13 CAMINO DE SANTIAGO FRANCÉS // BURGOS - HONTANAS
near Burgos, Castilla y León (España)
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Itinerary description
Los últimos pasos por la capital burgalesa nacen detrás de la catedral, en la calle Fernán González. Avanzamos hasta el arco o puerta de San Martín, de herradura en estilo mudéjar y muy restaurado en el siglo XX. Pasado el arco, doblamos a la izquierda para descender por unas escaleras a la calle Emperador. Algo más adelante continuamos, a la izquierda, por la calle Villalón, que desemboca en el paseo de la Isla, al pie del río. Cruzamos el Arlanzón y giramos a la derecha siguiendo su margen. Siempre
de frente, al pie de la N-120 por las avenidas de Palencia, José María Villacián Rebollo -junto al parque el Parral- y la calle de Villadiego, llegaremos hasta el desvío marcado como «Los Guindales. Vivero Forestal» (Km 3).
Lo tomamos, desviándonos a la derecha, y seguimos de frente por la calle Benito Pérez Galdós. Junto a la puerta del vivero forestal termina la ciudad y el asfalto se torna en pista. El Camino no entra en Villalbilla sino que tuerce a la derecha para salvar el arroyo Molinar (Km 5,9). Reanudamos la marcha para cruzar el puente sobre la circunvalación y vamos en busca del viaducto Arlanzón, obra de ingeniería de la autovía A-231 que pasamos por debajo (Km 8,6). Cruzamos el río y dejamos la carretera por un andadero paralelo que lleva a Tardajos.
Km 10,8. Tardajos, en tiempos de Roma, Tardajos fue, o pudo ser, una mansio de la calzada romana que unió Clunia (la burgalesa Coruña del Conde) con Juliobriga (la actual Reinosa). Superamos el pueblo por la calle del Mediodía, la plaza Leandro Mayoral y la calle Real Poniente. Nos dirigimos por carretera a la cercana Rabé. En el corto trayecto pasamos el río Urbel. Este cauce, que recorre más de 50 kilómetros por la provincia de Burgos, tiene poco caudal pero es muy amigo de desbordarse y encharcar sus
riberas. Tanto que antiguamente Tardajos y Rabé estaban separadas por un tramo de fango que dio pie a cantar: «De Rabé a Tardajos no te faltarán trabajos. De Tardajos a Rabé, liberanos Domine». Melódica estrofa que podemos canturrear hasta alcanzar Rabé de las Calzadas.
Km 12,6 por la calle Santa Marina sobrepasamos la fuente – decorada con veneras – hasta la plaza Francisco Riberas y salimos por Baldomero Pampliega. Lo que nos espera de ahora en adelante es, simplemente, la meseta castellana. Sin trampa ni cartón, con sus pros y sus contras. Largas rectas a más de ochocientos metros de altura sin más compañía que nuestra propia sombra y grandes extensiones de cereal sin horizonte aparente pero con multitud, eso sí, de perdices, alondras, cogujadas y demás aves con querencia a los cultivos. Saltarse la meseta implica romper la unidad del Camino y restar su sentido. Casi a tres kilómetros de Rabé, a mano derecha, se encuentra la fuente de Praotorre, donde se han habilitado unas mesas para el descanso (Km 15,4).
La pista continúa con su llevadero ascenso hasta alcanzar una zona más plana que da acceso al valle donde se asienta Hornillos (Km 17,9). La pendiente, la propia inercia y el peso de la mochila obligan a bajar con
cuidado la pedregosa cuesta, apodada Matamulos. Después de cruzar una carretera y el cauce del río Hormazuela entramos en Hornillos del Camino, población amoldada al Camino con una calle principal de paso orientada de este a oeste.
Km 20,6 en el verano de 1990, por iniciativa propia, Lourdes Lluch (que sigue acogiendo peregrinos durante el invierno en su albergue de Frómista) alquiló
aquí una casa para acoger a los peregrinos, experiencia que instauró la función de los hospitaleros voluntarios que, año tras año, desde entonces, colaboran desinteresadamente en los albergues de donativo.
A la salida de Hornillos, el panorama es similar al precedente: una interminable pista de parcelaria que asciende por la meseta cerealista. La única distracción
se encuentra a los bordes del camino, decorados por montones de piedra que sacan los agricultores de sus cultivos. Cinco kilómetros después de Hornillos nos encontramos con una cruz de Santiago (Km 25,5) y setecientos metros más adelante con el cruce hacia el albergue San Bol, situado a la vera del río del mismo nombre.
Km 26,2 tras una hora más de caminata llegamos, por fin, a Hontanas, agazapado y oculto hasta el último momento. El nombre de la población procede del término latino fontana, fuente en castellano. El sacerdote boloñés y asiduo peregrino (viajó a Compostela tres veces durante los años 1666 y 1673), Domenico Laffi, relató que en Hontanas los pastores rodeaban sus cabañas con un muro para defenderse de los lobos. Hoy, varios albergues, hostal y casa rural ofrecen comodidad y descanso al caminante del siglo XXI.
de frente, al pie de la N-120 por las avenidas de Palencia, José María Villacián Rebollo -junto al parque el Parral- y la calle de Villadiego, llegaremos hasta el desvío marcado como «Los Guindales. Vivero Forestal» (Km 3).
