28 Priego (Ctra Zagrilla, Cortijo Nuevo, Hoya de Priego, Peñón del Nervo)

Este recorrido nos da la posibilidad de apreciar en toda su grandeza la cara sur de la Sierra Alcaide con sus acentuados desniveles y su vegetación esteparia. Además permite conocer la singularidad de una finca de ganado bravo y el espectáculo que supone contemplar el valle de Priego y las sierras aledañas desde el privilegiado mirador del Peñón del Nervo.
En primer lugar se hace obligada una advertencia y es que esta ruta discurre al completo por una finca privada y cercada, dedicada a la cría extensiva de ganado vacuno, tanto bravo como de carne. De este modo, es necesario contactar previamente con el señor Doblas, propietario de los terrenos, o con el encargado, señor Agustín, residente en Zagrilla. Recuerdo que cuando en febrero de 2011, junto a los compañeros de La Cabra Loca, realicé el recorrido, el amabilísimo Agustín se encargaba de precedernos en un vehículo todo-terreno para evitar cualquier contratiempo con las vacas.
El itinerario da inicio en la carretera de Zagrilla (CO-7210) a la altura del km. 5, punto en el que hay una cancela de acceso al cercado. Tras atravesar el mismo, comienza una fuerte subida por un carril abierto en la áspera pedriza que configura la cara este de Sierra Alcaide. Como habrá que hacer alguna parada, podemos deleitarnos con la contemplación de las llanuras fluviales formadas entorno a la zona de Zagrilla, salpicadas de sus correspondientes sotobosques que destacan entre las blancas viviendas, las huertas, membrilleras y el omnipresente olivar de nuestra Subbética cordobesa.
Pronto llegamos al cortijo Nuevo, hoy abandonado, construcción que preside en una pequeña meseta toda la pelada ladera cuya vegetación es de tipo estepario. Vemos el casco urbano de Priego con los montes que lo rodean, destacando majestuosa al fondo la Sierra de Albayate. También se debe gozar de los huertos situados en el paraje de las Palomas, ya en término de Carcabuey, abastecidos por las aguas del manantial del mismo nombre, destacando en esos llanos el cerrillo de Bocaoveja (581 m) cuya cumbre está de manchón.
A kilómetro y medio, continuando el ascenso y ya en término de Luque, está la explotación ganadera de la Hoya de Priego, constituida por naves de nueva construcción quedando poco en pie del primitivo cortijo. Por su puerta pasa una amplia pista llamada camino de Bernabé o de Luque que conduce a la última localidad citada. Enfrente, hacia el noroeste, contemplamos los farallones rocosos de las buitreras no siendo extraño poder observar los carroñeros que dan nombre al lugar cuyos blanquecinos tonos se deben a los detritus de las mismas en la piedra. Al fondo, en la parte más baja, veremos el cortijo del Valle del Conde rodeado por olivar joven junto al que discurre un arroyo.
Viramos a la izquierda (sur) para tomar un carril que asciende hacia las partes más altas de Sierra Alcaide, penetra entre varias elevaciones superiores a los 920 metros, estando el vértice de confluencia de los términos municipales de Priego de Córdoba, Luque y Carcabuey en la situada más al sur (965 m). Antes de la misma, a la derecha (oeste) andaremos junto a unos corrales para las reses enclavados en un bellísimo prado, para girar después a la derecha (oeste) en una cerrada curva del sendero, único existente por lo que no tiene pérdida, que nos acerca pausadamente a nuestra meta durante más de dos kilómetros. El terreno es áspero y por tanto con poca vegetación, sin embargo sobrecoge al caminante su recia belleza con cerros a izquierda y derecha que se levantan por encima de los 1.000 metros.
En esta serranía se ubica la cueva de Cholones en la que se han descubierto restos del período Neolítico inicial, de la cual resulta especialmente llamativa la sima de los Cráneos (40 m de profundidad) donde se halló a principios de los años 70 un importante lugar de enterramiento. De otro lado, ya en el Calcolítico, se encontró en esta cavidad un pequeño ídolo de calcita en forma de cruz .
Así llegamos al Peñón del Nervo (1.029 m) que es nuestra meta, majestuoso a la izquierda (sur), en el que existió una caseta de vigilancia de incendios cuyos restos pueden observarse todavía por los alrededores. Al mismo habrá que trepar no sin alguna pequeña dificultad, para poder admirar las diversas serranías que conforman el paisaje de Carcabuey, incluyendo a la propia población situada en una altura que culmina su castillo, y a la izquierda (este) la llanura que se extiende hacia Priego cortada por la cicatriz de asfalto de la carretera A-339.