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270. Sendero de las Grandes Encinas desde Castrillo de Solarana

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Trail stats

Distance
8.64 mi
Elevation gain
643 ft
Technical difficulty
Easy
Elevation loss
643 ft
Max elevation
3,410 ft
TrailRank 
54
Min elevation
2,883 ft
Trail type
Loop
Moving time
3 hours 4 minutes
Time
3 hours 41 minutes
Coordinates
2416
Uploaded
March 1, 2024
Recorded
March 2024
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near Castrillo de Solarana, Castilla y León (España)

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Itinerary description

📸 FOTOS:
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').

📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.


INDICE IBP de Dificultad de la Ruta

Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/

El resultado del análisis IBP es de 41 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.

El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 250 metros (superior al que estima Wikiloc).

PREÁMBULO

Hoy no era su turno. ¡Pero la tocó!

Esta ruta tenía reserva para más adelante; avanzada la primavera.

Una ruta con el ≈50% de campos y el ≈50% de monte bajo. Para los campos, había que esperar a que medraran y que las orillas de los caminos floreciesen. Mejor así.

El monte, en cambio, era un todo-terreno. Poblado por encinas, siempre preparadas en su discreto traje de faena. Nublado o soleado; invierno o verano. Igual daba.

Claro que también estaban los pueblos, Castrillo-Solarana y Solarana; con su historia y su cultura. Intemporales. A lo mejor no era tan mala idea ir hoy.

Aun así, creíamos que la ruta estaría más vistosa en tiempo bueno y con cielo luminoso. Pero andaban revueltos desde hacía 10 días: lluvia intermitente y nieve. Y no se preveían cambios a corto plazo.

Hoy mismo seguiría gris e invernizo. Pero ya no podíamos aguantar más la espera. «¡¿Una semana más, dices?! ¡Vamos ya donde sea!».

Bastaba con no arriesgar mucho. Que no lloviera y no estuviera muy lejos. Si tuviéramos que dar media vuelta ‘con el rabo entre las piernas’, mejor desde más cerca. La frustración sería más digerible.

Habría, no obstante, charcos y barro acumulado; muy probablemente. Pero capearíamos ese temporal. «Ponte las botas viejas; las de usar y tirar (hasta la próxima vez…)».

La otra preocupación latente durante los últimos cinco meses se había desvanecido. Ayer mismo había terminado la temporada de cacerías; oficialmente….

Y en esas condiciones se presentó voluntaria la ruta de hoy. Dio un paso al frente. Dispuesta a sacrificarse por ‘la causa’ (‘de la libertad’, Sí). Aun a costa de perder brillantez.

Estaba, pues, todo controlado. ¿Todo? …Habría un invitado inesperado: el hielo…. Con sus inconvenientes y sus ventajas (¿y sus ‘ventajas’?).

LA RUTA

Seguimos, con notable laxitud y largueza andariega, el sendero PRC-BU-121 (ej., https://www.terranostrum.es/senderismo/sendero-de-las-grandes-encinas ).

Su recorrido oficial tiene 9,7 km de longitud y 250 metros de desnivel acumulado. Lo expandimos 4 km, pero lo dejamos clavado (al milímetro) en desnivel (según IBP).

Si ese día tienes muchas ganas de caminar y aislarte un rato más, merece la pena estirarlo. Si no, la extensión es de dudosa conveniencia. A partir del km 7 ya podrías girar monte abajo.

Hay, en fin, múltiples variantes. Yendo a lo que fuimos e hicimos:

El punto de partida en Castrillo-Solarana (igual que en su vecino Solarana) era una pista de hielo a las 8:30-9:30 h. De las de resbalarse y caer. En la hierba, tentetieso; sobre el cemento, funambulismo.

Uno de nosotros insistía en ponerse los crampones. No digo más sobre cómo estaba la cosa. Al final, mal que bien, trampeando se conformó sin ellos. …Tenía ganas de estrenarlos.

Hay apenas un km hasta Solarana (km 1,7). Justo a mitad de camino, sonaron nítidas. Nueve campanadas hendieron el aire de cristal; congelado. Allí en medio, era puro estéreo; con los campanarios de ambos pueblos al unísono.

