2020-10-15 SL-A 222. La Peza-Fuente la Gitana
near Lapeza, Andalucía (España)
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Itinerary description
LA PEZA. BREVE HISTORIA
Su nombre actual procede del término latino Lapices, que significa «piedras», y que derivaría en la época nazarí a Labassa.
El nombre hace referencia a la piedra o lápice que se extraía de sus canteras.
Tras la Reconquista empezó a denominarse Lapeça o Peça, más tarde sería Monterrosano de La Peza y hacia el siglo xix Lapeza, con la ortografía castellana moderna.
Desde entonces se escribe erróneamente separado, como si Peza fuese el sustantivo y La el artículo, error histórico que se mantiene hasta nuestros días en su nombre oficial.
Se emplean los gentilicios a gusto del consumidor: lapeceño/a , lapezeño/a o lapezano/a.
La historia nos cuenta que La Peza tuvo que ser paso obligado para los Vascones que fundaron Ilíberis ( Granada).
Se piensa que era un Castrum Romano, que servía de descanso y avituallamiento, a orillas de la calzada romana que conectaba Iliberia (Granada) con Acci (Guadix).
El trazado iba desde Granada a Beas de Granada, y seguía por el Cortijo de la Plata, por el Collado de Puerto Blanco, por el Cortijo de Aguas Blancas y por el Collado de Blancares.
Desde aquí, en inviernos se pasaba por los Trancos de la Carrehuela debido a las heladas y en verano por la Cerrada del Umbrión, y de aquí a La Peza. Se cree que se puso en pleno funcionamiento durante el siglo II.
Desde La Peza transcurría por la margen derecha del Río Morollón, entre el Cerro Montante y la Loma de Santa Lucía, por los Tajos de Molicia. Llegaba hasta Lubayra (Lopera) y de allí subía hasta Cortes (Los Baños, Graena, Cortes), para después bordear Purullena.
Esta vía entraba en la colonia J. G. Acci por Paulenca. Aún se conservan restos de esta calzada en los alrededores de La Peza.
La señalización en estas vías se hacía mediante miliarios, es decir, columnas de piedra con inscripciones acerca de la ruta y las distancias.
Es muy probable que uno de estos miliarios sea la columna de la fachada de la Iglesia.
También se conservan restos de una fundición de hierro. Y es que ya en esa época era importante la extracción de minerales en la zona.
( Actualmente el Camino Mozárabe de Santiago que sale de Almería, y vía Guadix, pasa por La Peza, Los Blancares, Aguas Blancas, Collado de Puerto Blanco, desde ahí se desvía a Quentar).
En 1489 la villa es conquistada por los Reyes Católicos. Era conocida como Labassa. Fue uno de los lugares donde se acordaron las capitulaciones por las que se regulaba la nueva situación de los moriscos en los territorios conquistados.
HISTORIA DEL ALCALDE CARBONERO.
En febrero de 1810, los franceses ocupan la ciudad de Guadix, en la provincia de Granada. El general Godinot despliega sus tropas por los pueblos del partido judicial, para confiscar ganado de carne.
La villa de Lapeza, de población indómita, es uno de esos pueblos. Sus vecinos, dirigidos por su alcalde, Manuel Atienza, han fortificado el pueblo con troncos de árbol, y han construido un cañón de madera, que han cargado con metralla de toda clase.
Doscientos vecinos, armados sumariamente con viejas escopetas, trabucos, pistolas de chispa, armas blancas, y hondas, se van a enfrentar con una columna francesa de otros tantos soldados, pero dotados de armamento moderno y de caballería.
Se inicia una batalla campal, en medio de la cual, los lugareños disparan su cañón, que estalla en mil pedazos, sembrando el caos. Cada bando pierde la mitad de sus efectivos, y los franceses emprenden la retirada. Godinot se enfurece y ordena que 2.400 de sus hombres lancen el ataque final.
Cuando llegan al pueblo, lo encuentran vacío, pues los defensores se han retirado a las montañas, así que toman a los dos únicos rehenes que encuentran, un viejo y un niño.
Durante el retorno a Guadix, los lapeceños bajan de la montaña y atacan a los franceses, produciéndose una horrible matanza en ambos bandos.
El alcalde, herido y rodeado de enemigos en lugar de asumir su cautiverio, rompió la vara de mando ante el general francés y se arrojó desde el escarpado barranco del Tajo de Barruecos al grito de "yo soy la villa de Lapeza, que muere antes de entregarse.
