2019-2-11 POR EL CAMINO DE HERRADURA DEL CAÑADÓN O DE LA SOLANA, ENTRE ALMENDROS EN FLOR, CARCHEL.

Cuando pasamos por la autovía de Andalucía entre Jaén y Granada, en los alrededores del restaurante el Oasis, no podemos por menos que abrir los ojos ante las impresionantes figuras pétreas que desde siempre están ahí, observando todo lo que ha pasado por este desfiladero, llamativo incluso para aquellos para los que este es un paso habitual, y que es conocida como zona de los Pollos. Precisamente el origen de esta ruta comenzó por mi admiración por estas esculturas naturales que provocaron la observación, en su parte alta, de una vereda muy marcada en una zona de sierra y almendros. A partir de aquí, búsqueda sobre el mapa, confirmación de su existencia y seguimiento durante varios kilómetros y planificación de una ruta circular, -complicada, pues es una zona muy modificada por el olivar-, y, que mejor momento para su ejecución que hacerla coincidir con el periodo de floración de estos árboles. El punto de inicio mas apropiado, por facilidad de acceso, es el puerto del Aire, en el antiguo camino real de Carchel a Jaén, al cual se llega por la carreterita asfaltada que se inicia en la calle Coello de Portugal de Carchel. Desde aquí descenso mediante vereditas de animales hasta enlazar con un buen camino. Al final de este busco hacia el este continuación de alguna vía de acceso a la zona de la Cerradura, pero, aunque en un principio existe una vereda bastante clara, continuada por una preciosa repisa de piedra junto a un espolón rocoso, esta acaba difuminándose en una sierra muy cerrada. Ante ello, retrocedo y continuo mi proyecto original, que era coger dirección oeste -dirección Carchel- en busca de la vereda observada en la distancia y confirmada sobre el mapa. Antes de esta encuentro restos de camino de herradura - que seguramente es el que Pepe Camel me habia comentado hacia tiempo-, lo que me hace concebir esperanzas de que estos no sean una excepción. Cruzo el barranco conocido en la zona como Gorguzo y en el que el fraile vigila mi paso, encontrando la vereda buscada, muy clara, aunque enseguida, y al rodear una colina rocosa, se vuelve trabajosa pues circula sobre losas inclinadas de piedra, en las que los bastones son de gran ayuda para proporcionarme seguridad. Evidentemente este sendero sobre losas es un paso de ganado. Tras rodear la colina obtengo la confirmación de mi afirmación anterior. Ante mis ojos aparece un precioso corral de ganado aprovechando un entrante en la roca y modificado para convertirlo en un recinto cerrado. A pocos metros se encuentra el cortijo -ya en ruinas- del Cañaón, y un poco mas allá la fuente y alberca del mismo nombre. Llegado a este punto hay una valla de ganado fácil de rebasar, tras la cual, aparece ante mi el inicio de un precioso camino de herradura, con un magnífico mampuesto bastante constante, que rodedado de almendros en flor y en un paisaje de sierra me deja boquiabierto. Este camino, muy bien conservado, se extiende a lo largo de 2 kms hasta desembocar en una zona de olivar. A partir de aquí voy buscando los caminos que bordeen la sierra, teniendo la suerte de que la presencia del almendros se mantiene otorgándole a la ruta la vistosidad que la presencia de olivar podía restarle. Finalmente, asciendo hasta la carretera, haciendo los últimos metros por esta vía desde la que se observan unas magníficas vistas del valle del Guadalbullón, y los pueblos de Pegalajar y la Guardia, la zona del Mercadillo y Mágina, todo ello moteado de blanco-rosa por la flor del almendro.
La catalogación de moderada es por el paso sobre las losas de piedra que, si se quiere, se pueden evitar pasando por encima de la colina - en vez de por medio- ya que por ahí si hay buen camino. En ese caso la catalogación sería de fácil, tanto en dificultad técnica como en esfuerzo físico. Según la SEDIF la dificultad física es moderada -559 puntos-.
Aprovecho para hacer un llamamiento para la conservación de estos magníficos caminos, obra de la ingeniería popular, y que tanto el descuido, el desgaste y acciones agresivas como el expolio y el tránsito de motos, acaban por destruir.