342. FORMENTERA. ES CALO - FARO DE LA MOLA - PILAR DE LA MOLA

Vista desde arriba Formentera tiene la forma de una bota. El tacón sería el Cap de Barbaria, el empeine La Savina y los dos estanys, y en la puntera La Mola. En cada uno de sus extremos hay un faro, Barbaria, D,en Pou y La Mola. Esta ruta va a discurrir por “la puntera” de Formentera, y en su centro el Faro de la Mola.
Formentera es Mediterráneo en esencia pura. Playas con un agua cristalina y todos los tonos de azul. En el centro los pinos, las hierbas y las cigarras que se vienen arriba con el sol y el calor. Hasta hace relativamente poco Formentera ha sido una isla olvidada, destino de hippies de todo el mundo. Formaba parte de lo que se conoció como el hippie trail. Si se era joven, amante del cannabis y antisistema, tenías que visitarla, junto a Ibiza, San Francisco, Katmandú, Goa o Ámsterdam. Después llegó el turismo de masas y los italianos. Y en esas estamos. Pero la belleza es la misma.
Parte nuestra ruta de Es Caló de San Agustín. La zona responde a toda la mejor idea que podamos tener de Formentera; sus aguas azules las disfrutan los bañistas desde tierra, y los barcos desde el mar. Tenemos que cruzar la isla, y elegimos hacerlo por pequeñas sendas y fuera de caminos; así nuestra llegada al otro lado de la isla tiene lugar descendiendo una gran duna.
Caemos en la playa de Es Arenals, y comienza uno de los más bellos tramos de toda la ruta. Vamos por una senda paralela al mar. Cruzamos la pequeá Cala des Morts, con sus particulares rampas para lanzar los barcos. Continuamos hasta el camino de S,Estufador, entre sendas de pinos. Ahora, hemos tenido la mayor subida del día, y debajo de nosotros se extiende los acantilados, y asoma el Faro de la Mola al fondo. También llamado Faro de Formentera, tiene reminiscencias literarias en la obra de Julio Verne. En su novela Hector Servadac o Viaje a través del mundo solar en el equinoccio de otoño de MCMLXXVIII. Está ambientada en este faro, donde un científico, Palmyrin Rosete realiza unas mediciones. Un cometa arranca una parte del Mediterráneo y la arrastra en su viaje por el espacio. Hoy una placa lo recuerda.
De allí enfilamos al Pilar de la Mola, donde llegamos a través de unas pistas paralelas a la carretera. Aquí se celebra cada miércoles y domingo un mercado de artesanía hippie. Salimos del pueblo por la carretera, a través de su escaso arcen. Este es el tramo más feo del recorrido, y es posible evitarlo por el “cami de sa cala”, que sale del mismo pueblo.
Abandonamos la carretera en el Camino de Sa Pujada. Iniciamos la otra parte más espectacular del recorrido. Un antiguo sendero empedrado del siglo XVIII, con unas maravillosas vistas a la mayor parte de Formentera. Es parte de la antigua ruta que unía La Mola y el resto de la isla. Su denominación coloquial parte del suelo adoquinado que nos recuerda a las antiguas vías romanas. Es difícil de andar, pero nos recompensará por su belleza. Aquí debemos detenernos en alguno de sus miradores, con vista a la playa de Sa Cala, a la que llegaremos al final de nuestra ruta.
En la ruta nos hemos detenido poco tiempo. Sin embargo La Cala des Morts o El Calo de san Agusti, serán excelentes lugares para un baño, que redondeará una excelente ruta.
IBP: 51.
Tiempo total: 3:58:52 h
Tiempo en movimiento: 3:30:39 h
Tiempo parado: 0:28:13 h
Velocidad media total: 4.48 Km/h
Velocidad media en movimiento: 5.08 Km/h