RECREACION DEL HECHO HISTORICO. ( basada en el relato de Pedro Antonio de Alarcón)
En agosto de 2010, coincidiendo con el 200 aniversario del hecho histórico, se recreó en La Peza la historia aquí contada, y desde entonces todos los veranos se celebra esta fiesta.
El visitante a La Peza podrá ver un municipio absolutamente transformado en un pueblo de 1810 y a todos sus vecinos, desde los más pequeños a los mayores, representando diversas escenas costumbristas en los lugares más emblemáticos de la localidad: haciendo pleita y encaje de bolillos, secando tomates, elaborando queso y miel, lavando la ropa en los lavaderos públicos, o preparando la metralla.
La recreación comenzará a las 10,30 horas con la preparación de la batalla, con las mujeres del pueblo aprovisionando el lugar como hospital de campaña, la llegada del alcalde Manuel Atienza y la serie de escenas costumbristas.
El punto álgido del evento tendrá lugar a partir de las 19,30 horas, cuando repicarán las campanas y sonarán los tambores para anunciar la llegada del enemigo, las tropas de Napoleón. Entonces, Alfredo Fernández, el vecino que asume cada año el papel del Alcalde Carbonero, arenga desde el balcón de la Plaza de España a todo el pueblo y lo moviliza para hacer frente a los franceses y luego, todos, se dirigen al campo de batalla.
El tercer y último acto, consiste en la batalla propiamente dicha: escaramuzas de ataque y retroceso, preparación del cañón de madera de encina, fuego, fusilamiento y raptos.
El epílogo de la historia, sobre las 22,30 horas, cuenta la explosión del gran cañón de madera de encina. Entonces, las tropas francesas tuvieron que replegarse a Guadix y volver a los tres días con el refuerzo de dos mil soldados. El Alcalde Carbonero resguardó a los niños y mujeres en la sierra, dejó el pueblo vacío y esperó a los franceses a las afueras.
Manuel Atienza fue finalmente capturado, pero sin perder su dignidad, rompió su bastón de mando y sentenció: "Yo soy la villa de La Peza, que muere antes de entregarse". Dicho esto se arrojó por el tajo Bernite para que no se apropiara de su cuerpo el enemigo. La frase define en buena medida el carácter luchador de los orgullosos vecinos y es el lema actual de la localidad.
EL ENTORNO
Son famosos en la comarca los Toros de La Peza, y la gran afición de los peceños por los toros. Los traen desde Lugros por "la cañada real de los potros" andando, y al entrar en el pueblo los corren en encierro por las calles estrechas del pueblo.
La Peza actualmente es un pueblo agrícola, ganadero y también es pueblo dormitorio y de segunda residencia. Tiene una bonita vega que baja desde la cerrada del Umbrión hasta el mismo pueblo, donde se cultivan hortalizas y frutales. Además en sus montes crecen olivos, encinas , almendros y pinares.
Desde la Fuente de la Gitana hacia el pueblo hay varios molinos en ruinas, o restaurados como viviendas.
En La Peza se elaboran unos quesos de cabra exquisitos, así como embutidos y derivados de la matanza del cerdo, y otras delicias de repostería.
Famosa es la Fuente de la Gitana, con su Área Recreativa, y varios senderos que pasan o salen de aquí.
Por la Peza pasa el Camino Mozárabe de Santiago; etapa Guadix-La Peza. Aquí hay un albergue de peregrinos, donde descansar para acometer la dura etapa siguiente hasta Quentar (28 kms.),
o bien hacerla más corta hasta Tocón de Quentar.
EL SENDERO
Hoy hemos realizado una circular saliendo de la plaza de España por la calle Horno hasta el Castillo, y desde allí por el sendero SL-A 222, y coincidiendo un tramo con el Camino Mozárabe, hasta la Fuente de la Gitana.
Las vistas desde arriba son impresionantes: la Sierra de Baza, Jabalcón, La Sagra, Sierras de Castril, del Pozo, Cazorla, Sierra Nevada, Sierras de Huetor, Arana, y el Majestuoso Mencal, autentico Faro del valle del Fardes.
Y por supuesto las vistas del valle del rio Morollón con la fértil vega y los árboles con sus colores de otoño: una delicia para la vista. Nos adentramos en una zona más cerrada con encinares y pinos de repoblación y cruzamos unos barrancos antes de bajar al Área Recreativa y Fuente de la Gitana. Se trata de un lugar ideal para descansar junto al rio Morollón y bajo los chopos que cubren toda la zona. El sitio está junto a la carretera que lleva a Quentar, Dudar, Pinos Genil y Granada.
Desde aquí hacia arriba, discurre el río encajonado en un estrecho desfiladero, y aquí termina el sendero SL-A 222 Ruta Haza de la Cabaña, pues es lineal.
