2022-04-16 Abelgas de Luna, Peña Correa, Pico Formigones, Alto de la Cañada, Riolago, Huergas de Babia

Sierra de Villabandín y Valles de la Majúa.

Del calendario de la Agrupación Deportiva Rutas.

Nuestra ruta de hoy no tiene una dificultad técnica reseñable, la misma reside en su larga distancia, el desnivel acumulado, el hecho de discurrir a veces por sendero poco marcado o tapado por retamas y sabinas rastreras que nos dificultan a veces la marcha. El track algún tramo que nos desviamos y perdimos el sendero nos obligó a pasar por encima de alguna de ellas, en cualquier caso nada grave, sólo un poco de esfuerzo más.

Nada de agua entre Abelgas y Riolago, a tener en cuenta según época de recorrido. Tan solo pudimos rellenar en la subida a la Peña Piquera desviándonos un poco a la izquierda en una cascada de deshielo que encontramos, no estoy seguro que en época seca esté con agua.

Iniciamos la ruta en Abelgas de Luna siguiendo el cauce del arroyo Guariza que atraviesa el pueblo, donde hay una rica fuente. Por buena senda seguimos el camino de Abelgas a Mallo hacia S - SO. Sobre el km 1,9 la senda gira a derechas O, para cruzar el arroyo del Regueron sobre el km 3,5.
Una pradera más adelante y un cercado para ganado de una pequeña edificación sobre el km. 5 es el comienzo de una fuerte subida hasta el comienzo de las aristas que nos llevarán del Pico Corralines (2011 m), Peña Correa (2067 m), Pico Formigones (2066 m).
Progresar con cuidado y alguna pequeña trepadita (sólo ayudándonos de las manos) y destrepe sin más. Hoy estaba todo sin nieve pero recientemente desaparecida, en esta parte no tan húmedo como después en las bajadas.
Entre el collado de bajada de Peña Correa y el de acceso al Formigones el sendero se deshace un poco por las retamas crecidas, lo que nos obliga en algún momento a pasar por encima de ellas, simplemente algo de esfuerzo más.
Entre el collado o puerto de la Mora y Peña Piquera (2069 m) tenemos un fuerte repecho que pasamos por la izquierda para evitar el escobal. Estamos en el ecuador de la ruta 12,2 km.
De aquí se plantean dos opcines, llegar hacia el Pico la Ferrera (2122 m) y de allí bajar a Riolago o bien llegarnos al Pico Cañada (2157 m). Todo depende de los tiempos de progresión que llevemos, la marcha es larga y aún nos queda la bajada también larga. Nos supone dos kms más en total y poco desnivel, pero absolutamente recomendable si hay tiempo. Las vistas de 360º son inmejorables en un día despejado como hoy. Sierras y sierras a nuestro alrededor.
Terminado esto se inicia la bajada, fuerte al principio y muy mojada y embarrada por la nieve desaparecida recientemente. En toda la bajada tenemos a veces que separarnos del sendero que hace de arroyo de escorrentía del agua del deshielo.
Dejamos el Lago Chao a nuestra izquierda. Muy bonito lago, que se encuentra bajo el circo glaciar, que le entrega sus aguas y permiten crear un poco más abajo la laguna del lago Chao. Ambas vierten al arroyo de la Señal que junto al arroyo de las Vegas, forman el Arroyo de Riolago, atravesando el municipio.
Dos kilómetros más abajo llegamos a la bonita cascada del arroyo de la Señal, , que abren literalmente la piedra y se precipitan con chorreras, pozas intermedias y cascadas a su parte inferior. Es de muy fácil acceso.
Una última bajada fuerte nos pone en el Camino de las Brañas, que en tres kilómetros nos pone en Riolago (1260 m). Cuenta con varios edificios de interés, entre los que destaca el Palacio de los Quiñones. Construido en el S.XVI y reformado en sucesivas etapas, pasa por ser uno de los edificios de arquitectura civil más relevantes de la montaña occidental de León. Actualmente aloja la Casa del parque natural de Babia y Luna. De la arquitectura religiosa se puede destacar la iglesia parroquial, consagrada a San Salvador, la Ermita del Cristo de la Puente y la Capilla de la Casa del Escribano).

El bus no subió aquí a recogernos por lo que tuvimos que hacer dos kilómetros más por la carretera hasta Huergas de Luna, totalmente prescindibles.

Marcha dura, con carácter y muy recomendable para hacer un día con buen tiempo, abstenerse con niebla o poca visibilidad.