2022.04.07 Peñaflor. Circular por El Vedado

Ya en Peñaflor, al final del pueblo, tomamos un desvío a la derecha en dirección al Vedado y Piscinas Municipales. Una vez pasado el campo de fútbol, al empezar el pinar, hay una zona de aparcamiento, justo en el desvío a la Ermita de San Cristóbal, donde dejamos los coches.
Comenzamos a andar por pista hacia la Ermita. En la explanada de la misma seguimos monte a través por el pinar, pues no tiene ninguna dificultad, hasta llegar a la pista que viene de Peñaflor y por la que transita el Camino Rural C-31 Camino del Monte de Peñaflor. Lo seguimos durante unos kilómetros entre campos de cultivos y en suave ascenso, bordeando el pinar con restos de un antiguo incendio, llegamos al Mirador del Campillo, punto más alto de la excursión de hoy, inconfundible con su gran vértice geodésico. Lástima que hoy la niebla nos impide ver lo que detalla el panel indicativo.
Seguimos las indicaciones del cartel Camino de Valcarbonera, durante unos cientos de metros metros, haciendo una gran curva.
Junto a las ruinas de una caseta, seguimos el cartel de Casas del Monte-Atalaya-Camino de Perdiguera. En la explanada de las casas nace enfrente una senda que asciende hasta dejarnos en la Casa de los Forestales y la Torre de Vigilancia de Incendios.
Retrocedemos unos metros y seguimos la pista (hay que tener cuidado pues hay varios cruces) de la que nace un camino secundario que nos lleva, entre pinos, hacia el Camino de Peñaflor a Leciñena. Justo antes de llegar al camino, sale a la izquierda (Oeste) una bonita senda que vuelve a desembocar en el mismo camino junto a un ejemplar majestuoso de pino: el Pino Guitón.
Seguimos un rato el camino hasta una pista a la izquierda (Sur), que pasa por una gran paridera. Continuamos por la pista hasta llegar al cruce con cartel de Camino Perdiguera/Camino Valcarbonera, en las inmediaciones de una gran balsa.
Ahora ya por camino amplio nos dirigimos al Oeste hacia el promontorio de la ermita de San Cristóbal. Antes pasamos por una vaguada con unos cuantos pinos de buen porte.
Sin abandonar el camino llegamos al inicio de la ruta.