Nosotros volvemos por la margen izquierda del río y por la carretera (con sumo cuidado, pues hay muchas curvas), un tramo de 1,5 kms., pasando por molinos abandonados o reconstruidos en viviendas privadas:
Molino Roseta, De Diego, de la Pimienta, Botines, todos estos antes de abandonar la carretera vadeando el río. Ahora vamos caminando por un camino asfaltado por la vega primero, y bordeando los pinos de los cerros después.
Estamos viendo las huertas y cortijos o chalecitos de las afueras, con olivos, y diversos frutales, y los chopos en el río, que ya están cambiando a tonos amarillentos. Este camino nos llevará hasta el Castillo otra vez, toda vez que no quisimos entrar en la vega por un senderillo para ver los restos mejor conservados de todos: el Molino Santiago.
En el Castillo hicimos un tour y una sesión de fotos, y desde ahí a la plaza de España, pasando por el lavadero ( que no vimos), por una fuente con tres caños, y por la estatua homenaje a la afición a los toros de los peceños.
No hemos visitado los lavaderos, ni las fuentes, ni la Iglesia, ni las Ermitas, y el cañón lo vimos desde el coche. Tan solo un refrigerio en Bar Óscar, donde nos agradó su gastronomía. Cuando pase la pandemia del COVID-19, volveremos a visitar los rincones de los pueblos otra vez.
La vuelta a casa la hemos hecho por la antigua carretera de Los Baños de Graena, con parada obligada en el Mirador de Las Mulas, desde donde hay una vista espectacular del pueblo, del rio Morollón llegando al embalse Abellán donde se junta con el río Fardes.
Pero antes de volver hemos ido a Tocón de Quentar a ver los colores de otoño de los árboles, y ha merecido la pena.
En resumen, otro día más de disfrute de la Naturaleza haciendo lo que más nos gusta, que es conocer nuestros pueblos a través de sus senderos. Prometemos volver para hacer el sendero de la Fuente de la Guija.
Documentación: paginas web de granadapedia, elindependientedegranada, lapeza.es y wikipedia.
El GPS del movil me la ha jugado. Empecé a grabar en la Ermita de San Anton, y ademas la altitud no la ha calculado bien. Me falta pues en el track el primer kilometro..
Su nombre actual procede del término latino Lapices, que significa «piedras», y que derivaría en la época nazarí a Labassa.
El nombre hace referencia a la piedra o lápice que se extraía de sus canteras.
Tras la Reconquista empezó a denominarse Lapeça o Peça, más tarde sería Monterrosano de La Peza y hacia el siglo xix Lapeza, con la ortografía castellana moderna.
Desde entonces se escribe erróneamente separado, como si Peza fuese el sustantivo y La el artículo, error histórico que se mantiene hasta nuestros días en su nombre oficial.
Se emplean los gentilicios a gusto del consumidor: lapeceño/a , lapezeño/a o lapezano/a.
La historia nos cuenta que La Peza tuvo que ser paso obligado para los Vascones que fundaron Ilíberis ( Granada).
Se piensa que era un Castrum Romano, que servía de descanso y avituallamiento, a orillas de la calzada romana que conectaba Iliberia (Granada) con Acci (Guadix).
El trazado iba desde Granada a Beas de Granada, y seguía por el Cortijo de la Plata, por el Collado de Puerto Blanco, por el Cortijo de Aguas Blancas y por el Collado de Blancares.
Desde aquí, en inviernos se pasaba por los Trancos de la Carrehuela debido a las heladas y en verano por la Cerrada del Umbrión, y de aquí a La Peza. Se cree que se puso en pleno funcionamiento durante el siglo II.
Desde La Peza transcurría por la margen derecha del Río Morollón, entre el Cerro Montante y la Loma de Santa Lucía, por los Tajos de Molicia. Llegaba hasta Lubayra (Lopera) y de allí subía hasta Cortes (Los Baños, Graena, Cortes), para después bordear Purullena.
Esta vía entraba en la colonia J. G. Acci por Paulenca. Aún se conservan restos de esta calzada en los alrededores de La Peza.
La señalización en estas vías se hacía mediante miliarios, es decir, columnas de piedra con inscripciones acerca de la ruta y las distancias.
Es muy probable que uno de estos miliarios sea la columna de la fachada de la Iglesia.
También se conservan restos de una fundición de hierro. Y es que ya en esa época era importante la extracción de minerales en la zona.
( Actualmente el Camino Mozárabe de Santiago que sale de Almería, y vía Guadix, pasa por La Peza, Los Blancares, Aguas Blancas, Collado de Puerto Blanco, desde ahí se desvía a Quentar).
