2015-02-07 Torredelcampo (Cerro Miguelico), Peña la Fuente, Cuesta Negra. Arroyo la Cueva. Bañizuela

Torredelcampo, Cerro Miguelico, Peña la Fuente, Cuesta Negra. Arroyo la Cueva. Bañizuela

Ruta apropiada para un día con previsión incierta del tiempo (en este caso nieve) por unos terrenos sin dificultad técnica. Es ideal para grupos grandes, porque permite un seguimiento continuo con un coche de apoyo, en este caso, el de protección civil del Ayuntamiento de Martos, organizador de la ruta.

El CD La Pandera se ha ofrecido a diseñar estar ruta y participar en la misma asesorando a la organización

Merece la pena recorrer en cualquier época, pero me gusta especialmente en otoño con los zumaques y cornicobras con tonalidades rojas y ocres. El arroyo de la Cueva haya que hacerlo después de abundantes lluvias para disfrutar de las cascaditas y el discurrir del agua, y sobre todo la gran cascada. Se adjunta fotos de otras épocas.

JOYAS DEL MUNICIPIO DE TORREDELCAMPO

EL ARROYO DE LA CUEVA
Es un precioso sendero entre pinos, junto a un arroyo normalmente seco, pero muy agradable tras abundantes lluvias, destacando la cascada de más de cinco metros. Merece la pena hacerlo en otoño por las tonalidades de la cornicabra, pero lo más destacable es la diversidad botánica, los mismos arbustos que se encuentran en la Bañizuela.

EL MONUMENTO NATURAL BOSQUE DE LA BAÑIZUELA ES UN ENCLAVE NATURAL
Este paraje natural destaca por la antigüedad de muchos de sus ejemplares de árboles y arbustos, entre los que destacan los quejigos, coscojas, durillo, jazmín amarillo, clemátides y madreselvas. En la zona se sitúa un cortijo que da nombre al bosque y en el que se encuentra un ejemplar de árbol catalogado como «singular», el denominado Arrayán de La Bañizuela, con una notable consideración botánica. Otro de los elementos de gran importancia del lugar e indispensables para la declaración de Monumento natural es su suelo compuesto de calizas, dolomías y margocalizas pertenecientes al Jurásico.

Acoge, en sus poco más de dos hectáreas, una completa representación del ecosistema forestal mediterráneo esclerófilo de encinas y alcornoques.

En los alrededores de Santa Ana, al pie del cerro Miguelico, donde hubo un asentamiento, tenemos restos arqueológicos como:

NECRÓPOLIS VISIGODA DEL CERRO MIGUELICO
• En un promontorio rocoso situado al Sudoeste del Cerro Miguelico.
• Está formada por una veintena de sepulturas excavadas en la roca.
• De planta más o menos rectangular.
• Dotadas de una fosa de inhumación con forma antropomórfica y bancos laterales donde se apoyaba la tapadera. por lo general varias losas de piedra.
• El individuo era depositado recostado sobre las espaldas con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo y con una orientación Oeste - Este, como si el cadáver contemplase la salida del Sol.
• Los Visigodos reutilizaban las mismas sepulturas para varias inhumaciones, para ello solían amontonar a los pies de la sepultura los restos del anterior enterramiento, o bien se retiraban los restos del anterior enterramiento excepto el cráneo y otros huesos más significativos que se colocaban indistintamente a los pies o en la cabeza de la sepultura.
• Hay distintas tumbas en cuanto a tamaño, orientación y estructura.
• Debido a la irregularidad del terreno hay algunas tumbas que tuvieron que ser reforzadas en sus laterales con pequeños muros de mampostería.
• También hay pequeñas tumbas infantiles y otras enormes que debieron ser utilizadas como panteones familiares.
• También hay sepulturas islámicas donde el cadáver era depositado de lado sobre su costado derecho. Estas tumbas son más estrechas y orientadas hacia el Sur.
• Tumbas de época Visigoda S. VI-VII
• También hay tumbas de época musulmana S.VIII-IX

OPPIDUM DEL CERRO MIGUELICO
• Del siglo VI antes de Cristo se documentó una fortificación con bastiones semejantes a los de la Plaza de Armas de Puente Tablas.
• Presenta tres ocupaciones, Ibérica: mediados del siglo VI principios del V antes de Cristo; Ibero-romana: último cuarto del siglo I antes de Cristo y primera mitad del siglo I después de Cristo; y musulmana: siglos IX y X.
• Los Iberos levantaron un oppidum en un repecho de la ladera.
• Su origen parece que tuvo que ver con los conflictos que se dieron en aquel tiempo en que grupos de aristocráticos se disputaban el poder del territorio.
• En su lado Oeste se levanta la muralla ciclópea construida con grandes piedras en la época ibero-romana entre los siglos I a. C. y I d. C. con el objeto de reforzar las defensas del oppidum.
• Tras sufrir una profunda crisis entre los siglos I y II d.C., es abandonado parcialmente, trasladándose parte de su población a la ladera Noroeste y al actual solar de Torredelcampo.
• El asentamiento se mantuvo durante la época visigoda.
• Durante la época musulmana siglos IX y X. el asentamiento se utilizó como fortaleza. La muralla se utilizó como adarve. La población de la zona la utilizó como refugio en caso de peligro.

LA CASA DE LA TRINIDAD
La Orden de Los Trinitarios es de la más antiguas (siglo XII). Fue la primera orden dedicada a la liberación de presos mediante medios no violentos. Se hizo famosa en el rescate de los cautivos españoles en manos de los piratas berberiscos.
En 1246 Jaén, Martos, Andújar, Úbeda… pasaron a manos de Fernando III, quedando esta zona de la provincia de Jaén como frontera cristiana frente al reino nazarí de Granada durante cerca de 250 años, durante los cuales hubo muchas incursiones por parte de ambos ejércitos para conseguir un botín y el cautiverio de rehenes con los que mantener el negocio esclavista, o simplemente negociar la redención de cautivos.
Es lógico que, además de las órdenes militares, como la de Calatrava que se asentó cerca de Martos, vinieran la orden de la Santísima Trinidad para el rescate de cristianos raptados por los moriscos granadinos. De hecho hay iglesias y conventos trinitarios en todas estas ciudades.
Los trinitarios vivían en CASAS DE LA TRINIDAD, edificios de muy variada índole habitados por pequeños grupos de mujeres y de hombres, traspasados por el sueño de anunciar el Evangelio de la libertad.
En la familia trinitaria, no sólo hay monjes y monjas, sino también laicos, organizados en cofradías, especialmente a partir de la supresión de la Orden por la ley de desamortización de Mendizábal en 1835.
Muchos laicos permanecieron en las iglesias y casas trinitarias como fieles custodios de la presencia trinitaria. Algunas de ellas, la mayoría, se convirtieron en hermandades de penitencia, viviendo su espiritualidad y ayudando en obras de caridad.
En resumen, es muy probable que hubiese una Casa de la Trinidad de la Orden Trinitaria en esta finca. También las había en Martos y en Jaén. Y esta finca se encuentra en el paso entre ambas poblaciones pasando por Torredelcampo y Torredonjimeno.
Un hecho curioso es que en toda esta zona de la cara norte de Jabalcuz encontramos el nombre de Trinidad en dos sitios más.
Los trinitarios recientemente se han ofrecido al mantenimiento de santuarios como el de la Virgen de la Cabeza en Andújar y el de la Virgen de la Fuensanta de Villanueva del Arzobispo (este año la han dejando por falta de vocaciones). Desde estas casas en ambientes rurales o serranos se dedicaban también a la promoción humana de las numerosas casas de campo diseminadas.