2021-06-28 ruta del Cares. La Garganta Divina. Poncebos-Caín-Poncebos. PR-PNPE 3. GR 202

2021-06-28 Ruta del Cares. La Garganta Divina. Poncebos-Caín. PR-PNPE 3

TODAS LAS FOTOS DE ESTA ACTIVIDAD
https://photos.app.goo.gl/WwoDXfYnizvv4Y9c9

Esta es una de las rutas del viaje organizado por el CD La Pandera por los Picos de Europa en Asturias con las siguientes actividades:
Día 25: Viaje a Sotres (Asturias). Parada en Orbaneja del Castillo (Burgos)
https://es.wikiloc.com/rutas-a-pie/2021-06-25-orbaneja-del-castillo-burgos-camino-natural-del-ebro-gr-99-cascadas-cuevas-pozas-77653013
Día 26: Refugio vega de Urriellu. Naranjo de Bulnes
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/2021-06-26-refugio-vega-urriellu-o-naranjo-de-bulnes-jou-sin-tierre-pandebano-invernales-texu-sotre-77552266
Día 27: Playas, cuevas y bufones del Cobijeru y Llanes.
https://es.wikiloc.com/rutas-a-pie/2021-06-27-complejo-monumento-natural-cobijero-buelna-llanes-playa-cuevas-bufones-acantilados-77626331
https://es.wikiloc.com/rutas-a-pie/2021-06-27-llanes-monumental-paseo-de-san-pedro-puerto-playa-de-toro-77751322
Día 28: Ruta del Cares. Poncebos a Caín y regreso a Poncebos
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/2021-06-28-ruta-del-cares-la-garganta-divina-poncebos-cain-poncebos-pr-pnpe-3-gr-202-77522704
Día 29: Lagos de Covadonga hasta el refugio de Vegarredonda. Mirador del Rey PR-PNPE-2 y 5
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/2021-06-29-lagos-de-covadonga-enol-ercina-bricial-hayedo-palomberu-refugio-vegarredonda-pr-pnpe-2-y-77476349
Día 30: Desfiladero de la Hermida. Senda de las Agüeras. Senda Mitológica de Peñarrubia. Mirador de Santa Catalina o de Monte Hozarco
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/2021-06-30-ruta-de-las-agueras-senda-mitologica-antiguo-camino-medieval-alto-penarrubia-mirador-sta-77489728
https://es.wikiloc.com/rutas-a-pie/2021-06-30-potes-monumental-cantabria-villa-de-los-puentes-y-de-las-torres-77797411
Día 1: Regreso a Jaén.

ATENCIÓN A LOS DATOS
El desnivel acumulado es erróneo, a pesar de haber editado con mucha paciencia el track para ajustarlo el camino que aparece en Topohispania. No sólo nuestros GPS fallan en las cerradas, barrancos, mucho más en los escarpes, sino también los mapas. Por lo tanto, es conveniente hacer el desnivel con técnicas manuales. En ese sentido, hay un consenso de que son 700 m
En cuanto a la distancia, también depende de donde establezcamos el inicio de la ruta. En nuestro caso, en el aparcamiento del Funicular. La distancia se acerca a la oficial 12+12= 24 km.

SEGURIDAD
En general se considera que esta ruta es fácil sin dificultad técnica al ser un sendero amplio.
La primera consideración es que hay accidentes, normalmente mortales o muy graves, normalmente por caídas cerca del precipicio. Nadie está exento de un tropezón, pero al filo del precipicio puede ser mortal.

https://www.rtpa.es/noticias-sociedad:-Seis-personas-han-fallecido-en-la-Ruta-del-Cares-en-los-ultimos-17-a%C3%83%C2%B1os_111528630591.html

La segunda consideración es el tramo desde el principio hasta los Collaos. Es un sendero rocoso, que en caso de lluvia puede provocar caídas. Hay que bajar con mucho cuidado.

DESCRIPCIÓN
Seguir el curso del río Cares en sus tramos altos supone adentrarse en una garganta calcárea de auténtico vértigo que tiene su inicio en el municipio de Cabrales. La naturaleza expone aquí su belleza más recóndita. Surcada por una senda inverosímil, las laderas más verticales de los Picos de Europa quedan así al alcance de cualquier mortal, asequibles y cercanas para el disfrute humano de la montaña y sus desfiladeros.

