2024-4-7 Por las sendas de Mackay1. Nava San Pedro, cortijo Rincón, poyo los Cepos, Alcañetes, fuentes Bermejo y Acero

Ruta circular desde Nava de San Pedro pasando por:
- Cortijo de los Lucios (0.9 km)
- Cortijo del Rincón ruinas (1.9 km)
- Fuente Bermejo (12.3 km)
- Refugio Fuente Acero (16.6 km)
- Mirador Estrecho de los Perales (18.3 km)
- Mirador Guadalentin (19.9 km)

"Nuestro mayor espacio natural, el parque de Cazorla, Segura, Las Villas y El Pozo, a finales del siglo XIX tras un intenso y descontrolado proceso de tala, se encontraba arruinado, deforestado, inmerso en un proceso de erosión y aridez progresiva. A comienzos del siglo XX llega a Cazorla un entusiasta ingeniero de montes Enrique Mackay Monteverde; hombre profundamente entregado y completamente enamorado de nuestra sierra. A tal punto llevó la defensa del monte, que llegó a enfrentarse abiertamente a la explotación madera abusiva, siendo incluso apartado de su trabajo durante tres años. Desde 1899 hasta su jubilación en 1946, su profesión y su vida se centró en ejecutar los planes de Ordenación de varios de los montes mas devastados (Navahondona, Guadahornillos y Vertientes del Guadalquivir) y que hoy, gracias a su trabajo, constituyen el corazón y la reserva de mayor valor medioambiental de todo el parque (Grado A). Aficionado a la fotografía dejó testimonio gráfico de la situación de los montes antes y tras su ordenación.
Como parte de todos estos trabajos, introduce la guardería forestal, construye tanto casas forestales como su comunicación mediante sendas de vigilancia. Pensados, esos caminos, primero para el mero uso forestal y de control, posteriormente facilitaron tanto el desplazamiento más cómodo y rápido de la población, como el incremento de las transacciones comerciales. Supusieron así la primera infraestructura de comunicación relevante dentro de todo este espacio natural. Con un diseño impecable y un acabado intachable, éstos han llegado a nuestros días, la gran mayoría de ellos en muy buen estado de conservación. Esta red de caminos, junto a las casas forestales supone uno de los atractivos más desconocidos del parque.

El hecho posterior de que la población se marchara de amplias zonas, quedando las edificaciones, las casas forestales ya en desuso y los sensacionales caminos que las unían, ha hecho que, hoy en día, quede un extenso patrimonio etnológico, que muestra la forma de vida de antaño y que estamos obligados a preservar y mostrar. El cambio de uso del territorio, junto a la conversión de todos estos parajes en un espacio protegido, ha producido una situación inaudita en España. Un extenso paraje natural protegido con una antigua red de senderos, trazados y bien conservados, junto al auge del turismo de naturaleza. La puesta en marcha del uso recreativo y turístico de estos senderos, bajo una adecuada gestión y normas de uso correctos es una realidad que fácilmente puede llevarse a la práctica, sin necesidad de hacer inversiones ni actuaciones agresivas para el medio natural. Supone, esta situación, una singularidad única a nivel nacional. No existe en España un espacio tan rico, tan variado, tan bien conservado y tan accesible como éste, nuestro parque. Hoy día existen numerosas publicaciones sobre senderismo y otras actividades en el parque natural. Son decenas de libros los existentes, cientos de rutas en wikiloc y otras aplicaciones web, miles de artículos relacionados con el parque, miles de entradas en blog sobre senderismo y miles de opiniones en foros especializados. La información sobre el parque es vastísima. Sin embargo, aún no había nada parecido a este libro, nada. El libro titulado “Por la Sendas de Mackay”, Casas Forestales y sus Sendas de Unión y cuyos autores son José Ramón Navarrete Moreno y Cesar Albusac Amador es un delicioso, ameno e intenso compendio de información sobre sendas inéditas dentro del Parque Natural.
Recopilar tanta información y tan dispersa, abarcando comienzo y fin de los caminos, las casas forestales que unían, identificarlas y localizarlas, es un trabajo ingente. Un verdadero trabajo de tesis doctoral, que abarca desde información escrita y gráfica existente en la Fundación o Casa Mackay, a multitud de archivos bibliográficos, información recogida “boca a boca” de guardas forestales y personas que vivieron y trabajaron en esta época. Además de la colosal tarea, la investigación llevada a cabo sobre el terreno, durante años, tejiendo así una tupida red de maravillosos senderos que discurren por toda la piel del parque. El poder identificar y catalogar las sendas de Mackay y diferenciarlas de otro tipo de caminos pastoriles de trazado mucho más endeble ha sido encomiable pues estas sendas llevan en desuso más de 80 años y muchas de la casas forestales derrumbadas o inexistentes, salvo unos montones de piedra y algunas tejas rotas".
https://www.diariojaen.es/jaen-pueblo-a-pueblo/por-las-sendas-de-mackay-MG6778970