Desde Solarana, una pista nos conduce a través de los campos hasta Fuente Untierma (km 3,5). Damos luego marcha atrás 200 metros y retomamos la vía circular, iniciando el liviano ascenso al monte.

Enseguida empieza la parte más bonita de la ruta, allí donde se aposentan las grandes encinas. Lástima que lo mejor se limite a un km escaso (del 4,2 al 5). Existe, no obstante, la posibilidad de alargarlo con revueltas.

A partir del km 5 el monte se vuelve más sobrio. Siguen las encinas, ya mayormente ‘normalitas’, acompañadas de enebros y sabinas. En algunos puntos se aprecian empedrados en el camino (presumiblemente, romanos).

En torno al km 6,5 hay un área de antiguas carboneras de leña, en el paraje de ‘Encina Grande’. Vuelven algunas grandes encinas. Un poco después (km 7) desaparecen definitivamente.

Desde allí, si siguiéramos estrictamente el PRC-BU-121, podríamos acortar la ruta monte abajo; sin grandes pérdidas.

En lugar de hacer eso, nuestro trazado continúa por lo alto hasta el km 9,6. Es ese un largo trecho muy homogéneo. Termina resultando algo monótono; sin novedades.

En el km 9,6 iniciamos el descenso con un giro en escuadra a la derecha, en el término de ‘La Mata’. El movernos por un estrecho y cimbreante sendero alegra algo esa parte: ¿Qué habrá después de la siguiente curva…?

En el km 11,3 salimos del bosque. Estamos de nuevo en la campiña; aún hibernando, parece más bien la estepa. La imponente iglesia de Castrillo-Solarana aparece al fondo como un vigía.

Un camino (casi) recto apunta el norte de su brújula hacia la iglesia. Sólo hay que seguirlo durante 2,5 km.

Posibles Dificultades:

Más allá del circunstancial suelo helado, no hubo dificultades. Menos aun las habrá en condiciones normales. Vamos siempre por senderos o caminos en muy buen estado.

El hielo complicaba el caminar sobre superficies lisas, como el cemento o el asfalto. En cambio, trajo algo bueno en el resto del terreno: los charcos y barrizales también estaban helados. Así que como si secos.

La orientación puede enmarañarse sin guía. Muchas sendas van y vienen; se encuentran y se separan. Dentro del bosque, sin referencias externas, puedes perder la noción de los puntos cardinales.

Hay (había) más de una docena de postes con letreros. Mejor dicho, con tablillas mondas y lirondas, sin letras. Ta vez la intemperie se ha llevado los nombres. En todas. De poca ayuda son.

Se pueden evitar los ‘perfumes’ de las granjas que hay llegando a Solarana desde Castrillo. Ese trecho fue una alternativa para unir ambos pueblos por el norte. La vía normal del PRC-BU-121 va por el sur; quizá mejor.

DESTACADO

Definitivamente, como nos temíamos, la ruta quedó deslucida por el día tristón, plomizo. Lo del intenso frío añadido era irrelevante; fue estimulante, a decir verdad.

Los campos estaban ahora arrugados sobre sí mismos, contraídos. La vegetación no se atrevía a despuntar. Mejorará mucho su estampa a partir de la primavera.

A pesar de ello, y de que una porción del monte terminó resultando algo aburrida, también hubo aspectos de interés. Algunos, de creación humana; otros, naturales.

Hubo, como regalo extra, un extraño encuentro con miga anecdótica.

(1) Los Pueblos:

Llegamos a Castrillo-Solarana hacia las 8:30 h. Lo primero que llama la atención es la iglesia de San Pedro. Por su magnitud y el refinamiento arquitectónico y escultórico. A su origen románico (s. XII) se añadieron componentes góticos y renacentistas.

Sobresale su original ábside semicircular con una doble arquería ciega: arcos apuntados en el cuerpo inferior y trilobulados en el superior. En lo alto de la torre impresionan las gárgolas quiméricas y los pinguliches redondeados.

