2016-10-06 PR-A 385 Dolomías S.ª de Dúrcal. Peñón de Granada/Zahor, Volaeros, B.Rambla.Acequias/senda del río Dúrcal SL-A 236

ACTUALIZACIÓN
Desde mayo de 2016 está homologado el sendero Rio Dúrcal - Los Bolos SL-A 236, que hemos realizado en el tramo del río.

FOLLETO
http://www.fedamon.com/senderos/sl/granada/sl236/folleto%20SL-A%20214_D%C3%BArcal-Los%20Bolos_v1.pdf

TRACK
http://www.fedamon.com/senderos/sl/granada/sl236/SL-A%20236_Durcal%20-%20Los%20Bolos.rar

PR-A 385 (Circular Sierra de Dúrcal+La Esperanza), peñón de Granada/Zahor, Volaeros, barranco de la Rambla. Acequias y sendero del río Dúrcal

Maravillosa ruta por el entorno de Dúrcal.
En realidad son dos rutas diferentes. Una es la mitad del PR-A 385 hasta que que ascendemos hasta el peñón de Granada o cerro el Zahor. La segunda ruta transcurre por las acequias del río Dúrcal. Se llama Circular de la Sierra de Dúrcal. La Esperanza

La primera parte transcurre por un impresionante sendero en zigzag que nos lleva hasta la casilla del Agua, la cámara de carga del canal de la Sevillana que suministraba agua a la tubería que llega a la central eléctrica de San José. Este sendero fue utilizado para hacer la tubería y la casilla de Agua. A pesar de la fuerte pendiente, se hace con comodidad, especialmente a primeras horas de la mañana con la fresca.

El segundo tramo de este sendero es una pista casi paralela al canal de la Sevillana que nos lleva al collado de los Volaeros, donde disfrutamos de un espectáculo de rocas dolomíticas con unas pendientes y erosión considerable. Por allí baja el PR-A 385, pero teniendo en cuenta la experiencia de Miguel y Alejandro Conejero, decidimos bajar por otro sendero digno de un obispo. Se llama el sendero del Obispo, también en zigzag, que se realiza con comodidad disfrutando de vistas espectaculares del barranco de la Rambla y del cortijo del Obispo, cuyos chopos o álamos nos indican que ya estamos en otoño.

La tercera parte de este sendero es el barranco de la Rambla, donde seguimos disfrutando del espectáculo de las dolomías erosionadas en barranqueras y cárcavas impresionantes, así como el esfuerzo humano por domesticar estas montañas poniendo diques y árboles para sujetar el terreno en sitios imposibles.

Información sobre este sendero completo
http://www.fedamon.com/senderos/prs/pr385/PR-A%20385_Diptico%20Circular%20Sierra%20Durcal%20La%20Esperanza.pdf
Y el track
http://www.fedamon.com/senderos/prs/pr385/PR-A%20385_Diptico%20Circular%20Sierra%20Durcal%20La%20Esperanza.pdf

La siguiente ruta es en el río Dúrcal, justo cuando empieza a apretar el calor. Es un bosque de galería impresionante, más refrescante aún al andar por la acequia de Margena o Mahina, que dejamos justo en la toma de agua. Este sendero continúa aún, pero en una ruta acuática hasta la cascada de los Bolos, que ya hicimos en otra ocasión.

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7603728

Después de tomar un refrigerio, regresamos por nuestros pasos y al poco rato cambiamos al margen derecho donde nace la acequia de Marchena, que también seguimos hasta abandonarla para bajar al sendero del Río Dúrcal que hacemos hasta el puente de Lata o de Hierro.
http://adurcal.com/enlaces/mancomunidad/guia/rutas/1/1.htm

OBSERVACIONES SOBRE EL SENDERO

Este tramo del PR-A 385 es espectacular, pero la erosión ha hecho que el sendero a veces sea muy estrecho y con fuertes pendientes. Algunas veces habrá que poner el trasero en el suelo. No lo aconsejo


Al cruzar el barranco de la Rambla, el sendero desaparece obviamente. Hay que buscar las huellas barranco arriba unos 20 metros. Hay que trepar a la acequia. A partir de aquí el sendero va por encima de la acequia con algunos pasos expuestos, no aconsejable para personas con vértigo.




Las personas obesas podrán tener dificultad para pasar por este estrechamiento


En el primer cruce del río, habrá que tener en cuenta el caudal del río. En las condiciones óptimas como las que hicimos, no hubo que cambiar de calzado ni descalzarse. Atención en la época del deshielo con fuerte caudal, y, por supuesto, en condiciones de riesgo de tormentas.


GEOLOGÍA: ARENALES Y RELIEVES RUINIFORMES (COMPLEJO ALPUJÁRRIDE)
En los carbonatos alpujárrides son frecuentes las paredes subverticales y los cañones profundos asociados a escarpes o zonas de falla, como el de Los Cahorros de Monachil.

Sin embargo, lo más llamativo desde el punto de vista geomorfológico, son los llamados arenales y los relieves ruiniformes. Las dolomías del Complejo Alpujárride están fuertemente fracturadas y trituradas por efecto de su historia geológica. Frecuentemente están atravesadas por abundantes diaclasas (pequeñas fracturas abiertas), muy próximas entre sí, agrupadas en sistemas paralelos que se cortan a diversos ángulos. La presencia de estos sistemas de diaclasas favorece la partición de las dolomías y que se liberen, durante los procesos erosivos, pequeños fragmentos (de milímetros a centímetros, de tamaño grava) que son arrastrados por el agua. Sus acumulaciones reciben el nombre de arenales, y destacan en el paisaje formando lenguas de grava suelta, que discurren pendiente abajo por los fondos de los barrancos y las ramblas.

Los más impresionantes se localizan en las proximidades del Cerro del Trevenque y en los Alayos de Dílar. Otro rasgo característico del paisaje dolomítico son los relieves ruiniformes, así denominados por simular, en su aspecto, antiguas construcciones en ruinas. Se forman también por efecto de la erosión diferencial en zonas donde las dolomías están atravesadas por fallas (fracturas) de una cierta entidad. En la zona de falla, las rocas son fuertemente trituradas y brechificadas, lo que conlleva un aumento drástico de su porosidad y permeabilidad. Ello favorece la circulación de aguas subterráneas con carbonato cálcico disuelto que precipita entre los fragmentos de las brechas y los cementa. El efecto final es que la zona de fractura se torna más compacta y dura que las dolomías circundantes y resiste luego diferencialmente a los procesos erosivos, dando pequeños resaltes de trazado más o menos lineal, que simulan ruinas.

Los arenales del Trevenque se caracterizan por dolomías de edad Triásico superior pertenecientes a la Unidad Trevenque del Complejo Alpujárride (hace entre 200 y 220 millones de años).

La dolomía es una roca sedimentaria (formada cuando esta zona se encontraba en el fondo del mar) de origen químico compuesta básicamente de dolomita, cuya composición química es carbonato de calcio y magnesio [CaMg(CO3)2]. La dolomía debe contener al menos 50% de dolomita; si contiene menos es una caliza dolomítica. Se considera pura cuando ese porcentaje pasa del 90%.

Es una roca grisácea (también puede ser blanca o rosada) y porosa, muy común. Se encuentra en capas espesas de centenares de metros y puede también formar macizos enteros, como los Alpes Dolomíticos (Tirol).

Las dolomías se utilizan como materia prima en diversas industrias: en la metalurgia y en la producción de morteros y cementos especiales.