2010/11 ENE Tranco del Lobo desde Almiceran

Viniendo de Castril en dirección a Pozo Alcón por la A-326, a unos 8 kilómetros de Castril sale una pista a la derecha que indica El Almicerán, seguiremos por ella hasta llegar a un hotel restaurante bastante nuevo que lleva el mismo nombre, allí nos dejará el autobús. A partir de allí seguiremos esa pista y a unos 200 metros encontramos un cruce en el que se anuncia la Ruta de los Maquis, el cartel está un poco confuso. Nuestra ruta es la que continúa recta, dejando las que sale a derecha e izquierda.
Después de un kilómetro y medio llegamos al cortijo del Madroño y un poco después al Cortijo del Moral en donde encontramos una verja de hierro moderna que impide el paso por la pista a toda clase de vehículos. Seguimos esa pista en ascenso haciendo de vez en cuando pequeños y cómodos atajos. A medida que subimos las perspectivas son más amplias. Se empieza a ver toda la Sierra del Pozo, La loma del Cabañas, el Calar de Juana. Cuando se alcanza la cota de 1500 metros ya estamos en los llanos de El Almicerán. A partir de aquí la ruta es un disfrute para los sentidos: en primer lugar la meseta es bastante llana es un descanso después de 600 metros de subida, pero además es un paraje único; la orografía escarpada de las sierras de Castril y de Cazorla quedan quebradas en esta meseta. Ante nuestra vista se extiende un auténtico jardín, con inmensos prados salpicados de magníficos ejemplares de pinos laricios milenarios, algunos de ellos salvados de la tremenda desforestación que sufrieron estos bosques para la construcción de los buques de la Armada. Seguiremos disfrutando de esta meseta unos 4 kilómetros, hasta encontrar la puerta de una alambrada por la que penetramos. Continuando por un sendero llegaremos, en unos 100 metros, a El Tranco del Lobo. Una espléndida vista tenemos delante: Vado Carretas, Siete Fuentes, el Valle del Río Castril, la Cerrada de la Canaliaga, donde desemboca el Río Guadalentín (el Río de Dios).
En ese idílico lugar del Tranco del Lobo encontramos una inscripción que nos recuerda que Ramiro, el último maquis, rebelde e irreductible, vivió por aquellos parajes 13 años, sin la guardia civil lograra apresarlo a pesar de las numerosas batidas que hicieron con ese objetivo. Finalmente fue delatado por un pastor de la zona y abatido por la guardia civil. Después de muerto, lo bajaron cargado en una mula hasta Quesada, en donde fue expuesto públicamente (querían colgarlo) en la plaza. Era ya el año 1952, 13 años después de terminada la contienda civil.
Si el embalse de la Bolera lo permite, haremos la ascensión por el Río Guadalentín, pasando el Pantano de la Bolera. Llegaremos hasta allí por la pista forestal de El Hornico, que tomaremos pasando el camping de la Bolera. Bordeando el pantano ascenderemos a la meseta del Almicerán por un antiguo sendero, del que quedan muy pocos restos, pero que en poco tiempo nos permitirá alcanzar unos 1.200 metros de altitud, a partir de ahí podemos atravesar el Almicerán con muy poco desnivel. La bajada la haremos por el Almicerán.