2021-05-23 FERVENZA DAS HORTAS

Ruta sin grandes dificultades para quien esté acostumbrado a hacer rutas de este tipo.
La ruta en principio íbamos a realizarla al revés para dejar el postre de la fervenza, pero decidimos empezarla así , para evitar aglomeraciones en caso de que por la tarde hubiera más gente y poder sacar mejores fotografías.
Nada más empezar nos topamos con un molino que ofrece una bonita estampa. Poco después iniciamos el descenso hasta la base de la fervenza que realmente es espectacular. Lamentablemente no se pueden subir las fotos al pesar demasiado. Advertir que el suelo es muy resbaladizo, por lo que hay que tener mucha precaución. Por ello, también es mejor ir cuando haya poca gente.
Después de disfrutarla y saborearla un buen rato, retomamos el camino y continuamos por pistas fáciles de caminar con ligeras subidas y bajadas que nos obsequian con bellísimas fotos de los verdes prados adornados con el azul del cielo y que son un cuadro en sí mismo.
A partir del km 10 aproximadamente alcanzamos la pequeña central eléctrica y vamos de la mano del Río Ulla que impresiona por su presencia y también nos deja bonitas fotos con su tranquilidad, sus algas y su grandeza. En ese sendero nos encontramos también con zonas de vegetación muy bonitas y con restos de un molino y de lo que fue una casa recubiertos de musgo.
Así llegamos a una nueva fervenza, la fervenza de Rosende, que aunque más pequeña, también es digna de ver. Poco después alcanzamos lo que debió de ser un área recreativa y donde suelen parar los pescadores y unos metros más abajo es donde se inicia esta ruta si se hace lineal y coincide con otra ruta por el río Lañas en dirección contraria.
Tras subir por un camino llegamos a una carretera con pinos a la izquierda y praderas verdes a la derecha que ofrece otra bonita estampa. Desandamos el camino (unos 700 m que no están en el track al ser cortado antes de subirla) y nos desviamos siguiendo otro track descargado. Caminamos por la parte más fea de la ruta entre eucaliptos, dejamos a la derecha unas casas recubiertas totalmente de hiedra para desembocar después en el pazo de Rosende, que nos impresiona con su escudo, su ermita, su alprende, su hórreo y la variedad de plantas y frutales que tiene. Continuamos camino hasta un muro que debemos de saltar y a partir de ahí caminamos por tramos de asfalto y tierra y pasamos por varias aldeas, donde conversamos con algún parroquiano y que nos ofrecen también unas bonitas vistas con sus prados y sus casas.
Y así concluimos la ruta con un buen sabor de boca, que gana en intensidad pasadas las horas.

Ruta totalmente recomendable, y fácil de realizar, ya que no ofrece grandes dificultades, excepto la distancia.
A destacar los paisajes, la parte del río, el pazo de Rosende y las 2 fervenzas, especialmente la fervenza de Hortas.