En Solarana quisimos entrar por el oeste. Fue imposible debido al hielo. «¡Pero, cómo nos vamos a quedar sin verlo…!». Había que llegar hasta su iglesia, al menos. ¡Que no se llevara todos los laureles la de Castrillo!

Flanqueando el núcleo urbano de Solarana, conseguimos entrar por el sur hasta el templo de La Asunción. Edificado en estilo gótico (s. XV). Sin la majestuosidad del otro, tiene una distinguida portada flamígera.

Cuenta Solarana, además, con un museo dedicado al cómic y al cine mudo. Y un rollo de justicia. Y algunos bonitos mosaicos antiguos en las paredes de sus casas.

…Y un enorme mastín atigrado. Estaba arrebujado en medio de la calle, como aletargado. Pasamos de puntillas. No nos atrevimos a importunar, preguntándole si nos permitía una foto…. Para no tentar a la suerte.

(2) Los Alrededores y la Historia:

Como tantos otros por el inmenso aquí, estos pueblos y lugares acumulan un admirable bagaje histórico y prehistórico en sus haberes.

En la zona de monte conocida como La Sierra, hubo un castro celtibérico. Fue un importante asentamiento vacceo levantado hace unos 2.300 años. Pudo llegar a más de 2.500 habitantes. Si algo queda, se halla fuera de la vista.

Están, además, la Fuente Untierma y la calzada romana. De estas sí permanecen restos visibles a lo largo del itinerario.

La fuente se asienta en una chopera próxima a Solarana. Tiene un gran caudal. Hay cerca una surgencia. En época romana (s. IV-V), se desarrolló allí un núcleo urbano con un recinto termal. De ahí el nombre (‘fuente caliente’; ahora estaba fría).

Subiendo por el monte, hay vestigios de una calzada. Se observan pequeñas rampas de piedras encajadas; para salvar desniveles. Pertenecerían a una vía romana que enlazaba Clunia con Lerma y luego Segisama (Sasamón).

(3) Las Grandes Encinas:

En un día apagado de crudo invierno, los campos y los horizontes estaban menguados de brillo y color. De la naturaleza y el paisaje, las grandes encinas acaparaban todo el protagonismo en el bosque. El tiempo les da igual.

No obstante, su presencia se limita a un área reducida. Lo más selecto y condensado está entre el km 4,2 y el 5. Luego aparecen más salteadas entre el 6 y el 7. Constituyen esos tramos escenarios fantásticos.

Te pueden faltar ojos para contemplar las viejas encinas mientras serpenteas por la majada adehesada de los km 4-5. Sus formas retorcidas y oquedades; su brillante y carnoso musgo; su gruesa corteza escamosa con profundos surcos, etc.

Recuerdan a los bosques de vetustos robles albares. Con similar aspecto doliente y fantasmal. Estas encinas (a diferencia de los robles) pueden presumir de ir vestidas todo el año; aseaditas, pero con la misma indumentaria (que se lavan de puesta).

En el sitio de Encina Grande (hacia el km 6,5) se desarrolló antaño una importante actividad de carboneo vegetal. Aún se notan en el suelo las huellas negruzcas y las cicatrices.

Allí se halla un ejemplar catalogado como ‘árbol singular’. Ya no destaca, si no es por un enorme muñón. El miembro ausente, supuestamente, está expuesto en Solarana (‘Braza Encina Grande’ 25-12-2004).

ANÉCDOTA

A lo largo y ancho de estas espaciosas tierras burgalesas, son contados los contactos con otras personas. Incluso en los pueblos. Algún perro; alguna chimenea humeante…. El resto es quietud; fuera del tiempo. Casi siempre es así.

Esta vez hubo un único encuentro, pero fue especial. Por ello no diré dónde ocurrió ni daré dato alguno que pudiera sugerir la identidad de nuestro solitario E.T.

Nos cruzamos con él en el camino, lejos de las poblaciones. --«Buenos días», le saludé con una sonrisa, unos metros antes.

