307. LOS 10.000 DEL SOPLAO 2019. RUTA A PIE.

Este año los 10.000 del Soplao han hecho honor a su lema: “el infierno cántabro”. Durante todo el día la lluvia no cesó, y el suelo estaba convertido en un auténtico lodazal. Las bajadas eran peligrosas pistas de patinaje, y en las partes altas el viento azotaba. Estas adversas condiciones meteorológicas obligaron a la organización a acortar la prueba, reduciendo el riesgo de unas zonas que se habían convertido en impracticables. Aun así, la belleza del entorno lo suplió todo, y para los que tuvimos la fortuna de llegar a la meta la experiencia mereció ampliamente la pena.
Son las 8 de la mañana cuando los más de 2.000 participantes de la ruta a pie esperan ansiosos la salida. Veinte minutos después nos ponemos en marcha. Al principio atravesamos Cabezón de la Sal y Cabrejo, la marcha es agradable en estas primeras horas de la mañana. El primer escollo del día nos hace dar cuenta de lo que nos espera, con la lluvia que no cesa. Los deportistas, aún agrupados van envueltos en su ropa protectora de lluvia. Pero la dificultad está en la bajada donde cada uno debe improvisar su particular recorrido. Hay que elegir entre el barro y las zarzas o las piedras. Las caídas son frecuentes, y los resbalones más aún. Por el momento el recorrido da una tregua en Ucieda y Ruente. Otra vez nos internamos en el monte para afrontar una serie de sendas que, en muchos casos, están atascadas de participantes obligados a esperar su turno para pasar. Sigue cayendo la lluvia, y en esas llegamos a la Carpa, donde espera el avituallamiento más importante de todo el recorrido, situada en los terrenos de una serrería.
Ahora iniciamos la parte más dura del recorrido, que nos llevará por fuertes subidas al Alto del Toral. Apenas hay ocasión de ver el entorno, porque un fuerte viento nos acompaña, cuando iniciamos el descenso. En este tramo ya se han estirado los participantes, y las fuerzas van menguando. Cuando llegamos a la segunda carpa la organización, impecable, ha preparado salchichas y huevos fritos, que algunos valientes ajenos al viento toman allí mismo. Si creíamos que el barro había acabado, es que no conocíamos el último tramo, donde vamos chapoteando hasta los tobillos. Y por fin llegamos a pista firme y asfalto. Durante un tramo, el rio Saja nos acompaña, y los últimos kilómetros son de carretera antes de llegar a la meta.
En suma, muy bella la ruta, aun habiendo sido recortada del sendero de los puentes, el nivel de dificultad muy alto, por el barro. La organización muy buena y en algunos puntos los propios habitantes de la zona ayudaban a los participantes, involucrados en la mejor competición del norte de España.
IBP: 163
Tiempo total: 9:08:17 h
Tiempo en movimiento: 8:28:04 h
Tiempo parado: 0:40:13 h
Velocidad media total: 4.48 Km/h
Velocidad media en movimiento: 4.83 Km/h