183 ✅ Exhaustos entre argoma y lapiaz | Motas del Pardo | Castro Mosquía | Castro Palomera | Nevero del Poyuelo | La Churra

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DE UN VISTAZO
A la cumbre Motas del Pardo, perteneciente a los Montes de Somo o Traslaloma, le sigue una línea de cumbres en dirección NW-SE: Castro Mosquía y Castro Palomera, –que junto con Castro de la Boluca componen el macizo de Castros del Horno–. A continuación viene el pico Nevero del Poyuelo donde se inicia el largo cordal (S-NE) de la llamada Sierra de Guzmántara que tiene en el Pico de la Churra su cota más alta. Estas altura cierran por el sur el valle de Las Machorras por cuyo fondo va la carretera que por el puerto de Estacas de Trueba comunica las merindades con tierras pasiegas. En paralelo al asfalto corre el arroyo Pardo el cual, recogiendo las aguas de otros arroyos menores, dan lugar al río Trueba. Al norte, dominando el valle, la silueta del Castro Valnera y los Cubadas; detrás, El Picón del Fraile y Peña Lusa.

RESUMIENDO
En un recodo del camino, justo después del puente de Gostelario, iniciamos la ruta hacia la cumbre de Motas del Pardo; desde aquí regresamos sobre nuestros pasos hasta la Colladía del Pardo para ascender al Castro Mosquía donde, por su vertiente opuesta, bajamos al collado del Horno para encarar el Castro Palomera cuya cumbre la cubre un agreste lapiaz. Al frente de esta cima, separada por el collado de Cantos Blancos, se eleva el Nevero de Poyuelo. Paso a paso perdemos altura y desde este collado alcanzamos esta cima de la Sierra de Guzmántara. Ahora, solo nos queda recorrer el cordal hasta dar con el buzón y vértice geodésico del Pico de La Churra. Toca descender y lo hacemos campo de argoma a través hasta alcanzar las cabañas, y de ahí, por ancho camino, al asfalto, cerca ya del punto donde iniciamos la marcha.

PASO A PASO | WAYPOINTS
[0.0 km] Inicio | INICIO
[2.0 km] Colladía del Pardo | COL | COL
[3.1 km] Motas del Pardo | MOTASDP
[4.8 km] Castro Mosquía | CASTROM
[5.1 km] Collado del Horno | COL
[5.7 km] Castro Palomera | CASTROP
[6.1 km] Senda | SENDA
[6.9 km] Poza abrevadero | POZA
[7.4 km] Nevero del Poyuelo 1505 | NEVERODP
[7.8 km] Cota 1514 | 1514
[10.3 km] Pico de La Churra | CHURRA
[10.6 km] Descenso | DESCENSO
[11.5 km] Vado torrentera | VADO
[12.0 km] Camino | CAMINO
[13.1 km] Asfalto | ASFALTO
[14.0 km] Fin

PASO PASO
Los montes que rodean el Valle del río Trueba presentan en invierno un aspecto feroz. Pensábamos que en pleno verano la cosa sería distinta pero, nos equivocamos.

Puntual llego el amigo balasitxo a la cita en Espinosa de los Monteros. Echamos las mochilas en uno de los dos coches y salimos en dirección al Puerto de Las Estacas de Trueba. Dejamos de lado el desvío al Portillo de La Sía, atravesamos el núcleo rural de Las Machorras, obviamos la subida al Portillo de Lunada y, por la estrecha carretera que recorre el valle, pasado el puente Gostelario, ya bastante arriba, orillamos el vehículo.

[0.0 km] El día se presenta radiante y la temperatura para andar, de momento, no molesta. Después de caminar unos metros por pista de hormigón continuamos por otra de tierra para enseguida girar en busca del la Colladía del Pardo o Los Colladíos [2.0 km].

El itinerario sigue en moderado ascenso. Llegando a la cumbre el camino se borra al pasar una turbera y, cuando ésta acaba, aparecemos junto al buzón de Motas del Pardo [3.1 km]. Estamos en medio de un mar de montañas. El terreno no lo tenemos muy andado así que pocas son las cumbres a las que podemos dar nombre. Eso sí, la que predomina sobre toda las demás, el Castro Valnera, nos trae a la memoria buenos recuerdos de excursiones pasadas.

