282 ✅ Desfiladero de Las Palancas y Cuevas del Piscarciano: descubriendo Las Merindades

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ITINERARIO
Lándraves [42.915271, -3.740431] | Desfiladero de Las Palancas | Munilla de Hoz de Arreba | Portillo del Camino del Cura | Hoz de Arreba | Cueva del Piscarciano | GR-85 | Barranco de Vallengua | Pradilla de Hoz de Arreba | Paraje de Vallejuelos | Paraje de Sobrepeña | Lándraves

DE UN VISTAZO
Cerca de Villarcayo, en el Valle de Manzanedo, los que allí viven, rodeados de un relieve imposible y con escarpadas cumbres, han tenido que buscar el camino más efectivo para comunicar sus pueblos; para ello se han esforzado en cruzar collados, subir y bajar barrancos, vadear arroyos, y salvar angostos pasos como este de Las Palancas por el cual transita nuestra ruta de hoy.


Valle de Valdebezana, en la comarca burgalesa de Las Merindades

LA RUTA
Entramos por Incinillas al Valle de Manzanedo. El lluvioso invierno ha dado paso a una exuberante primavera. A los lados de la carretera florecen frondosos los frutales contrastando con el verde tierno de los campos.

De Lándraves a Munilla por el desfiladero de Las Palancas
Con los pies en el Vinagre
Dejamos el coche junto a la iglesia de Lándraves [0.0 km]. A diferencia de otros templos este se sitúa algo alejado y sobre un altozano que domina los tejados del pueblo recortándose contra la blanca caliza del desfiladero de Las Palancas.

Bajamos hacia Lándraves y atravesamos la carretera [0.2 km]. Varios carteles indican la dirección a seguir. Al dejar atrás la última casa y centro cultural, cruzamos el puente [0.5 km] sobre el río Trifón. En el rincón que forma la confluencia de este río con el arryo Vinagre hay instaladas unas mesas. Nos asomamos a ver lo que nos aseguraba el paisano con el cual acabamos de conversar mientras nos equipábamos: “…el río que se abre paso por el desfiladero de Las Palancas y que viene a desaguar al Trifón, todos en Lándraves le llamamos arroyo Vinagre o Munilla; y no sé por qué en los mapas aparece como arroyo de La Serna o La Pisa. Además, su color es diferente al del Trifón…” En efecto, comprobamos como las aguas del Trifón son diáfanas y con un leve tono azulado; en cambio, las del arroyo Vinagre se asemejan a la coloración del condimento culinario de igual nombre, algo más turbias y ambarinas…
Y es que no hay nada como la sabiduría popular para llamar a las cosas por su nombre.

El sendero avanza a la sombra de chopos y alisos acompañados por el rumor del arroyo. En un bucólico rincón del camino, antes de entrar en el paso más angosto, encontramos un área de descando con mesas [1.8 km].

Al aproximamos a las paredes del desfiladero estas parecen a cada paso más ciclópeas. Las orillas del arroyo varían dependiendo del caudal, y por el rastro de hierbas y ramas, parece que no hace mucho se salió de madre. Un tramo más adelante, no sabemos si el sendero es parte del río o es el río inundando el camino [1.9 km]. Sea como fuere tenemos que hacer equilibrios sobre las resbalosas piedras para, así, mantener secos los pies.

El camino remonta levemente y de pronto nos hallamos ante lo que parece la entrada del desfiladero [2.2 km].

Entre pared y pared el agua lo anega todo, y las piedras más altas están completamente sumergidas por lo cual, ahora sí, toca descalzarse. Como dos Sancristóbal metemos los pies en el río Vinagre. El agua al principio está fría, más tarde helada, para acabar dejándote los pies como dos chupiteles, doloridos y amoratados.

Cuando el desfiladero finaliza [2.4 km] el camino se separa del arroyo y va remontando entre campos colonizados por la vegetación ruderal.

En Munilla [4.2 km] las vacas van a su bola topándote con ellas en cualquier esquina. La pocas casas del pueblo se acomodan en la ladera solana del pico Valdericanes; todas presentan buen aspecto y la mayoría, ahora cerradas, solo se utilizan temporalmente.