En 1489 la villa es conquistada por los Reyes Católicos. Era conocida como Labassa. Fue uno de los lugares donde se acordaron las capitulaciones por las que se regulaba la nueva situación de los moriscos en los territorios conquistados.
HISTORIA DEL ALCALDE CARBONERO.
En febrero de 1810, los franceses ocupan la ciudad de Guadix, en la provincia de Granada. El general Godinot despliega sus tropas por los pueblos del partido judicial, para confiscar ganado de carne.
La villa de Lapeza, de población indómita, es uno de esos pueblos. Sus vecinos, dirigidos por su alcalde, Manuel Atienza, han fortificado el pueblo con troncos de árbol, y han construido un cañón de madera, que han cargado con metralla de toda clase.
Doscientos vecinos, armados sumariamente con viejas escopetas, trabucos, pistolas de chispa, armas blancas, y hondas, se van a enfrentar con una columna francesa de otros tantos soldados, pero dotados de armamento moderno y de caballería.
Se inicia una batalla campal, en medio de la cual, los lugareños disparan su cañón, que estalla en mil pedazos, sembrando el caos. Cada bando pierde la mitad de sus efectivos, y los franceses emprenden la retirada. Godinot se enfurece y ordena que 2.400 de sus hombres lancen el ataque final.
Cuando llegan al pueblo, lo encuentran vacío, pues los defensores se han retirado a las montañas, así que toman a los dos únicos rehenes que encuentran, un viejo y un niño.
Durante el retorno a Guadix, los lapeceños bajan de la montaña y atacan a los franceses, produciéndose una horrible matanza en ambos bandos.
El alcalde, herido y rodeado de enemigos en lugar de asumir su cautiverio, rompió la vara de mando ante el general francés y se arrojó desde el escarpado barranco del Tajo de Barruecos al grito de "yo soy la villa de Lapeza, que muere antes de entregarse.
RECREACION DEL HECHO HISTORICO. ( basada en el relato de Pedro Antonio de Alarcón)
En agosto de 2010, coincidiendo con el 200 aniversario del hecho histórico, se recreó en La Peza la historia aquí contada, y desde entonces todos los veranos se celebra esta fiesta.
El visitante a La Peza podrá ver un municipio absolutamente transformado en un pueblo de 1810 y a todos sus vecinos, desde los más pequeños a los mayores, representando diversas escenas costumbristas en los lugares más emblemáticos de la localidad: haciendo pleita y encaje de bolillos, secando tomates, elaborando queso y miel, lavando la ropa en los lavaderos públicos, o preparando la metralla.
La recreación comenzará a las 10,30 horas con la preparación de la batalla, con las mujeres del pueblo aprovisionando el lugar como hospital de campaña, la llegada del alcalde Manuel Atienza y la serie de escenas costumbristas.
El punto álgido del evento tendrá lugar a partir de las 19,30 horas, cuando repicarán las campanas y sonarán los tambores para anunciar la llegada del enemigo, las tropas de Napoleón. Entonces, Alfredo Fernández, el vecino que asume cada año el papel del Alcalde Carbonero, arenga desde el balcón de la Plaza de España a todo el pueblo y lo moviliza para hacer frente a los franceses y luego, todos, se dirigen al campo de batalla.
El tercer y último acto, consiste en la batalla propiamente dicha: escaramuzas de ataque y retroceso, preparación del cañón de madera de encina, fuego, fusilamiento y raptos.
El epílogo de la historia, sobre las 22,30 horas, cuenta la explosión del gran cañón de madera de encina. Entonces, las tropas francesas tuvieron que replegarse a Guadix y volver a los tres días con el refuerzo de dos mil soldados. El Alcalde Carbonero resguardó a los niños y mujeres en la sierra, dejó el pueblo vacío y esperó a los franceses a las afueras.
Manuel Atienza fue finalmente capturado, pero sin perder su dignidad, rompió su bastón de mando y sentenció: "Yo soy la villa de La Peza, que muere antes de entregarse". Dicho esto se arrojó por el tajo Bernite para que no se apropiara de su cuerpo el enemigo. La frase define en buena medida el carácter luchador de los orgullosos vecinos y es el lema actual de la localidad.
EL ENTORNO
Son famosos en la comarca los Toros de La Peza, y la gran afición de los peceños por los toros. Los traen desde Lugros por "la cañada real de los potros" andando, y al entrar en el pueblo los corren en encierro por las calles estrechas del pueblo.
