488. PLAYAS DE CALBLANQUE. DESDE CALA REONA A LAS SALINAS. EN UN MEDITERRANEO DE OTROS TIEMPOS.

Ruta por el Parque natural de Callblanque, junto a un mediterráneo que apenas ha cambiado en siglos. Se trata de un paseo que en todo momento transcurre al borde del mar. Un día de enero, un cielo claro, y la temperatura que siempre debería haber. El escenario lo completa un mar como un plato azul. Y muy poca gente, porque el paraíso se colapsa muchas veces y la soledad en estos entornos en un gran valor añadido.

Salimos de CALA REONA, una pequeña playa donde se puede aparcar, con un chiringuito, y la parte más al norte del Parque de Calblanque.

Inmediatamente vamos abordamos la SENDA GEOMINERA, que fue construida para transportar los minerales desde las minas de una zona rica en plata. Nos encontramos en una zona minera explotada desde tiempos anteriores a los romanos hasta el siglo pasado.

El primer contacto con una playa, aunque en la lejanía, es CALA COCON. Para acceder a ella tendríamos que tomar un estrecho camino en descenso, allí la identificaríamos por su gigantesca cueva. Continuamos ahora hasta el punto más alto y alejado del mar que tiene esta ruta el MIRADOR DE PUNTA NEGRA, desde el que disfrutaremos de una visión de gran parte de esta zona. Desde las recias montañas interiores, hasta las Salinas que serán nuestro punto de destino y algunas calas como Cala Magre, Cala Arturo y Calblanque.

Llegamos a las SALINAS EL RASSAL y MARCHAMALO. Se trata de salinas marítimas o litorales. La sal se obtiene al evaporarse el agua de mar almacenada en balsas poco profundas gracias al sol y el viento. El agua para llenar los estanques proviene del Mar Menor. En las cercanías se encuentran antiguas instalaciones asociadas a la explotación salinera. Detrás d estas salinas encontramos una zona de dunas fósiles cerradas a las visitas.

Hemos andado paralelamente a las salinas hasta volver a salir al mar. Nada menos que a CALBLANQUE, cala que da nombre al parque natural. Un auténtico paraíso, con arena y dunas. Desde allí tomamos una senda junto al mar, que nos va llevando de cala en cala. Se suceden CALA ARTURO, CALA MAGRE Y CALA DE LOS DENTOLES. También pasamos por las cercanías de PUNTA NEGRA, por el color de sus rocas.

Poco más adelante volvemos a enlazar con el camino de ida, tras un breve ascenso, ya retornando sobre nuestros pasos. En esta ruta los tiempos son meramente indicativos, cualquier de sus playas puede ser válida para que transcurran varias horas. Si por el contrario, nuestra intención es recorrerla sin paradas, pueden ser suficiente dos horas.