330. BAD LANDS EN EL ENTORNO DEL RIO GUADIANA MENOR.

El Rio Guadiana Menor es la principal corriente de agua en el centro de la provincia de Granada. Su cauce fluvial constituye una curiosa zona geológica. Al norte y sur cuenta con las estribaciones de las Sierras de Cazorla y Baza. Y de este a oeste con la Hoya de Baza, y el paso a las tierras del Guadalquivir. A lo largo de sus 152 Kms. es el mayor rio de la provincia de Granada, y en la zona que visitamos atraviesa un entorno de una apabullante singularidad.

Esta zona era radicalmente distinta hace millones de años. Ocupada inicialmente por el mar, y después por grandes lagos, donde los gigantescos animales prehistóricos tenían su hogar. Cuando ser alzan las montañas, el agua de los lagos se desplaza formando las cuencas actuales. También ha formado los bad lands o malas tierras, modeladas por la lluvia y el viento. Y el protagonista actual es el Rio Guadiana Menor. Con 152 Kms, nace en el embalse del Negratin, por la confluencia de diversos ríos, y viene a desaguar en el Rio Guadalquivir.

El Guadiana Menor tiene otra compañera de reparto en esta ruta: las Malas Tierras. Un excepcional paisaje, donde la aridez del entorno da lugar a pequeños oasis, y las rocas presentan singulares formaciones. El hombre ha dejado aquí su impronta desde hace siglos, y mucho más cercano en el tiempo en forma de cuevas que salpican el territorio.

Esta ruta está tomada de la muy bien documentada de avhinojosa, a la que hemos añadido algunas pequeñas modificaciones.

Partimos del Acueducto del Canal de los Lucios. Desde allí recorremos una serie de pistas, que dan vistas a las cercanas Sierras de Baza. Terreno de almendros, que se encuentran en flor en esta época del año, fácil de andar, con pequeños subibajas en el terreno.

Cuando giramos hacia el oeste aparece otra excursión. Entramos en el terreno de las formaciones singulares, y de las bad lands. Comenzamos con el Puntal Blanco, para adentrarnos en la Rambla del Jarque. En fuerte bajada, que se hace resbaladiza con las lluvias. La pista permite ver las formaciones que tenemos enfrente, profundos barrancos, con margas y otras singularidades geológicas. Nos detenemos en dos piedras blancas, marcadas como tetillas de novicia. Ciertamente su aislamiento, y perfección de forma nos hace dudar sobre su carácter natural o humano.

Este espacio finaliza al llegar al cauce del Guadiana Menor. Ahora nos encontramos con vegetación de ribera, mientras vamos paralelos al rio. Unas curiosas cuevas hoy abandonadas, debieron ser en su día almacén o refugio temporal. Continuamos por el cauce, hasta iniciar el ascenso a otro de los hitos del día: el sendero de la Cerrada de la Puerta. Diseñado en su día para salvar una zona que debía de quedar inundada en ocasiones, se encuentra deteriorado en gran parte de su recorrido. Sin embargo, cuando iniciamos el ascenso, se nos desvela toda esta zona del rio, sus meandros y tierras cultivadas en ocasiones. Hay que extremar las precauciones en su recorrido, aunque no resulta especialmente peligroso. Finaliza en el Cortijo de la Cerrada de la Puerta.

Aquí se nos plantean varias opciones. Más adelante encontraríamos un lugar donde cruzar el rio, dando un mayor rodeo. Optamos, por atravesar un vado sin dificultad. A partir de aquí iniciamos una muy fuerte subida, sin duda la parte más dura de todo el día. No existen sendas, o no las encontramos, por lo que discurren en gran parte campo a través. Constituye una vía de acceso directo a la planicie, y al acueducto del que salimos. Fin de la ruta.

Una auténtica lección de geografía de entornos desérticos, esta ruta no nos defraudará. El tiempo en que la recorremos puede ser un poco más largo, pues no hicimos muchas paradas.

IBP: 74
Tiempo total : 4:30:26 h
Tiempo en movimiento: 4:20:27 h
Tiempo parado : 0:09:59 h
Velocidad media total: 4.59 Km/h
Velocidad media en movimiento: 4.76 Km/h