2021-09-04 Alayos del río Dílar por rambla Seca (Corazón de la Sandía, Los Castillejos) y río Dílar. Canal de la Espartera

Alayos de Dílar por rambla Seca (Corazón de la Sandía, Los Castillejos) y río Dílar desde la toma del canal de la Espartera hasta el área recreativa.

TODAS LAS FOTOS
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Esta ruta tiene varias partes diferentes:
- Acceso por rambla Seca andando por la grava sin sendero, algo muy normal en esta zona por descomposición de las dolomías del Triásico Alpujárride.
- Cresteo de Los Alayos de Dílar, con la posibilidad de subir a alguna cumbre, solo los expertos y atrevidos. Se puede hacer por una vereda todo este tramo sin más problemas que la debida atención para evitar caídas.
- Cuesta del Pino hasta la toma del canal de la Espartera por un pinar y al final bosque de galería impresionante.
-Tramo corto del sendero PR-A 21 paralelo al canal de la Espartera hasta el collado de Sevilla es una obra genial de ingeniería montañera con unas vistas espectaculares del barranco del Dílar, los Alayos de Dílar y siempre al pie de unos impresionantes tajos al otro lado de los Arenales del Trevenque.
- Senda del río Dílar, incluyendo la cascada y poza. No es una ruta acuática al no desarrollarse por el cauce, pero hay que cruzar el río en varias ocasiones para la que se aconseja unas buenas zapatillas de senderismo que se puedan mojar. Conviene hacerla en épocas de verano para disfrutar del baño o principios de otoño con menos agua y buena temperatura.

SEGURIDAD
La dureza de la ruta es media/media alta, según nivel de los participantes y el ritmo de marcha.
En cuanto a la dificultad, es importante no tener vértigo y manejarse bien en veredas estrechas con algo de exposición, que naturalmente se valora en razón a las posibles consecuencias de una imprevista caída.

Especialmente delicado es el terreno en barranqueras. Son zonas muy expuestas a la erosión, que deterioran o borran las veredas. Hay que atravesarlas con mucho cuidado. Por ejemplo, en la falda sur de los Castillejos, antes de llegar a la sima.

En cuanto a la cresta de los Alayos, excepto la subida a las cimas como el Corazón de la Sandía, extremadamente expuesta, se puede hacer la ruta sin problema por una vereda que faldea las cumbres. Insisto: si no quieres problemas, no subas a ninguna cima. Ninguna cumbre es obligatoria. Son superfluas

El Corazón de la Sandía tiene dos picos: uno totalmente pétreo donde hay que trepar, sólo reservado a experimentados montañeros que quieran arriesgarse. El otro cerro, el más alto, con el terreno dolomítico típico de de los Alayos, con 1.885 m tiene subida dificultosa, pero asequible. No se recomienda continuar la bajada en dirección a los Castillejos.

SENDERO DEL RÍO DÍLAR
El río Dílar nace a 3.000 metros de altitud, en el paraje conocido como los Lagunillos de la Virgen, pequeñas lagunitas, pastizales y borreguiles por los que discurre el agua de neveros y arroyos para formar el cauce del que se convertirá en el rio Dílar, uno de los más importantes del Espacio Natural de Sierra Nevada. Desde su nacimiento, tras la Laguna de las Yeguas, transformada artificialmente en una pantaneta, fluye hacia la vega de Granada por espacios de cortados, cañones, laderas y desfiladeros, en la cota más baja de los montes Alayos, hasta llegar a las inmediaciones de la localidad de Dílar, donde concentra algunos de los puntos para el ocio y áreas recreativas más importantes de la sierra y el área metropolitana de Granada.

Es un río de aguas rápidas, estrecho y poco caudaloso, pero de paso continuo de agua, que en verano se ve acrecentado por el efecto del deshielo de las grandes cumbres. Las áreas recreativas situadas a unos tres kilómetros del núcleo urbano y antes de llegar a la Central Eléctrica de Dílar, son espacios muy frecuentados por familias en primavera y verano, donde el río se convierte en una playa de interior.