La ruta más antigua tenía un trazado sensiblemente diferente al actual. En un principio fue de uso exclusivamente pastoril y sólo después de 1916 cambiaron las cosas. Este fue al año en el se comenzó a delimitar un sinuoso y precario sendero para que los operarios de la compañía Electra de Viesgo pudieran vigilar y mantener un canal de agua, canal que transportaba parte del caudal del Cares para su aprovechamiento hidroeléctrico en la Central de Camarmeña. La construcción de esta central eléctrica supuso el ensanche mínimo de una vereda con continuas subidas y bajadas, desde la presa de Caín hasta Camarmeña. Por aquel entonces se tardaban unas siete horas en ir de Poncebos a Caín. Posteriormente, la vía habilitada fue utilizada para llevar los productos agrícolas desde Caín a los mercados de Cabrales, y sólo en los años 40-50 se construyó la actual senda para mejorar el mantenimiento del canal. La ruta fue abierta a base de picos y dinamita y en las últimas décadas se han ido mejorando determinados tramos para garantizar un senderismo sin riesgos.
Con el tiempo esta ruta se fue convirtiendo en un reclamo turístico de la zona. Actualmente es uno de los puntos cardinales de los Picos de Europa para cualquier amante de la montaña. Se conoce también como la Garganta Divina, dada su espectacularidad, y ofrece a sus caminantes imágenes privilegiadas a lo largo de doce kilómetros que marcan la división entre el Macizo Occidental de los Picos, o del Cornión, y el Macizo Central o de los Urrieles. Si dirigimos la mirada hacia arriba, veremos que la Ruta del Cares es también el inicio de multitud de canales que recorren los fuertes desplomes de los dos macizos que divide. La canal de Mesones hacia el occidental, o la de Dobresengros hacia el central son dos claros ejemplos. Además, el techo de los Picos, Torre Cerredo, cae verticalmente sobre el río Cares, dando más forma a su vertiginoso cañón.

Hay al menos tres opciones para realizar esta ruta. Hemos optado por la más aceptada, la que normalmente se realiza, de Poncebos a Caín. Son 12 kilómetros de ida y otros 12 de vuelta. En este caso no tenemos el inconveniente de que un tercero acuda a buscarnos al punto de destino. Podemos dejar el coche en Poncebos y volver a cogerlo en el mismo punto tras regresar de Caín. La ruta nos puede llevar entre 3 y 4 horas en un sentido y un tiempo similar en el regreso. El grado de dificultad es bajo y el desnivel de unos 700 metros. Pasado el pueblo de Poncebos, unos metros más adelante la carretera se convierte en pista de grava y un cartel nos indica el comienzo de la Senda del Cares con la leyenda de «Caín 3h, Posada de Valdeón 6h» . Los 2,5 kilómetros iniciales quizás sean los más duros, un repecho continuado de cierto desnivel hasta alcanzar las ruinas de una casa y un árbol (primera sombra en muchos metros). Poco después llegamos a Los Collaos, punto en el que comienza un ligero descenso hasta encontrar la senda tallada en la roca junto al canal. A partir de aquí el desnivel es casi inexistente. Tras cinco kilómetros llegamos a la majada de Culiembro, de donde parte el canal del mismo nombre que asciende hacia los puertos de Ostón. Seguimos caminando, apreciamos que aumenta la altura respecto al río. Llegamos al puente de Bolín, donde cruzamos el río a gran altura, volviendo a cruzarlo poco después por el puente de Los Rebecos. Por último, recorremos una zona de túnel con ventanales excavado en la roca, en la zona más angosta del recorrido y llegamos a la presa de Caín, donde empieza a abrirse el valle e iremos viendo las casas del pueblo leonés.
https://asturias.com/la-ruta-del-cares/

https://es.wikipedia.org/wiki/Ruta_del_Cares

ASPECTOS GEOLÓGICOS DE LA RUTA DEL CARES
Este itinerario comienza en Caín y recorre la Garganta del Cares por una senda que inicialmente se creó para el mantenimiento de una conducción de agua.
La ruta atraviesa los Picos de Europa de sur a norte y permite contemplar la profunda incisión excavada por el río Cares en esta gigantesca mole de calizas, resultado de la repetición y superposición de diversas escamas tectónicas por efecto de los cabalgamientos. Además, a lo largo de los once kilómetros de desfiladero, se pueden observar otros muchos rasgos geológicos de interés, como conductos kársticos, pequeños pliegues, travertinos, antiguos depósitos fluviales y valles colgados.

