2019-04-04 Hinojares: río Turrillas desde la aldea de Cuenca a arroyo Molinos. Agua en subdesiertos. Tierras de colores

Hinojares: río Turrillas desde la aldea de Cuenca a arroyo Molinos. Agua en terrenos semiáridos. Tierras de colores. Geosendero desde el Triásico (300 millones de años) pasando por el Jurásico, Cretácico, el Cenozoico hasta el presente. Georrecursos.

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El río Turrillas es el principal eje vertebrador de esta ruta en sus dos tercios, por las badlands (terrenos semiáridos) de Hinojares, desde su nacimiento en la aldea de Cuenca hasta su desembocadura en arroyo Molinos. Ambos puntos se unen mediante un precioso sendero al pie de los tajos de la sierra, restos levantados de la falla de Tíscar. Toda la ruta transcurre dentro del parque natural de sierra de Cazorla, Segura y las Villas.

Hemos tomado como referencia el track de José Coronado del CDM Allí Arribótiles, en Wikiloc “Casas Cueva Cazorla”, al quien le consulté la posibilidad de ampliar su ruta y me ofreció otro track, que nos ha permitido hacer un rutón. Estamos muy agradecidos.
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/hinojares-aldea-de-cuenca-hinojares-9268257

Sorprendentemente, dada la poca información sobre esta zona en Internet, nos hemos encontrado con que la mayor parte de la ruta de desarrolla por senderos señalizados recientemente catalogados por la Federación Andaluza de Montañismo, un ejemplo a seguir por los ayuntamientos, en este caso por Hinojares (y Huesa), al que felicitamos por esta oferta senderista:

Vereda de arroyo Molinos al Cerrillo. Cordel Romeral
SL-A 198 Cuenca - Hinojares
SL-A 199 Hinojares a Salinas del Mesto
SL-A 200 Sendero de Siete Fuentes
PR-A 256 Cerros de Hinojares

ABANICO EN CAPAS EN EL PUENTE HINOJARES/CERRADA. Inventario Andaluz de Georrecursos.
En el Arroyo Turrillas aflora una potente unidad de conglomerados, limos, y arcillas con carbonatos de origen continental, que forman un espectacular abanico de capas. Este conjunto de capas configura una discordancia angular con solapamiento expansivo sobre materiales de edad triásica. Se trata de un ejemplo magnífico del relleno de un abanico aluvial, alimentado por los relieves prebéticos situados inmediatamente al norte.


PICOS DEL GUADIANA MENOR. Inventario Andaluz de Georrecursos
Los Picos del Guadiana son unos relieves litológicos y estructurales. Los materiales que dan el fuerte relieve son unos potentes niveles de calizas de algas, calizas bioclásticas y areniscas calcáreas del Serravalliense, que contrastan litológicamente con las margas-arcillosas en las que se encuentran embebidos. Desde el punto de vista estructural, estos materiales se disponen verticales. Desde un punto de vista genético constituyen un olistolito de la Unidad Olistostrómica del Guadiana Menor.




LA FALLA DE TÍSCAR
La Falla de Tíscar es una fractura de desgarre sinistra que bordea la sierra de Quesada por el E, corriendo siempre próxima a la carretera Quesada-Pozo Alcón. El plano de fractura es casi vertical. La falla ha cortado el extremo sur de la Sierra de Cazorla, desplazando el fragmento meridional hacia el NW unos 8 km. En el punto que se propone puede observarse el plano de falla, con rocas de falla asociadas, así como algunas estrías horizontales que ponen de manifiesto el movimiento de esta fractura. En torno al Santuario de la Virgen de Tíscar se encuentran otras dos localidades de interés: los manantiales del Vadillo y la Cueva de Tíscar. Los manantiales están asociados a la gran falla de Tiscar, comentada anteriormente, situado justo en la zona de contacto entre las formaciones acuífero de la Sierra del Pozo y los materiales impermeables de la depresión. La cueva es una galería que tiene un recorrido de unos 30 minutos en los que se atraviesa cascadas y abrigos de paredes subverticales. El interior de sus paredes está tapizada por espeleotemas, aunque destaca la formación de travertinos en las proximidades a las cascadas y saltos de agua.



Manantial de CUENCA. Manantial de Siete Fuentes, Nacimiento del río Turrilla
El manantial se localiza en materiales incluidos en la MASb 05.02 “Quesada-Castril” que pertenece en su totalidad al dominio Prebético interno caracterizado por la presencia de una serie mesozoica potente, en su mayor parte de carácter marino, en la que abundan los materiales calizos y dolomíticos y, en menor medida, las margas-margocalizas y algunos paquetes detríticos.
El manantial tiene un caudal medio anual de 5-10 l/s, pudiendo llegar en épocas de mayores precipitaciones a los 20 l/s. Una parte del caudal se capta para el abastecimiento del núcleo de Cuenca, y el sobrante se vierte al Arroyo de las Palomas. En verano su caudal puede reducirse hasta la mitad, siendo menor la aportación al Arroyo.
El agua es captada y bombeada al depósito de Cuenca desde donde se abastece a la aldea de Cuenca con un 14% del consumo total. El resto se utiliza para regadío (IGME Granada).