Antes de contestar al saludo (en realidad, no recuerdo que él lo hiciera), el hombre nos espetó: --«¿Son Vds. cazadores?».

Me miré y pensé: “¿Tengo, tenemos, acaso, pinta de ello?”. La cachava, aunque en bandolera, parecía lo que era: una cachava; nada más. –«No, sólo caminantes».

Hizo él entonces una apuesta aún más aventurada, si cabe: --«¿No serán de la Guardia Civil?». Ahí sí que ya me dije: “Tate, aquí hay tomate”.

Sin más preámbulo, empezó él una desenfrenada carrera verbal, contándonos ‘vida y milagros’. Fueron 20 minutos (no exagero).

Teníamos sentimientos ambiguos. Por un lado, estaba la buena educación y el deseo de manifestarle solidaridad y darle alguna orientación de ayuda. Por otro, las ganas de retomar la marcha, porque el cuerpo se nos agarrotaba allí entre el aire gélido y el hielo del camino.

Apenas si le dimos ‘cuerda’ en su maratoniano monólogo. Sólo hubo dos o tres preguntas breves por nuestra parte, tratando de indagar su problema concreto.

Al parecer, creímos entender, iba a una finca vallada que le habían clausurado, bloqueando la cerradura. Eso conjeturamos. Pero ni siquiera eso, ‘el qué’ del asunto, nos quedó claro.

Lo que definitivamente permaneció en una cerrada nebulosa fue ‘el porqué’. Cuál era el motivo de esa clausura (si es que era tal…). …Y cuál era la razón de su visible agitación.

El motivo de contarnos todo aquello, a unos completos desconocidos, lo inferimos poniendo empatía por nuestra parte: Estaba preocupado y buscaba ayuda.

Pero difícilmente podríamos hacer algo (algún consejo, al menos) si no comprendíamos nada. Cada palabra se entendía; incluso cada frase por separado. Sin embargo, el conjunto, saltando de una cosa a otra, resultaba impenetrable; imposible de integrar.

Nos quedó al final una impresión diáfana: Estábamos ante una versión del entrañable y universal ‘Cantinflas’. Dicho sea así con todo respeto hacia él y hacia el buen hombre.

Estoy seguro de que se hallaba en sus cabales. Sólo (‘¡sólo!’) angustiado y desvalido. Como todo quisque (quién más, quién menos) en este mundo.

…Sintiéndolo, fuimos apartándonos poco a poco, soltando apaños tales como «Todo tiene solución» o «Seguro que se arregla». Un “que tenga un buen día” habría sonado a sarcasmo.

Allá le vimos alejarse cabizbajo, pero firme, con la cabeza hundida entre los hombros y con las manos en los bolsillos. …Como nosotros; más o menos. ¡Hacía un pelete…!

Waypoints

PictographReligious site Altitude 2,944 ft
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1 Iglesia de Castrillo-Solarana

PictographPhoto Altitude 2,939 ft
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PictographReligious site Altitude 2,946 ft
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PictographPhoto Altitude 2,904 ft
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PictographPhoto Altitude 2,950 ft
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PictographReligious site Altitude 2,986 ft
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PictographPhoto Altitude 2,977 ft
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PictographFountain Altitude 2,986 ft
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10 Fuente la Untierma

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16 Restos de calzada romana (supuestamente) entre Clunia y Segisama

PictographPhoto Altitude 3,249 ft
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PictographTree Altitude 3,236 ft
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18 Área de carboneras Encina Grande

PictographPhoto Altitude 3,302 ft
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PictographPhoto Altitude 3,022 ft
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PictographPhoto Altitude 2,989 ft
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PictographPhoto Altitude 2,940 ft
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PictographPhoto Altitude 2,891 ft
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PictographPhoto Altitude 2,899 ft
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PictographReligious site Altitude 2,932 ft
Photo of31 Iglesia de San Pedro en Castrillo-Solarana Photo of31 Iglesia de San Pedro en Castrillo-Solarana Photo of31 Iglesia de San Pedro en Castrillo-Solarana

31 Iglesia de San Pedro en Castrillo-Solarana

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