Una peculiaridad de la orografía de la Garganta del Cares es la multitud de estrechos y empinados valles laterales (canales, en la toponimia local) que en ella confluyen, salvando fortísimos desniveles y conectando las zonas altas de los macizos Occidental y Central con el fondo del desfiladero. Su trazado es frecuentemente rectilíneo, ya que los agentes erosivos han aprovechado discontinuidades geológicas del macizo rocoso (fallas, cabalgamientos y contactos entre capas) para progresar.

El itinerario corta perpendicularmente las estructuras geológicas (estratos y cabalgamientos). Por tanto, durante el mismo se atraviesan varias de las escamas tectónicas que configuran los Picos de Europa.

Es frecuente en los barrancos kársticos escarpados que el agua del río discurra paralelamente a dos alturas diferentes. La erosión kárstica suele producir galerías subterráneas por las que discurre el agua. Con el tiempo, las galerías se hacen más grande y el techo más delgado por lo que colapsa. En este barranco, hay un ejemplo claro de una "ventana" o arco formada por este proceso. A media altura, se aprecian marmitas gigantes formadas cuado el río estaba más alto, por encima de la galería.

Un antiguo valle glaciar colgado a decenas de metros del cauce de la Riega del Tejo.
Y es que hace millones de años por aquí descendía una lengua glaciar procedente de Vega Urriellu, y que recorría Camburero, el Jou Bajo, la canal de Balcosín, y el lugar donde actualmente se asienta Bulnes.
Al retirarse el glaciar, el valle quedó modelado en forma de U (línea roja), pero la corriente de agua que formaba la Riega del Tejo, fuée erosionando ese mismo valle y socavando la caliza tomando una forma de V (línea azul). El valle fluvial.
La "marmita gigante" colgada a cientos de metros por encima del cauce actual es el resultado de la fuerza del agua, que va erosionando el lecho del rio con la ayuda de piedras y gravas. Se forman cuando un bloque de piedra queda atrapado durante mucho tiempo en una concavidad del cauce, en la que se llega a formar un remolino. Ese mismo bloque de piedra, empujado por la corriente, no logra salir de la concavidad y va puliendo los contornos hasta formar el hueco.
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Puente de los Pinteros: Orígenes de la Senda
La construcción de la primera senda a lo largo del Cares, de trazado distinto y mucho más difícil que el actual, se remonta al periodo 1915-1921, cuando la Sociedad Electra del Viesgo llevó a cabo las obras de captación y conducción de las aguas del Cares desde Caín hasta Poncebos para su aprovechamiento hidroeléctrico. Con anterioridad a ese camino (conocido como “la senda de la Electra”), no era posible recorrer enteramente la garganta siguiendo el cauce del río, ya que la presencia de sectores infranqueables obligaba a remontar fuertes desniveles a través de sinuosos y precarios senderos.
Tras aquellas obras, se creó un canal de 11 km de longitud que atraviesa la roca en 71 túneles barrenados a mano. Es fácil imaginar las duras condiciones de trabajo de los más de 500 trabajadores que empleó la obra, en la que se produjeron varios accidentes que arrojaron un balance final de 11 muertos. En algunos tramos, el canal ha tenido que ser cubierto para evitar que los frecuentes desprendimientos de rocas lleguen a cegar la conducción.
El camino actual, abierto entre 1945 y 1950, discurre próximo a la conducción de agua; su trazado exigió la construcción de puentes, inicialmente de madera, que atraviesan el cañón a alturas de hasta 60 metros sobre el río.

Zonas de túneles: Los travertinos
Tras abandonar la relativa amplitud del valle en Caín, fruto del afloramiento de rocas siliciclásticas, el camino entra en el angosto desfiladero abierto por el río en las calizas.
La senda discurre por el interior de túneles excavados en estas rocas, aunque, gracias a las ventanas que se han perforado, no se pierde el contacto visual con el río Cares. Uno de esos túneles, sobre el que se precipita una pequeña cascada, presenta una peculiaridad: el tipo de roca que lo cierra por el exterior no corresponde a la dura y firme caliza del resto de las paredes, sino a un material muy diferente. Se trata de un travertino, una roca porosa, de color pardo-amarillento, compuesta no sólo por sustancias minerales (carbonato cálcico), sino también por un entramado de restos vegetales.