La iglesia románica se disputa el terreno con la pequeña y única carretera que salva a este pueblo del aislamiento y del olvido. Cercanas al pueblo, sobre un altozano al que llegamos saliendo campo a través [4.4 km], podemos contemplar varias tumbas antropomorfas [4.5 km]. El paisaje desde aquí es el de un relieve intrincado, de lomas y vaguadas donde abunda el haya y el roble, y campos abandonados ahora cubiertos por la aulaga y el brezo. Cerca de estas tumbas existe una oquedad que algunos aseguran que pudiera tratarse de un eremitorio… [4.6 km]

De Munilla a Hoz de Arreba por el Camino del Cura
Andando entre soledades
Abandonamos Munilla saliendo por detrás de un rudimentario cercado ganadero. El camino avanza (NE) por la izquierda [4.8 km], en diagonal a la ladera y siguiendo un alineamiento de robles el cual parece que marcaba el llamado Camino del Cura que alcanza el portillo [5.7 km] y cambio de vertiente. Al otro lado, el horizonte se ensancha: las siluetas más conocidas nos ubican las sierras del Dulla y Guzmántara, el Castro Valnera…

Desde aquí, el senderuelo sacado en la roca traza un par de lazadas entre el encinar para luego bajar decidido hasta el collado [6.0 km] que separa esta Sierra de Munilla del Alto del Alguacil.

Por terreno herboso descendemos por la ancha vaguada cruzada por la sombra silenciosa del buitre. Al fondo del vallejo el camino gira a la derecha y entramos a Hoz de Arreba [8.1 km] acompañados del cantarín correr del río Trifón. No se observa ninguna actividad, solo los ladridos de algún perro asomando el hocico bajo un portalón. Rodeamos la iglesia, excesiva edificación para un lugar desierto, y vadeamos el río sobre una pasarela [8.2 km] que nos deja en la carretera por la que avanzamos (NW) dejando atrás los huertos y frutales floridos.

De Hoz de Arreba a las cuevas de Las Vacas, Las Arenas y Piscarciano
Un caos kárstico
Después de dejar a un lado un parque infantil y obviar un puente de cemento, abandonamos el asfalto [9.1 km] por un camino que nos lleva a una bifurcación donde se halla el oratorio de las ánimas [9.5 km]. Recién restaurado, entre el sillarejo utilizado hemos visto con sorpresa como una de las piedras posee moldura y media inscripción que, adivinando la parte perdida, vendría a anunciar el “Camino a Soncillo”.

Por el ramal de la derecha avanzamos hacia una primera vivienda donde un hombre trabaja el campo, cerca de nuestro camino, y desde el porche de la casa una mujer llama a dos niñas que juegan junto a un árbol. El hombre contesta escuetamente a nuestro saludo. Del cartel –prohibido el paso, finca particular– visto unos pasos atrás, no hace mención alguna. Por otro lado no existe ningún cerramiento ni limitación.

Poco después, frente a otra edificación ruinosa giramos a la izquierda [10.2 km] y terminamos pasando frente a la tercera casa donde el camino acaba y se inicia un sendero en descenso y hacia el arbolado.

Bajando, a la derecha, vemos la boca oscura de la cueva de Piscarciano [10.6 km]. Esta sería la surgencia de la cueva-sumidero de Las Vacas. Vamos a la entrada enorme y ocupada por grandes rocas. De su interior solo sale el sonido metálico de un rítmico goteo, además de un vaho húmedo que se pega a nuestra piel y, allí donde se posa, cubre de musgo y verdín.

El itinerario continua en la otra orilla del cauce. Encontramos un punto donde el vadeo [10.7 km], con el cauce seco, no presenta mayores problemas. Ya en este lado, una trocha baja a una caseta vislumbrada entre el ramaje. A su lado encontramos la cueva de Las Arenas [10.7 km], una mediana oquedad de donde brota un generoso caudal de azuladas aguas.

Volvemos atrás y retomamos el sendero que ahora cruza un encinar y sale a un camino más ancho, el GR-85. También en este punto se inicia un sendero que baja. Lo seguimos y, efectivamente, nos deja ante la gran pared bajo la cual se ubica la cueva de Las Vacas [11.3 km], lugar por donde desaparecen las aguas proveniente del barranco Vallengua. En época de fuertes lluvias el sumidero no puede tragar todo el agua y esta dolina se suele inundar creando una sorprendente imagen. Desandamos este tramo y nos situamos en el GR [11.5 km] en dirección a Soncillo.

Regreso a Lándraves por el barranco de Vallengua y Pradilla de Hoz de Arreba
El olor a tierra mojada
Hemos dejado atrás la hoya del sistema del Piscarciano y ahora avanzamos por el GR con intención de alcanzar la carretera. En la primera curva de este camino intentamos dar con la carretera pero las asfixiantes carrascas que al principio te obligan a agacharte, más tarde te hacen imposible el avance. Desistimos con la intención de buscar un punto más accesible y después de mucho andar giramos a la derecha [11.9 km] progresando por un ralo encinar hasta dar con la carretera [12.1 km] de Soncillo a Hoz de Arreba.

