2016-01-16 SUBIDA AL PALO POR EL TUNIO

Para llegar a las inmediaciones del Cortijo-Refugio de Libar, desde Montejaque, cogeremos la Vereda de la fuente de Libar. Es preferible coger por la circunvalación, ya que si cogemos por el centro de la Población, tenemos un giro muy estrecho, en el cruce de las Calles Santa Cruz y Doctora Vazquez y Gutierrez, en el que podemos rozar el coche en la pared, o incluso quedarnos atascados si es bastante largo y no tenemos espacio suficiente para girar.
Iniciamos la ruta volviendo obre nuestros pasos por dicha vereda unos 500 m. y luego cogemos un sendero a la derecha, en el que a unos 100 m. encontraremos el Pilar del Saucillo. Después de un Km. aproximadamente de ascensión, encontraremos una cancela, la cual sobrepasaremos, y seguiremos a la derecha, por un sendero poco definido, junto a la valla, el cual dejaremos unos 500 m. mas adelante, para empezar a subir ya sin sendero marcado, hasta llegar al Mirador junto al Tunio, al cual no subimos por la dificultad que presenta esta ascensión.
Volvemos sobre nuestros pasos, rodeamos el Tunio, y buscamos el final de la valla, la cual sobrepasamos junto a las rocas de este Monte. Poco mas adelante encontramos unas Pilas que en la antigüedad eran usadas para hacer hielo, horadadas en el suelo, y a poca distancia pasamos al lado de una roca en la que si nos fijamos bien, podremos ver el perfil de una cara.
Seguimos en dirección sur, bajando por una vaguada, y después de un kilómetro, aproximadamente desde el mirador, iniciamos la subida hacia el punto geodésico de El Palo, el cual podemos ver en gran parte del recorrido.
Una vez llegados a la Cumbre de El Palo, iniciamos el descenso, sin sendero definido, avanzando entre las rocas, en dirección oeste primero, y cuando lleguemos a una dolina, nos desviaremos a la derecha ligeramente, para iniciar el descenso por la vertiente oeste del Monte de El Palo, por una fuerte pendiente, en la que cada uno deberá adaptarse a las irregularidades del terreno, y buscar los puntos por los que le sea más comodo realizar este nada fácil descenso. Llegamos a unas encinas, donde aprovechamos para recuperar fuerzas, y a partir de aquí, buscamos un sendero por el que descenderemos hasta los Llanos de Libar. Este tramo debemos hacerlo con precaución, ya que si las rocas están húmedas podemos resbalar. Ya en los llanos de Libar, cogemos a la derecha, para llegar a donde dejamos los coches.