350. 0T0Ñ0 EN HUENEJA - RIO ISFALADA - SULAYR - DOLAR.

Llega el otoño y buscamos el amarillo de sus árboles. Pero en esta estación hay más: una luz especial, un olor diferente y, por supuesto, la caída de las hojas. Hay un pueblo, Hueneja, y una ribera, la del Rio Istifada, que nos sumerge en pleno Otoño.
Hueneja pertenece al Marquesado del Zenete, histórica comarca situada al pie de Sierra Nevada, y frente al altiplano. Los pueblos se han establecido, en mayor o menor medida, al fondo de barrancos, junto a cursos de agua. Hueneja ha sido de los más afortunados en encontrar su ubicación. El arroyo Isfalada ha constituido durante generaciones una fuente de vida y riqueza para sus habitantes: sus molinos y la explotación de sus castaños mantuvieron una amplia población. En la actualidad, como tantos otros, es víctima del despoblamiento.
Y precisamente el Arroyo Isfalada será la parte que recordaremos de esta ruta, por lo que hemos venido, y lo que justificará una posterior visita.
Iniciamos nuestra ruta en el centro del pueblo, frente a la mole de su iglesia, y junto al Isfalada, que atraviesa encauzado la localidad. Al poco entramos en vegetación de ribera, y llegamos al Area Recreativa de los Castaños. Allí podremos observar árboles centenarios, algunos quizá pudieron ver a los árabes cuando señoreaban esta zona. Muy cerca se ha rehabilitado el Molino Bajo, convirtiéndolo en Museo Etnológico y Centro de Interpretación del Agua. Continuamos por sendas, cruzando con frecuencia el Arroyo Isfalada, lo que no debe de representar ningún problema. En el camino podemos ver diversas construcciones, algunas en ruinas, otras rehabilitadas, correspondientes a viejos molinos harineros.
En el último de estos cortijos, enlazamos con el camino Sulayr, por un cortafuegos. Sin duda, esta es la parte más dura de todo el recorrido. Debemos ascender en apenas 400 metros, 130 de desnivel. Una vez arriba enlazamos con la senda Sulayr, que seguimos un buen tramo. La abandonamos, campo a través al inicio, para continuar por una empinada senda, que nos llevará hasta Dólar.
Lo primero que llama la atención de Dólar, es su propia denominación, sobre la que hay tres teorías: La primera hace referencia a los toneleros que trabajaban la madera con unas hachas que aún se conocen con el nombre de dólar. La segunda lo refiere a Dolaria, alusivo a lugar abundante en madera. Por último, tendría su raíz en Dar, la casa. Sea como fuere, ya lleva varios siglos establecido el pueblo a la sombra de su castillo. Hoy en ruinas, contempla todo el caserío, a la manera como lo hace el cercano de La Calahorra.
El ascenso a las ruinas del castillo no reviste mucho interés, pues se encuentra absolutamente derruido, quedando sólo algún trozo de pared. Además, se ha aprovechado su emplazamiento para construir un depósito de agua. Sin embargo, si podemos aprovechar para divisar el pueblo desde lo alto, tanto como el camino que hemos traído, y el que nos llevará hasta nuestro destino.
Y tras salir del pueblo por pistas enlazamos con el denominado “Camino mozárabe”, que en este tramo atraviesa todos estos pueblos del marquesado. Y por aquí volvemos a llegar a nuestro punto de inicio.
En suma, una ruta atractiva y exigente. Aunque a nuestro juicio la mejor parte se encuentre en los Molinos del Rio Islafada, no debemos desdeñar el resto del recorrido y los tramos de Sulayr y el Camino Mozárabe.
Descripción: la ruta sigue al Rio Istifada en su primera parte, deberemos de vadearlo en varias ocasiones. Es una senda en suave ascenso, que se hace imperceptible. En su final, ascendemos un cortafuegos, parte más dura del itinerario, hasta conectar con la pista de Sulayr, que seguimos un tramo. Nos apartamos de ella, para descender por senda a Dólar. De aquí tomamos el camino mozárabe, que por pista y senda nos retorna a Hueneja.
IBP: 89.
Tiempo total : 4:36:13 h
Tiempo en movimiento: 4:10:15 h
Tiempo parado: 0:25:58 h
Velocidad media total: 4.47 Km/h
Velocidad media en movimiento: 4.93 Km/h