2022-5-9 VG Moroche y Grajales. Acceso por los cortafuegos. Vuelta por el puerto de la Hiruela y vereda Real de Ubeda-Granada

El Moroche es un monte situado al Sur de Pegalajar, con una altitud de 1051 metros. Está ubicado en el centro del valle del río Guadalbullón a su paso por el término de Pegalajar, en su margen izquierda. Hacia este río presenta una vertiente Norte de pendiente acusada, que se suaviza más hacia los otros puntos, especialmente al Noreste hasta llegar al barranco del Pinar, cercano o limítrofe al término de la Guardia. Al Sur la ladera del Moroche tiene menos longitud, pues se une con la ladera de la Sierra de Grajales, mientras que al este queda también recortada por esta misma Sierra en el barranco de la Iruela -ó Hiruela-. https://www.pegalajar.org/articulos/moroche.htm. Artículo este muy recomendable, especialmente en el aspecto histórico.

Este cerro con una altura bastante limitada -poco más de 1000 metros- a todos los senderistas que vivimos en sus cercanías suponen un punto de atracción, por varios motivos, además de la cercanía y buen acceso en coche a su proximidad:
- Su estado virgen, sin modificación por la mano del hombre en cuanto a vegetación y ausencia de cultivos o construcciones en él.
- Su relativo aislamiento de otras cimas, frente al valle del Guadalbullón, nos ofrecen una magnífica vistas, hacia abajo, en esta vertiente norte, y una soberbia perpectiva, hacia arriba, al sur, con la pared que supone Grajales y la Sierra de Carchel.
- Su peculiar forma, bastante vertical y puntiaguda, compuesto principalmente por dos crestas, norte, con un vértice geodésico, y sur, con su túnel cegado, con un bonito altiplano que separa a ambas a 1040 metros de altura. A pesar de la verticalidad mencionada no tiene un acceso excesivamente complicado, así, el más sencillo, por un sendero que viene del oeste hasta el llano mencionado para luego crestear dirección norte por unas losas de piedra, hasta el vértice. Algo más complicado -y novedoso- el del lado noreste, debido a la espesa vegetación de sus laderas, sin vereda clara pero que presenta trazas de haber sido el usado por los pastores. En este acceso encontraremos una pequeña cueva o refugio de estos. Y, bastante más sencillo -en principio- el del lado norte, al que se suele acceder siguiendo el cortafuegos que nace en el antiguo camino de Jaén -hoy carreterita asfaltada que lleva a los cortijos de la zona- en el que, llegados a pie de cresta, hay que entrar por un callejón en ascenso y realizar una pequeña trepada -nada especial para cualquiera habituado a salir al campo-, y ya en la cumbre, ir buscando entre las rocas el mejor paso hacia el vértice, lo cual sí precisa cierta experiencia.
Esta ha sido la opción elegida hoy.
- Y, en tercer lugar, el hecho de que durante mucho tiempo su acceso estuvo restringido por un sistema de vallas que hace unos años se abrió -seguramente por algún aspecto judicial de transito promovido por fincas colindantes- y que, aún manteniendo parte de este encarcelamiento, nos permite a los senderistas pasar por esta zona sabiendo que no estamos circulando por áreas restringidas. De hecho, he encontrado que incluso en este resto vallado se han efectuado perforaciones y caídas de algún poste que lo sustentaba, lo cual no me extraña en este sistema de vallado que no cierra nada y tan solo impide el paso de un lado a otro.

En cuanto a la sierra de Grajales, es esa mole pétrea que vemos a nuestra derecha, cuando circulamos por la autopista en dirección a Granada, nada más salir de la capital, pero que, por razones administrativas, solo se la considera con ese nombre en su parte central; la derecha es la sierra de los Propios y la izquierda la sierra de Carchel -puerto Alto y el puerto de la Hiruela, respectivamente, los separa, o los une, ya como cada uno quiera verlo-.
El acceso a esta sierra se puede hacer desde el mencionado puerto de la Hiruela -sureste- siguiendo veredas del ganado; desde la Cañada de la Hazadilla, por un camino forestal-suroeste- hasta Puerto Alto y luego crestear por vereda hacia el este, y, por último, desde la zona del Puente la Sierra o la aldea de Puerto Alto, ya en la ladera, a través de veredas de animales y campo a través -noroeste-, ascendiendo a la sierra de los Propios y desde aquí, igual que la opción anterior, coger el cresteo dirección este.

En el planteamiento que hoy hice del ascenso desde la zona del cortijo de la Sima, -coronando previamente el Moroche por el cortafuegos-, no me cuadraba excesivamente ninguna de esas vías mencionadas ya que, la que más útil a mis propósitos me obligada a desplazarme entre 3 y 4 kms a través de un camino dirección el oeste para luego girar al este en busca de la cumbre, primero por camino y luego por veredas de animales.
Vistas así las cosas decidí utilizar el cortafuegos que sale pegada a la valla cinegética de la propiedad de la Sima, monte arriba, en dirección a la cresta de esta sierra, cogiendo la dirección del paso más habitual para subirnos a ella. El uso de esta vía artificial ha sido especialmente en su primer tramo, cuando la pendiente en este era bastante asumible, después no me he ceñido al ancho del cortafuegos, porque la vegetación contigua tiene bastante espacio para pasar entre la ella y así, haciendo zig-zag amplios y buscando la linea de menos pendiente, la ascensión se hace mucho más llevadera.
Una vez arriba, y tras disfrutar de las magníficas vistas que este promontorio nos regala, y alcanzado el vértice geodésico, he puesto rumbo al puerto de la Hiruela siguiendo los senderos del ganado, aún muy numeroso en esta zona, y que en este caso me ha sido sumamente útil pues me han evitado los pasos complicados tanto por lo abrupto del terreno, muy karstico y con numerosas grietas y callejones, como por la espesa vegetación -principalmente chaparros- que de no ser por esta ayuda, sin duda, habrían hecho muy penosa esta travesía.
En la bajada desde el puerto de la Hiruela me he encontrado el nuevo camino del que me habían hablado varios amigos de Carchel y que va desde este puerto hasta los pies de Bodegones. Tiene mas de 3 metros de anchura y desde el puerto de la Plata hasta abajo se ha comido la preciosa vereda que por aquí pasaba.
Me temo que esto no es más que otro capítulo del intento de convertir esta zona en coto de caza mayor. Ojalá me equivoque porque todos sabemos lo que eso significa.
En la intersección de la vereda Real de Jaén con la de Úbeda a Granada han abierto un hueco en la valla lo que me ha permitido bajar por el barranco a la bonita fuente del mismo nombre, rodear la valla del olivar colindante y atravesar la cantera hasta llegar a donde había dejado el coche.
La catalogación de difícil es por la zona de bloques de piedra del Moroche, la ascensión por el cortafuegos de Grajales -dura, que requiere buen fondo físico tanto por el desnivel como por ir campo a través por una ladera evitando la vegetación y con zonas de piedra suelta- y el tránsito por la cima de Grajales -pedregosa e incómoda-.
En definitiva, una de esas rutas que nos exigen poner sobre la mesa todo nuestro potencial físico y mucha cabeza para no desfondarse. Una palicilla muy gratificante de esas que a veces nos gusta pegarnos para desfogar el estres diario con la recompensa añadida de obtener unas magníficas vistas.