30-6-2022 Ruta de Brañagallones PR-AS 66. Parque Natural de REDES
near Bezanes, Asturias (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta de ida y vuelta a la Vega de Brañagallones. Para llegar a Brañagallones utilizamos los servicios de Taxi «Taxi al Paraiso» telef. 689 89 30 51 y así ahorrarnos los 10 kms que separan Bezanes de Brañagallones. La vuelta la realizamos andando.
Brañagallones significa braña de los gallones (los gallos o urogallos), que en otro tiempo tuvieron en los alrededores hasta seis cantaderos (lugares de exhibición de los machos en la reproducción). Se trata de un lugar de Fauna con mayúscula, grandes bosques de hayas con arandaneras, un lugar tranquilo, apacible, para disfrutar de la naturaleza.
En la Vega de Brañagallones vivían muchas familias que vivian del ganado que pasta allí.
La ruta a la Vega era el camino tradicional de los burros cargados con las lecheras que bajaban cada día a Bezanes con la leche. En la Vega encontramos uno de los regugios de montaña más bonitos.
La ruta Parte del pueblo de Bezanes, situado a orillas de la Carretera Regional AS-17 que conduce al Puertu de Tarna. Ahí existe un aparcamiento público donde es posible estacionar cómodamente el coche, pues el tránsito rodado se ha restringido exclusivamente a los vehículos agrarios o servicio público autorizados, como el taxi que te sube en 4×4 hasta la majada de Brañagallones, pudiendo empezar la caminata desde allí.
La andadura se realiza a lo largo de una pista de tierra, hormigonada sólo en los tramos de mayor pendiente, que en suave ascensión se introduce en el corazón del Parque Natural hasta alcanzar la majada de Brañagallones, donde antiguamente existió un conocido refugio de caza al servicio del antiguo Coto Nacional de Redes que ahora es un albergue de montaña.
El camino discurre al principio a la sombra de un frondoso bosque de castaños, abriéndose el paisaje enseguida en las zonas de brezal que preceden al Texu l’ Oración. Desde este punto se divisan la Peña ‘l Vientu, la Rapaona y la confluencia del Ríu Monasteriu y el Nalón, que ofrecen un espléndido y reparador paisaje. Sin duda el Texu l’ Oración debió constituir en el pasado un lugar relacionado con alguno de los ritos paganos, posteriormente cristianizados, que se asocian a este singular árbol.
La ascensión se hace a partir de aquí más fácilmente, disfrutando de las numerosas brañas que orlan el camino: El Raigáu, primero, y El Fondín, Biaiz y Andorvíu, después. En esta última existe a orillas del camino una fuente en la que disfrutar de un merecido descanso. Tras pasar la majada de Grandiella el itinerario vuelve a hacerse más pendiente para entre hayas y abedules alcanzar el Argayu ‘l Llobu, donde existe un voladizo sobre el camino que impide que la lengua de nieve que allí se forma en invierno cierre el paso hacia arriba. Con algo de suerte es posible ver en este punto alguno de los rebaños de rebecos que pastan en las praderas al pié del Cantu l’ Osu. Enseguida, se traviesa el Túnel del Crestón, tras el que se divisan ya, al oeste, los frondosos hayedos que pueblan el Monte de Redes. Desde aquí no resta ya más que un suave ascenso por la pista hasta alcanzar las praderas de Brañagallones.
La actual vega es el resultado del relleno y colmatación natural de un antiguo lago de origen glaciar. Hace miles de años, la lengua glaciar que descendía por el valle del Ríu Monasteriu depósito las morrenas que aún se reconocen como pequeñas crestas al oeste de la vega. Los depósitos actuaron como presa natural y dieron lugar a la formación de ese pequeño lago.
La vuelta la realizamos por el mismo camino.
Brañagallones significa braña de los gallones (los gallos o urogallos), que en otro tiempo tuvieron en los alrededores hasta seis cantaderos (lugares de exhibición de los machos en la reproducción). Se trata de un lugar de Fauna con mayúscula, grandes bosques de hayas con arandaneras, un lugar tranquilo, apacible, para disfrutar de la naturaleza.
En la Vega de Brañagallones vivían muchas familias que vivian del ganado que pasta allí.
La ruta a la Vega era el camino tradicional de los burros cargados con las lecheras que bajaban cada día a Bezanes con la leche. En la Vega encontramos uno de los regugios de montaña más bonitos.
La ruta Parte del pueblo de Bezanes, situado a orillas de la Carretera Regional AS-17 que conduce al Puertu de Tarna. Ahí existe un aparcamiento público donde es posible estacionar cómodamente el coche, pues el tránsito rodado se ha restringido exclusivamente a los vehículos agrarios o servicio público autorizados, como el taxi que te sube en 4×4 hasta la majada de Brañagallones, pudiendo empezar la caminata desde allí.
La andadura se realiza a lo largo de una pista de tierra, hormigonada sólo en los tramos de mayor pendiente, que en suave ascensión se introduce en el corazón del Parque Natural hasta alcanzar la majada de Brañagallones, donde antiguamente existió un conocido refugio de caza al servicio del antiguo Coto Nacional de Redes que ahora es un albergue de montaña.
El camino discurre al principio a la sombra de un frondoso bosque de castaños, abriéndose el paisaje enseguida en las zonas de brezal que preceden al Texu l’ Oración. Desde este punto se divisan la Peña ‘l Vientu, la Rapaona y la confluencia del Ríu Monasteriu y el Nalón, que ofrecen un espléndido y reparador paisaje. Sin duda el Texu l’ Oración debió constituir en el pasado un lugar relacionado con alguno de los ritos paganos, posteriormente cristianizados, que se asocian a este singular árbol.
La ascensión se hace a partir de aquí más fácilmente, disfrutando de las numerosas brañas que orlan el camino: El Raigáu, primero, y El Fondín, Biaiz y Andorvíu, después. En esta última existe a orillas del camino una fuente en la que disfrutar de un merecido descanso. Tras pasar la majada de Grandiella el itinerario vuelve a hacerse más pendiente para entre hayas y abedules alcanzar el Argayu ‘l Llobu, donde existe un voladizo sobre el camino que impide que la lengua de nieve que allí se forma en invierno cierre el paso hacia arriba. Con algo de suerte es posible ver en este punto alguno de los rebaños de rebecos que pastan en las praderas al pié del Cantu l’ Osu. Enseguida, se traviesa el Túnel del Crestón, tras el que se divisan ya, al oeste, los frondosos hayedos que pueblan el Monte de Redes. Desde aquí no resta ya más que un suave ascenso por la pista hasta alcanzar las praderas de Brañagallones.
La actual vega es el resultado del relleno y colmatación natural de un antiguo lago de origen glaciar. Hace miles de años, la lengua glaciar que descendía por el valle del Ríu Monasteriu depósito las morrenas que aún se reconocen como pequeñas crestas al oeste de la vega. Los depósitos actuaron como presa natural y dieron lugar a la formación de ese pequeño lago.
La vuelta la realizamos por el mismo camino.
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