(20240324) Lizarrusti-Enirio-Igaratza-Putxerri-Hirupagoeta-Alleko-Lizarrusti

Desde el Parketxe de Lizarrusti, se inicia una emocionante travesía que nos lleva por el histórico camino del antiguo ferrocarril maderero, en equilibrio sobre el vertiginoso barranco de Akerreta, con las imponentes paredes de Lizarrustiko haitzak como testigos de nuestra aventura. El camino nos acerca primero al enclave de Akerreta, donde un antiguo puente de madera desafía las aguas del río Agauntza antes de precipitarse hacia el abismo.

Siguiendo nuestro recorrido, una pequeña pista nos conduce hacia el embalse de Lareo, rodeándolo en sentido contrario a las agujas del reloj antes de dirigirnos al estratégico paso de Biarrate, vital conexión entre Lareo y el valle de Enirio. Las marcas del GR (GR35/GR282/GR283) nos sirven de guía en esta travesía, ayudándonos a remontar este hermoso paso mientras ascendemos por la empinada ladera occidental del Allaitz-txiki en dirección a Enirio.

En Enirio seguimos por la pista superior de la majada que nos lleva hacia Igaratza. Continuamos ascendiendo, siguiendo ahora las marcas del GR282 o el PR-GI 2010, con relativa comodidad, hasta que, tras pasar la borda de Erkizu Barrena aproximadamente a 1 kilómetro más adelante, debemos estar atentos para tomar un desvío a mano derecha que nos conduce hacia las bordas de Doniturrieta Azpikoa, en un enclave especial.

Proseguimos ascendiendo y el camino, salpicado de espinos pero distanciados entre sí, nos evoca, guardando las proporciones, las dehesas. La pista nos guía sin pérdida hacia los refugios de Erernaga, en el corazón de Aralar, donde encontramos un cruce de caminos marcado por un poste señalizador, cerca de la cima herbosa de Beaskin. Desde aquí, podemos optar por diferentes rutas: hacia Igaratza y el barranco de Arritzaga a la izquierda o hacia los refugios de Errenaga por la derecha. Este último es nuestra elección.

Haciendo una pausa para almorzar en el refugio libre (Errenaga aterpetxea), más allá de la ermita de Andra Mari, continuamos nuestro camino siguiendo las marcas del GR (GR12/GR121). Pasando bajo la cima de Kargaleku, accedemos a la depresión de Larretxiki, desde donde divisamos el monte Putxerri y el monte Hirupagoeta. Este es un paraje particularmente hermoso, donde las rocas calizas se mezclan con los pastos.

Nuestra ruta nos conduce ahora al encantador paraje de Aparain, en un suave descenso hasta llegar a otro camino junto a una alambrada. Siguiendo este camino con la alambrada a nuestra izquierda, llegamos al collado Kalelantegi, collado entre Putxerri e Hirupagoeta, donde continuamos ascendiendo junto a la alambrada antes de desviarnos hacia la derecha por un terreno kárstico que ofrece una experiencia encantadora.

Finalmente, llegamos a los "ojos de Putxerri", una pequeña cavidad que atraviesa el muro y nos lleva a otro paraje aún más hermoso. Desde aquí, una empinada subida entre rocas con musgo y hayas nos conduce a la cima del monte mágico: Putxerri (1299 m). Desde la cima, disfrutamos de unas vistas espectaculares hacia la Sakana, con el monte Berian dominando el otro extremo del valle, y los pueblos de Lakuntza, Arbizu y Etxarri Aranaz abajo en el valle.

Para regresar a Lizarrusti, seguimos las marcas del GR12, volviendo sobre nuestros pasos hasta el collado Kalelantegi. Desde aquí, un sendero hacia el norte asciende hacia la cota de Hirupagoeta (1235 m), cubierta por hayedos. Siguiendo el GR12 o el GR121, que comparten el mismo trazado, nos dirigimos en un agradable paseo hacia el oeste bajo el hayedo hacia nuestra próxima cima: Alleko, también conocida como Alleko pikoa.

Para ascender al Alleko, abandonamos momentáneamente el GR justo al llegar a un pequeño collado donde el GR gira 90º hacia el sur. Aquí, un sendero asciende decididamente por la loma noroeste hacia la cima de Alleko (1017 m). Desde la cima, disfrutamos de unas vistas impresionantes del valle de Agauntza y del valle por donde desciende la carretera que va de Lizarrusti a Etxarri Aranaz. Descendemos por la loma sur hasta encontrarnos de nuevo con el GR, que seguimos hacia la derecha (oeste) junto a la alambrada.

Antes de llegar a Lizarrusti, pasamos por una zona kárstica que nos deja absortos, un lugar que parece sacado de un cuento de hadas. Nos acercamos a un pequeño mirador, prácticamente encima del aparcamiento de Lizarrusti, desde donde podemos observar el cordal que se extiende desde Lizarrusti hasta el puerto de Etxegarate, así como el valle de Agauntza. Desde el mirador, solo nos queda una pronunciada bajada que sortea con maestría el muro calizo de Lizarrusti.