2014-03-26 Sendero del manantial del Milagro, refugio Miramundos, Gargantón, rodeo cerro Gordo

Sendero del manantial del Milagro, refugio Miramundos, cabecera del Gargantón, rodeando cerro Gordo por el sendero de las Fuentezuelas.

Manantial del Milagro: ese círculo es debido a la búsqueda del manantial y posteriormente a los posibles pozos de nieve. Desde aquí se puede subir al sendero (waypoint “sendero”) en la cuerda, que es más cómodo.

El sendero entre el refugio y Piedras de Sol se pierde en algunos momentos, sobre todo al principio, que es prácticamente campo a través.

A partir de la Fuentezuela, se podría bajar y concluir la ruta por el río Gargantón, es lo más recomendable. Lo descartamos por ser una zona muy conocida por los participantes.

En el waypoint “senderos varios” se puede elegir entre varias alternativas, hay multitud de senderos y senderillos. Habría que investigar un sendero más arriba del que tomamos nosotros. Luego se enlazaría con la acequia que viene del nacimiento del Gargantón. También es una buena opción ir por la acequia hasta el nacimiento del río y bajar por el sendero paralelo al cauce hasta el puente.

Se recomienda dejar un coche en el inicio del sendero y otro en el puente, Son casi 200 m de desnivel en ascensión en dos kilómetros.

Desde el collado del puerto hay un precioso sendero que lleva hasta la cueva de los Lobos y luego el barranco del Gargantón, pudiendo llegar hasta el puente en una ruta más cómoda.

Lo más recomendable de la ruta es la zona de la Fuentezuela, cueva de los Lobos y barranco del Gargantón hasta el puente.

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Todavía hay sitios por descubrir en la sierra Mágina. En la anterior ruta, vimos el inicio de un sendero (el del manantial del Milagro), que luego pude ver perfectamente en las fotografías aéreas. Además, Juan José Frías tenía información del sendero a través de otras fuentes como los pastores. Por otra parte, encontrar el manantial del Milagro se resistía en las variadas visitas a la zona. ¿Para qué esperar más tiempo? Organizamos la ruta para un día frío, con nubes, pero espectacular con la suerte de que había nevado la noche anterior, pudiendo pisar nieve cual césped blanco recién estrenado, un placer al alcance de muy pocos.

Nuestros objetivos se cumplieron sobradamente en las primeras horas de la mañana. Enorme satisfacción. Nos faltó abrazarnos como los seguidores de la selección cuando marca un gol.

El resto de la ruta consistía en llegar al collado del Puerto y repetir el sendero que lleva a la cueva de los Lobos, lo más razonable para evitar un palizón de ruta y dado que el tiempo a los 2.000 metros era malo con la posibilidad de estar nublado. Vimos el refugio de Miramundos despejado, lo debatimos y nos decidimos por el plan inicial. Fue un acierto: las vistas siempre son bellas desde arriba, pero con el toque de la nieve eran más especiales.

La bajada desde el refugio de Miramundos pasa por unas formaciones rocosas que los lugareños llaman frailes y monjas, algunos chimeneas de hadas o agujas de roca y que nosotros íbamos asociando con una madre embarazada y el padre o… la imaginación no tiene límites. Nos regodeamos en estas formaciones en la cabecera del Gargantón y nos dio pena salir de allí, pero había que regresar a casa.

Tomamos la senda de las Fuentezuelas que lleva a Bélmez y rodeamos cerro Gordo con la intención de llegar al coche que teníamos en el puente sobre el río Gargantón. Teníamos un plan que fuimos modificando sobre la marcha pasando por más formaciones rocosas y por tierras de almendros y olivos. En esta zona hay varias posibilidades, siendo la mejor tomar la acequia que viene del nacimiento del Gargantón y bajar río abajo, pero por razones de tiempo escogimos una más aventurera.