2022-6-11 Desde cadena refugio Ventura, acequia P. Coloraos, rio Lanjarón, laguna Nájera, Pico Caballo y Piedra Caballera.

Cuando el calor aprieta, Sierra Nevada es una alternativa para seguir realizando rutas de envergadura, es decir, de larga duración y kilometraje -el desnivel ya lo añade la propia sierra sin buscarlo-. En esta ocasión, inmersos en esta ola de calor sofocante y sin una reserva previa de lanzadera para eliminar kilometros innecesarios, hay que hilar muy fino para buscar un trayecto suficientemente alto con un inicio de ruta próximo a los 2000 y acceso con vehículo propio. Hace unos años ya realicé una incursión por la parte baja del valle de Lanjarón en verano...fue un error. Ni la altitud fue suficiente ni las condiciones climatológicas de este valle son benignas para transitar por él con altas temperaturas.
Esta vez he vuelto a elegir este valle pero, empezando mas arriba, accediendo a él desde el sendero al Caballo desde el refugio de Ventura, hasta enlazar con la acequia de los Prados Colorados, que , de forma progresiva, va ganando altura a medida que nos acercamos al rio Lanjarón. Para disfrutar de varias cascadas que hemos visto a lo lejos nos desviamos hacia el rio, por una veredita, un centenar de metros antes de la pantaneta. Desde aquí, y tras superar este obstáculo, bien rodeandolo por la izquierda o por las horquillas de sus muros, ascendemos por el cauce, a través de la vereda que allí existe, alcanzando los pies del Tajo de los Machos, encima de los cuales se encuentra la laguna del lavadero de la Reina y la de Nájera. La chorrera de esta última será la indicación para empezar a subir decididamente en dirección norte hacia nuestra máxima cima del día. La ascensión hasta la cumbre supone cuatro tramos:
1. A la laguna Nájera.
2. A la del Caballo,
3. Al collado de este.
3. Finalmente, a la cima.

Desde aquí hemos elegido la via mas fácil y rápida para regresar, la senda de Piedra Caballera, tediosa pero práctica, con las vistas del valle de Padul en su parte final como atractivo, y los piornales en plena floración en varios de sus tramos.

Técnicamente no es una ruta dificil; lo mas, el cruce de la Pantanera - si se hace por las horquillas metálicas que tiene ancladas en sus muros- y el vadeo del Lanjarón, aunque ambas son evitable si nos quedamos en el margen izquierdo del río; sin embargo sí es muy exigente físicamente.
Como curiosidad, el eumigus rubioi, el saltamonte sin alas, endemismo de estas sierras.

El acceso al inicio de ruta lo hicimos desde Lanjarón, por el mismo carril que conduce a Tello y que está en buenas condiciones para cualquier vehículo.

Video de la ruta en el siguiente enlace: