2016-03-26 Finestres y Muralla china o Les roques de la Vila

Curiosa ruta por uno de los pueblos abandonados de la provincia de Huesca, vimos la ruta de casualidad, curioseando un folleto informativo de rutas de senderismo y demás y vimos las estructuras rocosas y dijimos comooooo ahí tenemos q ir mañana!!!! Jejeje y fuimos..
Nos dirigimos al pueblo de Estopiñan y un pelín antes a la izquierda accediendo desde el norte sale un camino porque carretera no llega a ser del todo, nos encontramos con el desvió. Muy a tener en cuenta que dependiendo de cómo esté el camino podremos llegar o no al pueblo de Finestres que es nuestro destino. El camino como comento esta en algunos lugares en condiciones pero en otras…joder, con un coche la pasas un poco canutas, ya que hay varios tramos que como te descuides y no pilles bien los baches rozas con los bajos y en algunos hay piedras que eso ya dificulta el paso, así que, si no tienes un poco de habilidad y lleva un coche bajito, mejor ni lo intentes, el camino suele ser ancho, que a malas puedes aparcar en cualquier sitio y continuar andando. Ojo, si vas hacer la ruta andando, llévate agua porque te va hacer falta, ni una sombra y un sube y baja de no parar. El camino en coche es de unos 12 km en coche y luego un paseo de unos 3 por el pueblo, las ruinas y la majestuosa estructura que nos deja perplejos…..
De camino al pueblo, pasamos por un puente que cruza el pantano, ahí suelen dejar el coche algunos y continuar andando…eso ya a gustos.. Nosotros seguimos hasta el pueblo.
Una vez que llegamos el pueblo nos damos un paseíto por el nos encontramos con una lavadero en el centro del pueblo y la única casa que habitan en algunas ocasiones, contrastando un poco con las demás ruinas y no acorde con ellas ya que el tejado de chapas hace que pierda un poco el encanto el pueblo al verlo desde lo alto de la ermita de San Marcos, a la que nos dirigimos. Nos encontramos con la puerta cerrada pero con un cerrojo que podemos abrir y visitarla por dentro, sorprendentemente, nos encontramos un fresco pintado en la pared que nos deja con la boca abierta la verdad, comentamos el libro de visitas y salimos dejando la puerta nuevamente cerrada como nos la encontramos. Continuamos hacia la parte trasera, donde tenemos un mirador y un banquito que hace que nos sentemos un rato a comernos unos pistachos que acostumbramos a llevar mi súper compañera de viaje la Chulilla jejejej . Continuamos por la parte izquierda de la ermita y ahora bajamos un poquito por la ladera para poder disfrutar de la majestuosidad de la estructura rocosa que se levanta a lo largo de la ladera de la montaña, cortando parte de la recula del pantano que como no, con ese color de agua hace aún más si cabe que sean mucho más hermosas las vistas. Nos encontramos con un lugareño de la zona, aficionado a la fotografía con el cual nos quedamos hablando más de 15’ del cual aprendemos cosas del lugar y el entorno, comentándonos que se puede acceder a la Iglesia de San Miguel que es la que está justo en el centro de la cresta en la formación rocosa o Roques de Finestres (“Muralla china” vulgarmente llamada). Entonces comenzamos a buscar ese sendero. Bajamos nuevamente al pueblo y en su parte derecha o parte más alta, hay alguna indicación que seguimos hasta dar con otra indicación que nos pone Iglesia de San Miguel, la cual continuamos, es un sendero fino de esos de cabras, coronamos y empezamos a bajar por unas zetas dirección a la muralla, algo empinado por las condiciones del terreno pero nada complicado, hasta llegar a las rocas, una vez allí, debemos bajar unos escalones de ferralla que nos dejan caer justo al centro de la formación, y dentro de los restos de lo que queda de muralla y parte de la Iglesia, estupendas vistas justo en el centro, nos hacemos unas fotos chulas y vuelta al coche. Abandonamos el pueblo por el mismo camino que vinimos y a comer que ya vamos teniendo un poquito de hambre jejejej.