ASPECTOS GEOLÓGICOS
Se puede considerar un geosendero de gran interés. Se pueden ver todas las series estratigráficas desde el más antiguo Triásico (hace casi 300 millones de años), Jurásico, Cretácico y el reciente Mioceno (5 a20 millones de años). Pero no se aprecia el orden estratigráfico que corresponde. El Triásico, que debe estar en el fondo, por debajo de las rocas calizas jurásicas/cretácicas de la sierra de Hinojares aparece por un proceso de plegamiento y cabalgamiento. Lo mismo ocurre con las margas del Mioceno más reciente que están por debajo de las citadas rocas calizas, que emergieron por colisión de las placas tectónicas desde el fondo como una seta sale del interior de la tierra. Por otra parte se mezclan margas, yesos y salinas antiguas triásicas con el reciente Mioceno. Y un fenómeno muy recurrente son los olistostromas, porciones de tierras y rocas que se deslizaron sobre una base de barro muy fino ladera abajo al emerger las rocas jurásicas. Es digno de reseñar en este contexto los abanicos en capa del puente de la Cerrada/Hijojares, también desplazados por la fuerza de la gravedad ladera abajo.


https://www.researchgate.net/publication/28174068_La_falla_de_Tiscar_su_significado_en_la_terminacion_sudoeste_del_arco_Prebetico

Predominan en esta sierra las rocas calizas, aunque en la zona sur aparecen también depósitos margosos y yesíferos. Dado su carácter calizo, son frecuentes los fenómenos kársticos, con numerosas cuevas y torcales.
http://www.granadanatural.com/blog.php?codigo_blog_articulo=54

Las Zonas Externas de la Cordillera Bética no son homogéneas desde el punto de vista geológico y geográfico. En principio pueden establecerse dos áreas, dominios o zonas bien diferenciadas, La Zona Prebética y la Zona Subbética.
Las sierras de Cazorla se incluyen en la Zona Prebética, que a su vez se divide en interna y externa, la más cercana a Sierra Morena.

El Prebético corresponde a la parte más proximal del margen continental de la placa ibérica, por lo tanto la más septentrional. Los materiales prebéticos están formados por una serie de rocas cuyos sedimentos se depositaron en áreas marinas poco profundas, costeras. En algunas ocasiones los sedimentos son claramente de ambiente continental.

Uno de los rasgos distintivos de todas las Unidades prebéticas es el tener un largo período de estabilidad, desde el Jurásico inferior al Jurásico medio (200 a 161 m.a.). Las series estratigráficas están constituidas, esencialmente, por calizas, parcial o totalmente dolomitizadas. Gran parte del Jurásico Superior Oxfordiense-Kimmeridgiense (161-151 m.a.) se presenta muy condensado con unas tasas de sedimentación muy bajas, por lo que los espesores de las rocas de esta edad quedan bastante reducidos.

Parte del Jurásico Superior (161-151 m.a.) y del Cretácico inferior (146-100 m.a.) faltan en buena parte de las series estratigráficas, especialmente en las unidades prebéticas más septentrionales. Es lo que se denomina “Laguna estratigráfica”. Buena parte del Cretácico Superior (100-66 m.a.) está formado por calizas y dolomías depositadas en cuencas marinas someras y del tipo “albufera”.

Los materiales Paleógenos (66-23 m.a.) se depositaron sólo en el sector meridional, por lo que el septentrional quedó de nuevo emergido ocasionando otra laguna estratigráfica. Sin embargo, en el Mioceno inferior (23-16 m.a.) sí que hubo depósito de sedimentos. Esto ocurrió en la mayor parte de la Zona Prebética, en medios marinos someros.

La segunda etapa de deformación comienza a mostrar los primeros síntomas en tiempos muy recientes, ya en el Mioceno medio, hace unos 14 millones de años. No obstante, la mayoría de los cabalgamientos y pliegues son posteriores al Mioceno superior (Tortoniense superior hace unos 7,5 millones de años). Es una etapa de compresión y fue provocada por la colisión entre las Zonas Externas e Internas, dando lugar a plegamientos y cabalgamientos en la Zona Prebética, que pierden intensidad conforme nos separamos del frente de colisión entre la Zona Prebética y Zona Subbética, salvo en el área de Cazorla en la que se forman multitud de escamas (cabalgamientos de muy corto desplazamiento), como consecuencia del efecto de frenado que ejerce el basamento sobre los materiales más próximos a Sierra Morena y el gran cabalgamiento que monta la Sierra de Segura sobre la Sierra de Cazorla. Al final de esta segunda etapa de deformación, se producen las fallas de desgarre, de gran longitud (decenas de kilómetros) y desplazamiento, que afectan de forma importante a la Zona Prebética.

Finalmente, desde hace unos 7,5 millones de años hasta la actualidad, se produce una etapa de descompresión motivada por la elevación de la Cordillera Bética que da lugar a multitud de pequeñas fallas normales y la reactivación alguna de las fallas lístricas del Jurásico inferior.

La falla de Tíscar se movió desde el Mioceno superior a parte del Plioceno, inmediatamente después de los últimos desplazamientos de los cabalgamientos del arco Prebético o quizás incluso coincidiendo en parte con éstos.

En este sector afloran masas olistostrómicas subbéticas, fundamentalmente formados por sedimentos triásicos, pero que incluyen bloques de muy diverso tamaño del Jurásico, Cretácico y Terciario distribuidos caóticamente Sus superficies son generalmente verticales o casi verticales.