32 Priego (Solvito, Granaína, Cortijuelos, Carrasca, Los Ríos)

Lo más valioso de este recorrido está en la contemplación del conjunto que forma el río Caicena con la vegetación de sus márgenes. Además, nada desdeñable es el interés arquitectónico que albergan las construcciones en diseminado situadas en El Solvito, La Carrasca y Los Ríos.
Iniciamos el sendero en la pedanía de El Solvito, término municipal de Priego de Córdoba, a la altura de la travesía de la CO-8201. Hacia la derecha (sur) observamos la vivienda que tiene delante una estructura metálica de color verde, junto a la que hay un camino que es el que hay que seguir. Pasamos al lado de varias construcciones dejando a la izquierda (este) el cauce del Caicena del que nos vamos a alejar un poco. El terreno es montuoso y presenta una fuerte pendiente hasta que llega a un olivar, cuyas rodadas viran hacia la derecha (oeste) acercándonos a la cortijada de La Granaína, aunque antes de acceder a la misma habremos de cambiar de dirección para volver hacia río, elemento natural que va a ser nuestra directriz durante todo el recorrido.
Pronto nos acercamos a Los Cortijuelos, hoy abandonados y transformados en cobertizos para la maquinaria agrícola, mientras nuestro carril atraviesa los olivares que colonizan esta zona, salpicados con algunas manchas de monte en los puntos en que la fuerte pendiente hace imposible el cultivo. Las márgenes del Caicena se presentan espléndidas arropadas por un exuberante bosque de ribera destacando los álamos, blancos y negros, junto a algunos fresnos. Llama la atención las evidencias de que el cauce tiende a recuperar lo que era su espacio natural cuando se desborda invadiendo las fincas más próximas a la orilla.
A poco más de un kilómetro quedan las viviendas de La Carrasca, enclave poblacional nacido entorno a un antiguo molino harinero que aprovechaba la corriente fluvial y que en los años 40 contaba con una panadería cuya producción abastecía a buena parte de la comarca. A día de hoy, las viviendas han sido reconvertidas en alojamientos rurales que gozan del embriagador entorno que proporciona el manchón que hay sobre las laderas del oeste, el paso del río y la arboleda circundante.
Ahora mejora el camino entrando en el término municipal de Almedinilla, nombre que también recibe el cauce por esta parte de su curso. El paisaje continúa con los omnipresentes olivos, aunque aparecen algunos huertos a la derecha (sur) e incluso una notable superficie de invernaderos. Contemplando el degradado monte - probable consecuencia del pastoreo abusivo - que sube desde la orilla contraria, llegamos al diseminado de Los Ríos y a la carretera de las Sileras (CO-8202), culminando así nuestro itinerario.