Basándonos en la primera de las rutas de este libro - C.F. Nava de San Pedro, Estrecho de los Perales, C.F. Valdetrillos, La Moliera, Navillas de Capazul, Collado Bermejo, C.F. Fuente Acero-, planificamos la presente ruta aunque, con modificaciones:

- Con el fin de evitar la tediosa pista en todos aquellos tramos que nos fueran posibles -pues aunque transcurre por la antigua senda de Mackay, la construcción posterior de la pista que va desde el estrecho de Perales pasando por lo que fue la casa forestal de Valdetrillos ha eliminado cualquier vestigios de la senda original- desviamos nuestra trayectoria hacia los cortijos de los Lucios y Rincón donde iniciamos un camino de mampostería muy desmochado pero evidente que, confluye con otros, igualmente muy deteriorados, desapareciendo todos ellos al desembocar en el carril cerca del estrecho de Perales,
- Desandando camino un centenar de metros por la pista, a una decena de metros por encima de esta, damos con otro sendero de mampuesto que sabíamos estaba allí por la información recogida en wikiloc y corroborada por un gran conocedor de la zona -Mingo Diaz-. Caminos de herradura, construidos por los habitantes de las sierras hemos recorrido en infinidad de ocasiones, unos en mejor estado que otros, conservados en el mejor de los casos unos cientos de metros o en puntos aislados -principalmente barrancos- pero, lo que no nos podíamos esperar es que delante de nosotros se nos presentara un magnífico sendero "empedrado", de 5 kms de longitud -hasta salir nuevamente a la pista- con refuerzo lateral en gran parte de su recorrido y una calidad constructiva digna de Mackay, -aunque esta no aparece en el libro-. No se me ocurre otra explicación que este sea otro "ramal" que se dirigía desde la Nava -cruce y arranque de sendas- hasta alguna casa forestal -posiblemente la de la Umbría-.
- Ya en la pista -camino de la cueva de los Alcañetes-, cerca del pino de la Mala Mujer, y siguiendo las indicaciones del libro, vamos oteando en los alrededores los resto de senda de Mackay que no haya engullido la pista y, efectivamente algún tramo queda paralelo a esta.
- En un cruce de caminos de herradura que de continuarlo por la izquierda nos llevaría a la zona de las lagunas, giramos a la derecha para desembocar en el ya conocido "sendero de los Alcañetes" -https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/2022-6-29-c-fuente-bermeja-senda-fuente-umbria-caballo-pocico-l-valdeazores-y-nacimiento-a-negras-b-107043084-que, manteniendo este tramo la buena calidad de senda que hasta ahora hemos disfrutado, pero progresivamente el deterioro se va volviendo evidente. Aquí la anchura y la presencia de piedra en la senda va menguando ostensiblemente, y en su tramo final, aunque conservando el ancho de cerca de 2 metros, las piedras que la constituían se han desprendido y es un auténtico pedregal hasta llegar a las inmediaciones del collado de fuente Bermejo.
- Desde aquí la búsqueda de restos de senda de Mackay se convierte en ejercicio detectivesco porque en esta zona la ausencia de vestigios es una constante -en un buen tramo no se ve más allá de una simple vereda- salvo algún pequeño tramo donde volvemos a encontrar evidencias de esta magnífica vía.
- Después, en el refugio de fuente Acero, eludimos seguir por donde sabemos continuaba la senda para poder pasar por la bonita y abundante fuente del mismo nombre. Poco después contactamos con ella brevemente, para, perderla completamente en la Nava Ciazo.
- A partir de aquí, a sabiendas de que no hay constancia documental de restos de senda de Mackay buscamos el paso fácil campo a través pasando por la cueva de Poyo Manquillo y el bonito tranco del Jorro -aunque venido a menos después de lo visto- para desembocar en la Nava.

Sin lugar a dudas una de las rutas mas reconfortantes que he realizado.

Ruta organizada por y para el club de montaña la Pandera.