La Peza actualmente es un pueblo agrícola, ganadero y también es pueblo dormitorio y de segunda residencia. Tiene una bonita vega que baja desde la cerrada del Umbrión hasta el mismo pueblo, donde se cultivan hortalizas y frutales. Además en sus montes crecen olivos, encinas , almendros y pinares.
Desde la Fuente de la Gitana hacia el pueblo hay varios molinos en ruinas, o restaurados como viviendas.
En La Peza se elaboran unos quesos de cabra exquisitos, así como embutidos y derivados de la matanza del cerdo, y otras delicias de repostería.
Famosa es la Fuente de la Gitana, con su Área Recreativa, y varios senderos que pasan o salen de aquí.
Por la Peza pasa el Camino Mozárabe de Santiago; etapa Guadix-La Peza. Aquí hay un albergue de peregrinos, donde descansar para acometer la dura etapa siguiente hasta Quentar (28 kms.),
o bien hacerla más corta hasta Tocón de Quentar.
EL SENDERO
Hoy hemos realizado una circular saliendo de la plaza de España por la calle Horno hasta el Castillo, y desde allí por el sendero SL-A 222, y coincidiendo un tramo con el Camino Mozárabe, hasta la Fuente de la Gitana.
Las vistas desde arriba son impresionantes: la Sierra de Baza, Jabalcón, La Sagra, Sierras de Castril, del Pozo, Cazorla, Sierra Nevada, Sierras de Huetor, Arana, y el Majestuoso Mencal, autentico Faro del valle del Fardes.
Y por supuesto las vistas del valle del rio Morollón con la fértil vega y los árboles con sus colores de otoño: una delicia para la vista. Nos adentramos en una zona más cerrada con encinares y pinos de repoblación y cruzamos unos barrancos antes de bajar al Área Recreativa y Fuente de la Gitana. Se trata de un lugar ideal para descansar junto al rio Morollón y bajo los chopos que cubren toda la zona. El sitio está junto a la carretera que lleva a Quentar, Dudar, Pinos Genil y Granada.
Desde aquí hacia arriba, discurre el río encajonado en un estrecho desfiladero, y aquí termina el sendero SL-A 222 Ruta Haza de la Cabaña, pues es lineal.
Nosotros volvemos por la margen izquierda del río y por la carretera (con sumo cuidado, pues hay muchas curvas), un tramo de 1,5 kms., pasando por molinos abandonados o reconstruidos en viviendas privadas:
Molino Roseta, De Diego, de la Pimienta, Botines, todos estos antes de abandonar la carretera vadeando el río. Ahora vamos caminando por un camino asfaltado por la vega primero, y bordeando los pinos de los cerros después.
Estamos viendo las huertas y cortijos o chalecitos de las afueras, con olivos, y diversos frutales, y los chopos en el río, que ya están cambiando a tonos amarillentos. Este camino nos llevará hasta el Castillo otra vez, toda vez que no quisimos entrar en la vega por un senderillo para ver los restos mejor conservados de todos: el Molino Santiago.
En el Castillo hicimos un tour y una sesión de fotos, y desde ahí a la plaza de España, pasando por el lavadero ( que no vimos), por una fuente con tres caños, y por la estatua homenaje a la afición a los toros de los peceños.
No hemos visitado los lavaderos, ni las fuentes, ni la Iglesia, ni las Ermitas, y el cañón lo vimos desde el coche. Tan solo un refrigerio en Bar Óscar, donde nos agradó su gastronomía. Cuando pase la pandemia del COVID-19, volveremos a visitar los rincones de los pueblos otra vez.
La vuelta a casa la hemos hecho por la antigua carretera de Los Baños de Graena, con parada obligada en el Mirador de Las Mulas, desde donde hay una vista espectacular del pueblo, del rio Morollón llegando al embalse Abellán donde se junta con el río Fardes.
Pero antes de volver hemos ido a Tocón de Quentar a ver los colores de otoño de los árboles, y ha merecido la pena.
En resumen, otro día más de disfrute de la Naturaleza haciendo lo que más nos gusta, que es conocer nuestros pueblos a través de sus senderos. Prometemos volver para hacer el sendero de la Fuente de la Guija.
Documentación: paginas web de granadapedia, elindependientedegranada, lapeza.es y wikipedia.
El GPS del movil me la ha jugado. Empecé a grabar en la Ermita de San Anton, y ademas la altitud no la ha calculado bien. Me falta pues en el track el primer kilometro..
Waypoints
Comments (1)
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Esta ruta discurre casi un 50% por carretera y la otra mitad por una pista forestal. La considero facil por el desnivel acumulado así como por el tipo de camino, pero sobre todo cuidado en la carretera.