Regresando al collado nos disponemos a abordar la siguiente cumbre: Castro Mosquía. No sabemos por donde atacarla. Sus laderas presentan fuerte inclinación. Encontramos una trocha que seguimos pero, al llegar a un punto desaparece, así que no nos queda más remedio que tirar ladera arriba, a las bravas y entre argoma. Avanzamos como podemos. La subida se hace penosa hasta que alcanzamos un resalte rocoso y desde ahí, la cumbre queda cerca [4.8 km].

Estamos en una de las esquinas del triángulo que forman los tres Castros. Al este queda el Castro de la Lobuca y al sureste, el Castro Palomera al cual ahora nos dirigimos. El descenso resulta más fácil que la subida y pronto estamos en el Collado del Horno [5.1 km], al pie de la siguiente cumbre. Ahora sí, un sendero traza varias revueltas y en un santiamén nos hallamos en la cota sin buzón del Castro Palomera [5.7 km].

La cima se extiende hacia el Este mostrando un incómodo lapiaz. Lo atravesamos buscando el camino más fácil. Rodeamos una profunda torca y, saltando entre rocas, por donde mejor podemos, salimos a un pequeño hayedo y de ahí a la senda [6.1 km] cerca ya del collado de Cantos Blancos. En este alejado rincón encontramos las cabañas más recónditas del valle; el tejado hundido y altos hierbajos trepando por sus muros…
Quien vivió aquí suponemos que no tuvo la mejor de las existencias.

Con estos pensamiento vamos subiendo por el sendero que se dibuja en la ladera de nuestra siguiente cima. En el fondo de una poza [6.9 km] sorprendemos a varios caballos abrevando en una exigua charca.

Poco a poco el camino se nivela y vemos próximos el buzón y vértice geodésico del Nevero del Poyuelo [7.4 km] desde el cual obtenemos una amplia panorámica sobre el Valle de Sotoscueva y la Puerta del Dulla.

Cambiando de dirección atacamos el cordal pasando primero por la cota 1514 [7.8 km] –que es esta la verdadera cumbre del Nevero del Poyuelo–.

La senda continua a lo largo del cresterío y va dibujando el perfil ondulado del mismo. Antes de la última cima se interpone una –como hablan los lugareños– pindia pendiente que, junto a los kilómetros acumulados, hace muy fatigosa la conquista del Pico de La Churra [10.3 km]. Llegando al vértice nos sentamos los tres en su base dando las espalda a los molinos y comentando los avatares de la ruta, pero nadie quiere hablar de lo que nos espera…

Mirando desde el borde la ladera [10.6 km] trazamos una línea imaginaria de por dónde parece estar el mejor camino –evitando en lo posible la argoma–, para mas tarde comprobar sobre el terreno que no existe un “mejor camino”. Descendemos y los primeros metros de brezo y gayuba dan paso a la temible argoma. Entre ayes y palabros que escritos quedan mal, pasando al otro lado de la vaguada a ver si por ahí [11.5 km]… Tras un viacrucis de mil cuatrocientos metros, llegamos a un providencial camino [12.0 km].

Llegar al camino y comenzar a diluviar fue todo uno. Desde el mediodía venía cerniéndose desde Cantabria un cielo negro; más tarde tronó, cayeron dos gotas, y luego fue el diluvio. Para cuando pudimos cobijarnos en una cabaña ya estábamos hundidos.

La tormenta cesó y el ambiente se inundó de olor a hierba, del campo. Salimos al asfalto [13.1 km] y casi paseando, cansados y sangrantes, entre bromas y risas llegamos al punto donde iniciamos esta ruta; que en invierno puede resultar muy difícil pero que en verano, tampoco es para venir a comer la tortilla.

IMPORTANTE
La pinchuda argoma va ganando terreno en los prados abandonados por los pasiegos. Hay tramos donde la argoma hace penosa la marcha, por lo cual, recomendamos llevar pantalón largo (a ser posible, puesto) si no quieres acabar con las piernas como el caballo del picador. El lado positivo es que te puedes venir a casa con la depilación definitiva ya hecha. Gratis total.

COMPOSICIÓN DE LA RUTA
33% Trochas
28% Caminos
23% Campo a través
16% Cemento y asfalto

TIEMPOS
Avance 5h 25min
Pausa 2h 58min

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