El origen de la acumulación de carbonato cálcico guarda cierta similitud con el de las estalactitas y estalagmitas de las cuevas: el agua que se infiltra por las fisuras del macizo calcáreo va disolviendo la roca y enriqueciéndose en carbonato cálcico, que puede precipitar cuando el agua sale al exterior. En la zona de surgencia la humedad favorece el crecimiento de musgos y diversas plantas, que atrapan el carbonato cálcico.
A lo largo de toda la ruta se pueden observar más ejemplos de travertinos, siempre en relación con pequeñas cascadas asociadas a surgencias.

La caliza roja griotte
Aunque las calizas grises y de aspecto masivo son las dominantes en la garganta del Cares, en este punto del recorrido aparecen unos estratos delgados de caliza roja, separados por finas intercalaciones de pizarras, que corresponden a la Formación Alba, también denominada griotte del Carbonífero Inferior. Esta unidad estratigráfica se encuentra en la base de la sucesión estratigráfica que forma las distintas escamas tectónicas que constituyen el macizo calcáreo de los Picos de Europa. Por ello, en la mayor parte de los casos, su presencia señala la existencia de un cabalgamiento.

Puente Bolín: Pizarras y areniscas
Dada la gran abundancia de calizas en todo el recorrido, es interesante señalar un pequeño afloramiento de pizarras oscuras con lentejones de areniscas. Estas rocas se depositaron en fondos marinos al final del Carbonífero, una vez que la plataforma carbonatada, el gran sistema de formación de calizas, comenzó a verse afectada por la deformación tectónica ligada a la Orogenia Varisca. Las arcillas y arenas que formaron estas rocas procedían de áreas que ya habían sido levantadas y emergidas por la acción de dicha orogenia.

Anchurón de Cabrerizas: Antiguo depósito fluvial
Muy cerca del sector donde la conducción de agua se ensancha (Anchurón de Cabrerizas), se encuentra una acumulación de cantos, gravas y arenas de varios metros de espesor. El redondeamiento de los cantos, su ordenación vertical en capas de distintos tamaños, y la disposición subhorizontal de éstas, indican que son sedimentos de origen fluvial. Se trata de depósitos acumulados en el cauce del río Cares que, a juzgar por su escasa cementación, pertenecen a un pasado geológico no muy lejano. Su posición, a unos 90 metros por encima del cauce actual, da una idea de la rapidez con la que el río Cares excava la garganta.


Los fósiles de Picos
El antiguo poblado de Culiembro (donde existió un pueblo que contaba, incluso, con capilla). Un poco por encima del camino, entre rocas pizarrosas, asoma un bloque suelto de caliza en el que se ven numerosos restos fósiles. Se trata de crinoideos, un tipo de equinodermos con aspecto de flor, que vivían (y aún viven hoy día) en el fondo marino. Los crinoideos son fósiles relativamente comunes de las calizas de los Picos de Europa y, en ocasiones, se pueden encontrar capas que están formadas enteramente por sus restos (calizas encriníticas).

Las calizas negras de la Formación Barcaliente
Aunque a lo largo de la ruta predominan las calizas claras y masivas, en muchas zonas de la senda aparecen unos estratos delgados de calizas muy oscuras. Pertenecen a la Formación Barcaliente, una unidad estratigráfica del Carbonífero, más antigua que las calizas claras, que está presente en otras muchas zonas de la Cordillera Cantábrica.
Su color casi negro en corte fresco y su olor fétido son consecuencia de su alto contenido en materia orgánica.

La Viña: Desprendimientos de rocas
La acción hielo-deshielo va debilitando el macizo rocoso, que termina por fragmentarse. A lo largo de la ruta, especialmente tras una época de nevadas o de fuertes lluvias, es fácil observar nuevas zonas de desprendimientos que, en ocasiones, afectan al propio camino. En marzo de 2009, por debajo de la Canal de La Raya, cerca de las cabañas de La Viña, se identificaron dos zonas de rotura ocasionadas por las nevadas y heladas de aquel invierno. Por ello, se debe prestar especial atención a las zonas situadas por encima de la senda, en las que los bloques sueltos pueden desestabilizarse por fenómenos gravitacionales o simplemente por el paso de cabras, tan frecuentes en las verticales paredes de la garganta.

Farfao de La Viña: Una gran surgencia
Una de las surgencias más caudalosas de los Picos de Europa es la del Farfao de La Viña, visible al otro lado del río bajo la Canal de Sabugo.

