas y Ameixeira.
Ponte de O Bravo
A poca distancia de los molinos, unos 120 m. aguas arriba del acueducto, se emplaza este pequeño puente peatonal. Cada uno de los dos tramos adintelados está formado por otras tantas losas apoyadas en estribos con espolón. En una de las losas, partida en el año 2016, tenía grabado en bajo relieve el texto: AVE MARÍA. Existe constancia de su existencia en la primera mitad del XVIII, aunque muy probablemente sea anterior
Puente y lavadero de Rosas.
Puente. Donde actualmente se emplaza un paso peatonal en acero y madera existió antes otro de piedra, derribado en 1937 por una crecida del río, que fue puente para carruajes. El lavadero fue uno de los lavaderos comunales, públicos de la villa. Su procedencia debe ser el siglo XIX. El ingeniero Ramiro Pascual lo recoge en el plano del “Proyecto de Reforma y Ensanche de la Villa de Gondomar” firmado en junio de 1900.
Parque de A Feira
A este recinto se traslada en el año 1883 la feria que se venía celebrando en A Paradela. Para ello se formaliza un contrato de arriendo con el propietario del terreno el cual es anulado en 1885 por lo que, tras diversos trámites entre los que se baraja retornar a la Paradela, el ayuntamiento en 1892 se hace definitivamente con una superficie en el lugar de más de 3.000 m2 que se amplían en 1911 y en 1925. En la década de los cuarenta se acondiciona y urbaniza, mejorándolo y sustituyendo algunas especies arbóreas en los sesenta. En la década de los noventa, tras la casi desaparición de la feria de ganado, que durante sus últimos años se traslada a las Cercas, por donde ahora está la Estación de Autobuses, se transforma en el actual parque público.
El Cruceiro de O Portelo.
Fue una encrucijada de cuatro caminos que sufre transformación en el primer tercio del siglo XX con la apertura de la carretera que comunicó el lugar de Feira de Secas, en Gondomar, con A Areíña, en Vilaza. El crucero que pasó topónimo al lugar en realidad debió ser una cruz alta ya que los únicos vestigios recordados son los del pedestal asentado directamente en el suelo, sin plataforma. Se emplazaba en su etapa final en la parcela ocupada actualmente por la vivienda seriada situada más a suroeste de la urbanización, lugar al que debió ser trasladado desde el centro de la encrucijada.
Camiño da Costeira
Antiguo camino de carro, de considerable pendiente, que comunicaba las tierras cercanas a la Iglesia con la parte alta de la parroquia y con O Barreiro a través de O Guadarrama.
Muíños de O Bravo.
No se conoce con exactitud la fecha de fundación si bien se sabe que ya existían a mediados del XVIII siendo en ese momento, a decir del Catastro de Ensenada, los más importantes de la villa. Los molinos, con varios pies de trituración, dispusieron desde el inicio de vivienda para el molinero que más recientemente fue torpemente ampliada para dar cobijo a familias varias. Se trata de una pieza arquitectónica que inicialmente constaba de “inferno”, “tremiñado” y “andar”, construida totalmente en granito. Se alimentó siempre del agua de “A Levada do Bravo” que justo ante él tiene una desviación para abastecer al gran “cubo” trapezoidal de pavimento inclinado encargado de impulsar los tres “rodicios” que siempre tuvo. Fue un molino de maquila y de manera distinta a lo habitual los componentes de abastecimiento de grano y recogida de harina muestran un intento, relativamente reciente, de incorporación de la industria a procesos artesanales: la “moega” y resto de componentes de aportación de grano están construidos en hierro soldado; la “caixa”de “a moa” en mortero de cemento coloreado. El molino todavía conserva un “guindastre” para retirada y repicado de las “moas”; de los pocos del municipio.
Acueduto de O Bravo
Este canal transportaba agua de A Levada do Bravo para el regadío de las tierras del margen derecho del río Miñor hasta el antiguo mayorazgo de Baludío, en Mañufe. El acueducto, del siglo XVII, está formado por un arco central de medio punto, dos laterales tipo carpanel y dos aliviaderos en dintel. En las pilas centrales aparecen sendos tajamares aguas arriba.
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Una parte del camino no estaba accesible, por lo demás muy fácil de seguir con niños