RECORRIDO
Un kilómetro y medio después del aparcamiento se llega a la Central Eléctrica de Dílar, desde ese punto, el camino se vuelve estrecho y sinuoso, pero de una gran estética e interés. Continúa ascendiendo, en algunos puntos se tiene que cruzar el cauce, sin puentes, y se llega a puntos donde el camino asciende junto a los cortados para salvar alturas. Casi una hora después del inicio del camino, se encuentra la confluencia de otro camino a la izquierda que asciende hacia el Canal de la Espartera, y el Hervidero y el Trevenque, otra ruta de Sierra Nevada que se une a la del río Dílar, de hecho, algunos montañeros la recorren a la inversa. Salen de Granada hacia La Zubia, Cumbres Verdes y el Hervidero, para tomar el camino de La Espartera y bajar hasta el cauce del río Dílar.

También desde el río Dílar, poco antes de la central eléctrica, un camino, señalizado, sube, de forma muy empinada hacia la cumbre del pico La Boca de la Pescá, que conecta con la ruta del Hervidero.

El sendero del Dílar es cómodo y seguro, aunque hay que cruzar el río al menos en ocho ocasiones. En ciertas ocasiones es más seguro ponerse unas zapatillas que se puedan mojar para cruzar el río. Hay que tener sumo cuidado en épocas de deshielo en que baja mucha agua y mucho más en caso de tormentas. A principios de otoño, el agua no llega a la rodilla, aunque hay zonas para darse un buen chapuzón.

CANAL DE LA ESPARTERA
Agua para generar electricidad en los años veinte
El canal de la Espartera fue construido por José Morell entre 1819 y y 1923. Su objetivo era llevar agua desde el río Dílar hasta un punto desde el que caía en un gran salto hacia la central de Dílar donde movía turbinas que generaban electricidad que estaba destinada a la fábrica de papel que se construyó en Benalúa de Guadix. El canal, aún en uso, tiene 7.035 metros de largo con 47 puentes. Discurre por una canalización de 1,10 m. de ancho y un metro de profundidad.

http://www.thalackeri.es/otros/memoria.html


GEOLOGÍA: ARENALES Y RELIEVES RUINIFORMES (COMPLEJO ALPUJÁRRIDE)
En los carbonatos alpujárrides son frecuentes las paredes subverticales y los cañones profundos asociados a escarpes o zonas de falla, como el de Los Cahorros de Monachil.

Sin embargo, lo más llamativo desde el punto de vista geomorfológico, son los llamados arenales y los relieves ruiniformes. Las dolomías del Complejo Alpujárride están fuertemente fracturadas y trituradas por efecto de su historia geológica. Frecuentemente están atravesadas por abundantes diaclasas (pequeñas fracturas abiertas), muy próximas entre sí, agrupadas en sistemas paralelos que se cortan a diversos ángulos. La presencia de estos sistemas de diaclasas favorece la partición de las dolomías y que se liberen, durante los procesos erosivos, pequeños fragmentos (de milímetros a centímetros, de tamaño grava) que son arrastrados por el agua. Sus acumulaciones reciben el nombre de “arenales”, y destacan en el paisaje formando lenguas de grava suelta, que discurren pendiente abajo por los fondos de los barrancos y las ramblas

Los arenales del Trevenque se caracterizan por dolomías de edad Triásico superior pertenecientes a la Unidad Trevenque del Complejo Alpujárride (hace entre 200 y 220 millones de años).

La dolomía es una roca sedimentaria (formada en el fondo del mar) de origen químico compuesta básicamente de dolomita, cuya composición química es carbonato de calcio y magnesio [CaMg(CO3)2]. La dolomía debe contener al menos 50% de dolomita; si contiene menos es una caliza dolomítica. Se considera pura cuando ese porcentaje pasa del 90%.