Lo tomamos, desviándonos a la derecha, y seguimos de frente por la calle Benito Pérez Galdós. Junto a la puerta del vivero forestal termina la ciudad y el asfalto se torna en pista. El Camino no entra en Villalbilla sino que tuerce a la derecha para salvar el arroyo Molinar (Km 5,9). Reanudamos la marcha para cruzar el puente sobre la circunvalación y vamos en busca del viaducto Arlanzón, obra de ingeniería de la autovía A-231 que pasamos por debajo (Km 8,6). Cruzamos el río y dejamos la carretera por un andadero paralelo que lleva a Tardajos.
Km 10,8. Tardajos, en tiempos de Roma, Tardajos fue, o pudo ser, una mansio de la calzada romana que unió Clunia (la burgalesa Coruña del Conde) con Juliobriga (la actual Reinosa). Superamos el pueblo por la calle del Mediodía, la plaza Leandro Mayoral y la calle Real Poniente. Nos dirigimos por carretera a la cercana Rabé. En el corto trayecto pasamos el río Urbel. Este cauce, que recorre más de 50 kilómetros por la provincia de Burgos, tiene poco caudal pero es muy amigo de desbordarse y encharcar sus
riberas. Tanto que antiguamente Tardajos y Rabé estaban separadas por un tramo de fango que dio pie a cantar: «De Rabé a Tardajos no te faltarán trabajos. De Tardajos a Rabé, liberanos Domine». Melódica estrofa que podemos canturrear hasta alcanzar Rabé de las Calzadas.
Km 12,6 por la calle Santa Marina sobrepasamos la fuente – decorada con veneras – hasta la plaza Francisco Riberas y salimos por Baldomero Pampliega. Lo que nos espera de ahora en adelante es, simplemente, la meseta castellana. Sin trampa ni cartón, con sus pros y sus contras. Largas rectas a más de ochocientos metros de altura sin más compañía que nuestra propia sombra y grandes extensiones de cereal sin horizonte aparente pero con multitud, eso sí, de perdices, alondras, cogujadas y demás aves con querencia a los cultivos. Saltarse la meseta implica romper la unidad del Camino y restar su sentido. Casi a tres kilómetros de Rabé, a mano derecha, se encuentra la fuente de Praotorre, donde se han habilitado unas mesas para el descanso (Km 15,4).
La pista continúa con su llevadero ascenso hasta alcanzar una zona más plana que da acceso al valle donde se asienta Hornillos (Km 17,9). La pendiente, la propia inercia y el peso de la mochila obligan a bajar con
cuidado la pedregosa cuesta, apodada Matamulos. Después de cruzar una carretera y el cauce del río Hormazuela entramos en Hornillos del Camino, población amoldada al Camino con una calle principal de paso orientada de este a oeste.
Km 20,6 en el verano de 1990, por iniciativa propia, Lourdes Lluch (que sigue acogiendo peregrinos durante el invierno en su albergue de Frómista) alquiló
aquí una casa para acoger a los peregrinos, experiencia que instauró la función de los hospitaleros voluntarios que, año tras año, desde entonces, colaboran desinteresadamente en los albergues de donativo.
A la salida de Hornillos, el panorama es similar al precedente: una interminable pista de parcelaria que asciende por la meseta cerealista. La única distracción
se encuentra a los bordes del camino, decorados por montones de piedra que sacan los agricultores de sus cultivos. Cinco kilómetros después de Hornillos nos encontramos con una cruz de Santiago (Km 25,5) y setecientos metros más adelante con el cruce hacia el albergue San Bol, situado a la vera del río del mismo nombre.
Km 26,2 tras una hora más de caminata llegamos, por fin, a Hontanas, agazapado y oculto hasta el último momento. El nombre de la población procede del término latino fontana, fuente en castellano. El sacerdote boloñés y asiduo peregrino (viajó a Compostela tres veces durante los años 1666 y 1673), Domenico Laffi, relató que en Hontanas los pastores rodeaban sus cabañas con un muro para defenderse de los lobos. Hoy, varios albergues, hostal y casa rural ofrecen comodidad y descanso al caminante del siglo XXI.
Waypoints
Comments (8)
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Ruta larga que ha sido más amena con os andarines d'aragon
Muchas gracias JULIUS VERDIS por tu comentario y valoración. Un abrazo.
Hola
Tal vez vaya en estos próximos días
Buenas noches. Seguro Silvia que te encantará, a mí todo el Camino me fascinó.
Muchas gracias por tu comentario y valoración y si te ha gustado mi publicación me puedes seguir ya que todo el Camino lo tengo por etapas. Un abrazo.
Gracias por tu contestación tan rápida
Un placer poder hacerlo.
Si voy hacer el camino, ya voy en el tren para Burgos donde me quedé en septiembre
Buenas noches. Qué tal Silviaidoia cómo llevas el Camino, me imagino que lo habrás terminado ya. Un abrazo.