Este manantial procede de las alturas del Macizo Central y circula por un conducto kárstico cuya salida se sitúa en la base de la Canal de Sabugo, muy cerca del cauce del río Cares, del que es afluente. Aguas teñidas por los espeleólogos en una sima de Peña Castil han salido en El Farfao, probablemente unidas a las de Cabrones, Trabe y otras zonas.

El relleno de una antigua cueva
En una pequeña cavidad que se abre al lado del camino aparecen numerosos espeleotemas que, a modo de coladas y chorreras de carbonato cálcico, cubren muchas paredes del desfiladero. En la misma parada se puede observar otro interesante ejemplo de los procesos kársticos: se trata de un conducto, por el que inicialmente discurría el agua, que fue rellenado por arenas silíceas, arrastradas al interior de la antigua cueva por los cursos subterráneos

Canal del Saigu: Actividad torrencial
Los valles secundarios, o canales, recogen las aguas superficiales para cederlas al río Cares. Sin embargo, debido al carácter calcáreo del sustrato, no es frecuente ver agua circulando por ellos, ya que la mayor parte del tiempo el flujo es sólo subterráneo.

Uno de los tributarios al Cares más permanentes es el de la Canal del Saigu y eso se debe a que en gran parte de la canal afloran areniscas cuarcíticas, rocas impermeables que impiden la infiltración. En ocasiones, este arroyo se transforma en un impetuoso
torrente capaz de arrastrar grandes bloques de roca como los que forman el pequeño abanico torrencial situado junto a la senda (un depósito que actualmente está siendo erosionado por el propio arroyo).

El Juracao: Una cavidad expuesta
La incisión fluvial ha dejado al descubierto algunos conductos kársticos. Sin duda, el más espectacular de este recorrido es el arco denominado El Juracao. Se trata del resto de una antigua cavidad que ha quedado expuesta debido a que el macizo rocoso ha sido desmantelado por la erosión.


Los Collaos: Historia geológica de la Garganta
Si bien los depósitos fluviales de la parada 5 son un buen testimonio de la larga historia y poder erosivo del río Cares, es en el sector de Los Collaos, punto de mayor cota de todo este itinerario, donde se percibe de modo más evidente la evolución completa de la garganta.

En la zona por la que pasa la senda, la ladera tiene una pendiente suave, interrumpida abruptamente algo más abajo por un tajo vertical que llega hasta el fondo del río. Esa ladera formó parte de un antiguo valle glaciar, tal como prueba su perfil transversal en U, mientras que la estrecha y vertical hoz de la zona inferior es producto de la excavación fluvial que siguió a la fusión del hielo.

Collado La Jaya: Las dolomías
En algunos sectores del camino se observan unas zonas oscuras, a modo de parches, en las que las rocas tienen colores pardos en superficie y amarillentos en corte fresco. Se trata de dolomías, rocas formadas por carbonato de calcio y magnesio. Las dolomías de los Picos de Europa se han formado a partir de las calizas carboníferas preexistentes. El proceso ocurrió durante el periodo Pérmico, cuando esta zona de la corteza terrestre estuvo sometida a un calentamiento de origen interno que, junto a la circulación de fluidos mineralizados, provocó la introducción del magnesio en la red cristalina de las calizas transformando el mineral original, calcita (carbonato de calcio), en dolomita (carbonato de calcio y magnesio).
Debido a su mayor porosidad, las dolomías se disgregan con más facilidad que las calizas, rasgo que facilita la colonización vegetal de las zonas dolomitizadas

Rexes: Depósitos de ladera cementados
Entre Los Collaos y Puente Poncebos, al igual que en otras muchas zonas de los Picos de Europa, la roca firme se encuentra a menudo recubierta por depósitos de ladera consolidados (compuestos por fragmentos de calizas parcialmente cementados con carbonato cálcico) que corresponden a antiguos canchales y avalanchas de rocas.
Vistos a distancia, pueden confundirse con el sustrato calizo sobre el que se apoyan, pero un examen detallado del afloramiento revela su verdadero origen. Estos depósitos se disgregan fácilmente, generándose en su talud abundantes oquedades que frecuentemente han sido aprovechadas como refugio para el ganado.
https://www.igme.es/LibrosE/GuiasGeo/PicosdeEuropa_sp/246/#zoom=z