2024-04-06-MIjares-Mogote-El Púlpito-Puerto de Mijares. Circular

Ruta desde Mijares pasando por:
- Mogote (3.0 km)
- Collado de la Casa (3.7 km)
- Portacho de las Tejadillas (7.3 km)
- Púlpito (8.1 km)
- Puerto de Mijares (9.3 km)
- Puente de los tres ojos (12.5 km)

Para nuestro club esta ruta era una primicia, nunca se había realizado. Contábamos con que su dificultad estaría por encima de la media, por la longitud y por el desnivel, pero una vez realizada, más que difícil podemos calificarla como "dura", debido a la aspereza del terreno, donde el avance se hace en muchos tramos por senderos abandonados o inexistentes. La duración total de casi 8 horas y media incluyendo paradas da prueba de ello.
Hemos salido de Mijares por las empinadas calles que abocan a la primera curva a la izquierda de la carretera que conduce al Puerto. En esa misma curva hemos tomado la pista asfaltada que sale a la izquierda, por la que hemos avanzado unos 200 m, y de la que nos hemos salido para tomar una senda a la izquierda que va ganando atura por el pinar en dirección sur. El el punto en el que hay que girar hacia el Este, próximo a la pista que habíamos abandonado, un caos de troncos de los pinos que se están talando nos ha obligado a caer de nuevo a la pista y hacer un giro mas ampli hasta tomar lo que en el mapa del IGN viene como un sendero y que en realidad es una trocha poco definida y con fuerte pendiente, señalizada con hitos en algunos tramos. La pendiente y la indefinición aumentan según nos aproximamos al Mogote, cuyo último tramo hasta el vértice geodésico es verdaderamente complicado por la pendiente y la vegetación. En el Mogote hacemos parada y tomamos un pequeño refrigerio.
El tramo que sigue hasta el Collado de la Casa, con algunos tramos de cómoda pista, es el único fácil y bien definido de todo el recorrido. Desde el collado continuamos ascendiendo por la zona de Los Poyales, siguiendo el trazado que marcan los hitos.
Al llegar a la cota 1.600, desde un rellano ya tenemos una excelente panorámica de las sierras que forman este tramo de Gredos: la Sierra del Cabezo, la de la Centenera y la del Antuñero, de Oeste a Este, en cuyas cumbres aún quedan restos de nieve. Una pena que la densa calima que ocultó el sol durante toda la jornada, nos impidiera una mejor visibilidad.
El siguiente tramo hasta el Portacho de Alcabarán lo hicimos siguiendo en parte el terreno despejado junto al trazado de una alambrada, al parecer de reciente instalación. El tramo posterior al Portacho, en el que hay que avanzar sorteando bloques de granito rodeados de piornos es uno de los mas difíciles. Nosotros vamos siguiendo los hitos que marcan la dirección mas próxima a la línea de vertiente y, al llegar arriba apreciamos otra secuencia de hitos mas a la derecha: no sabemos si ese itinerario alternativo será mas fácil que el que hemos seguido.
El recorrido que sigue hasta alcanzar la cumbre del Púlpito ya es un continuo avance entre piornos y rocas, con el añadido de pequeños neveros de nieve blanda que aún nos dificultan más el progreso. También aquí hemos seguido los hitos que, suponemos marcan el mejor itinerario. Finalmente alcanzamos la cumbre. El calor que reinaba al comienzo de la ruta y que a medida que ascendíamos se iba mitigando con rachas de aire fresco, aquí se torna en un viento fuerte y frío que amenaza nuestro equilibrio. Abandonamos nuestra idea de parar para comer, pues ya era hora, y nos limitamos a tomar las obligadas fotos, no sin antes echarnos encima todas las prendas de abrigo que iban en nuestras mochilas.
El descenso desde el Púlpito al Puerto de Mijares, siguiendo la trocha marcada por hitos (no puede llamarse senda), sin ser fácil nos ha parecido una autopista comparado con lo que habíamos dejado atrás. Antes de llegar al puerto aprovechamos el resguardo que nos ofrecían unos grandes peñascos para parar y comer.
Desde el puerto hasta Mijares seguimos el antiguo camino de herradura que transita en su mayor parte por la margen izquierda de la Garganta de las Torres. El corto tramo en el que la senda pasa a la margen derecha nos obligó a cruzar dos veces el cauce, con fuerte caudal por el deshielo. De ahí que, especialmente del segundo de los cruces algunos saliéramos con las botas y algo más, mojadas. Esta senda sería un bonito itinerario si no estuviera tan abandonada. En algunos puntos hay que salir de ella por estar totalmente cubierta de zarzas o retamas. A nuestra derecha podíamos contemplar el fondo de la garganta, por donde un caudal de agua creciente por los arroyos que se iban sumando, forma bonitas chorreras y rápidos.
Finalmente llegamos al Puente de los Tres Ojos, continuando un tramo adicional por la pista a la izquierda de la carretera, que cruzamos a unos 500 m mas abajo del puente para llegar a una pista con firme de hormigón por la que entramos en el pueblo.
Observación: Esta no es una ruta de senderismo, es montaña pura y dura, aunque no precise escalada.
El presente track y la descripción, fruto de una experiencia concreta, son meramente orientativos y no constituyen una recomendación. Su empleo y eventual seguimiento son responsabilidad exclusiva de quien los utilice.