Hemos subido demasiado y ahora, eso sí, más cómodos, bajamos por el tranquilo vial. En la primera curva salen dos itinerarios, el de la izquierda se dirige a el pueblo de Cubillos del Rojo, el nuestro, el camino [12.9 km] de la derecha, sube al monte. Después de un trecho el trazado se vuelve sendero, sendero que por momentos parece cerrarse pero el cual enseguida nos deja en un collado [13.6 km] desde donde divisamos, entre un paisaje de encinas, enebros y sabinas, los pueblos de Hoz de Arreba y Pradilla de Hoz de Arreba. El itinerario, para como nos lo esperábamos, está bastante bien definido. Al alcanzar unos campos de labor salimos a un ancho camino y, por la derecha [14.5 km], continuamos hasta llegar a un sembrado [14.8 km], en este caso de alfalfa. Sin miedo atravesamos el sembrado que ha invadido el camino y en una nueva bifurcación tomamos el ramal de la izquierda [15.4 km] el cual, ahora sin pérdida, nos lleva a Pradilla [15.8 km].

El camino que llevamos pasa frente a la iglesia y se aleja del pueblo entre huertas y prados. En un cruce, junto a la escondida fuente de El Cañón, giramos a la derecha [16.3 km] y aparecemos en un nuevo cruce donde nuestra dirección es seguir [16.4 km] de frente, remontar la loma y llegar al collado [16.9 km].

Al sur, hacia los Montes Obarenes, el cielo se oscurece y las primera gotas no tardan en caer. Esta leve lluvia basta para llenar la atmósfera del olor a tierra mojada y levantar aromas de espliego y lavanda… lo cual nos anima a recorrer los caminos que en un último giro a la derecha [17.4 km], componen el tramo final de esta larga circular descubriendo rincones por el valle de Valdebezana en Las Merindades.

PASO A PASO | WAYPOINTS
[0.0 km] Lándraves, inicio junto a la iglesia de San Cristóbal | INICIO
[0.2 km] Carretera | BU-V-5746
[0.5 km] Puente sobre el río Trifón | TRIFON
[1.8 km] Area de descanso | MESAS
[1.9 km] Senda-cauce | SENDA
[2.2 km] Entrada al desfiladero de Las Palancas | DESFILADERO
[2.4 km] Salida del desfiladero | SALIDA
[4.1 km] Oratorio | ORATORIO
[4.2 km] Iglesia de San Miguel | MUNILLA
[4.4 km] Salir campo a través | A TRAVES
[4.5 km] Tumbas antropomorfas | TUMBAS
[4.6 km] Posible eremitorio | EREMITORIO
[4.8 km] Senda izquierda | SENDA
[5.7 km] Portillo del Alto del Alguacil | PORTILLO
[6.0 km] Collado entre Valdericanes y Alto del Alguacil | COLLADO
[8.1 km] Iglesia de San juan Evangelista | HOZ DE ARREBA
[8.2 km] Paso sobre el Trifón | PASARELA
[9.1 km] Dejar asfalto | CAMINO
[9.5 km] Oratorio de las Ánimas | ORATORIO
[10.2 km] Izquierda, hacia la última edificación | IZQ
[10.6 km] Cueva del Piscarciano | PISCARCIANO
[10.7 km] Vadeo del cauce | VADO
[10.7 km] Cueva de Las Arenas | LAS ARENAS
[11.3 km] Cueva de Las Vacas | LAS VACAS
[11.5 km] GR-85 | GR
[11.9 km] Derecha, buscando el asfalto | DCH
[12.1 km] Carretera | BU-V-5746
[12.9 km] Salir por camino | CAMINO
[13.6 km] Collado con vistas a Hoz de Arreba | COLLADO
[14.5 km] Bifurcación, derecha | DCH
03534[14.8 km] Sembrado | SEMBRADO
03630[15.4 km] Izquierda, hacia Pradilla | IZQ
03727[15.8 km] Iglesia de Santa Juliana, en Pradilla de Hoz de Arreba | PRADILLA
[16.3 km] Derecha | DCH
[16.4 km] Seguir de frente | SEGUIR
[16.9 km] Collado con vista a Lándraves | COLLADO
[17.4 km] Derecha, tramo final | DCH
Fin de ruta: 18.4 km

COMPOSICIÓN DE LA RUTA
47% Sendas y trochas
36% Camino y pistas
14% Asfalto & Cemento
03% Campo a través

TIEMPOS
Avance 5h 16min
Pausa 1h 33min

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